Victoria Adams
Esta fiesta es genial. Había olvidado lo bien que se siente estar en una fiesta con más borrachos y que nadie te juzgue. Se sienten excelente beber tranquilamente y no estar pensando en si te van a atrapar bebiendo.
Siento mi vaso vacío así que decido ir a llenarlo de nuevo. Mientras lo lleno alguien llama mi atención.
- ¿Victoria? ¿Cierto? -Me pregunta Oliver y me siento asqueada en cuanto lo veo.- ¿Qué quieres? -Le digo de mala manera.
- Tu hermana esta dormida, así que creo que ya deberían irse, pero veo que no estas en condiciones de conducir -Tomo un largo sorbo a mi maravillosa bebida y lo veo sin interés. - Puedo llevarlas yo...
- Nunca iría en el mismo auto que tú, jamás lo haría, ¡Nunca! -Le digo con dramatismo.
- ¿Entonces tu que propones?
- Que dejes de molestar -Respondo con una sonrisa de oreja a oreja.
- Mira a tu alrededor ya todos se fueron -Miro a mi alrededor con discreción y odio decir que tiene razón. Hay pocas personas y no conozco a ninguna. - Pueden quedarse aquí -Al escuchar eso suelto una gran carcajada.
- Eres muy gracioso, adiós -Me despido y empiezo a caminar, pero de la nada me tropiezo con un pequeño peldaño.
Un dolor que poco a poco aumentaba se hizo presente en mi tobillo. Oliver me ayudo a levantarme y caminar hasta el sillón.
- Maldita sea -Murmuro con dolor.- ¿Te duele mucho?
- Obvio idiota -Le contestó irritada.
- Creo que no tienes ninguna otra opción que quedarte aquí -Me dice y se ve serio. Odio admitirlo, pero Oliver tiene la boca llena de razón.
- De acuerdo -Sedó sin alegría. El comienza a echar a todos los demás y yo les envío un mensaje a mis padres.
"Dormiremos con Bella, seguridad ante todo. Perdón"
No obtengo respuesta inmediata y guardo mi celular.- Listo -Me dice cuando ya no hay nadie en la casa.
- Bien, ¿Dónde dormiré? -Pregunto entre dientes.
- En mi cuarto con Verónica.
- ¿Qué hace mi hermana en tu habitación? -Le pregunto sin entender lo antes dicho.
-Se estaba escondiendo de Leo -Contesta con simpleza.
- Tengo sueño -Digo rápidamente.
- Ven te ayudo -Me dice cuando ve que me cuesta mucho caminar. Me toma del brazo, lo posa por detrás de su cuello y con su brazo me sostiene la cintura para no caerme. Me siento bastante incómoda al estar tan cerca de él por dos razones muy importantes. Número uno: lo detesto, número dos: Oliver es muy alto y siento que mi brazo se está estirando demasiado para poder rodear su cuello.
Al llegar a las escaleras dos tenemos en seco. - Tendré que cargarte -Me dice. No tengo otra opción así que accedo.
- Entones te estás tardando.
Uso mi brazo para aferrarme a él y no caerme, el toma mis piernas y las elevaba. Comienza a subir las escaleras y siento su respiración en mi frente y sorprendentemente la incomodidad as se esfuma, creo que el sueño me está volviendo loca.
YOU ARE READING
Tóxico
RomanceVerónica Adams se muda a un pueblo sureño, en donde su padre intenta reestablecer la relación con ella y su hermana. Verónica esta sumamente molesta, ya que, dejo toda su vida en Texas para ir a un pueblito y encontrarse con el hombre que la abandon...