Capitulo 31

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Verónica Adams

No podía moverme estaba, petrificada en la puerta con la mano en el pomo de esta. No sabía si debía irme o quedarme, pedir una explicación, ma sabía que hacer y al parecer ellos tampoco. Lucas estaba recargado sobre el lavamanos del baño y A.J me estaba viendo con profundo miedo y estaba recargado en la pared. Los dos estaban respirando rápidamente, recobrando el aliento y eso solo me dio a entender lo urgido que era sus beso.

El primero que logró recobrar el sentido fue A.J. Miró a Lucas y después rápidamente se acercó a la puerta y retiró mi mano del pomo de esta y evitó a toda costa mirarme. Cuando salió del baño pude encontrar mi voz para hablar con Lucas.
- ¿Qué demonios? -Le dije a Lucas mientras me acercaba a él. Se veía más relajado y ya no respiraba con dificultad.

- Por favor Verónica, no digas nada de lo que viste ¿si? -Me suplicó y se veía aterrorizado.

- ¿Quiero una explicación? -Le exigí.

- Solo prométemelo -yo no dije ni hice nada, pero mi rostro mostraba mí posición en esta situación. Necesitaba una explicación-. Hazlo por mi...

- Explícame -repetí sonando más firme.

- Por Dios Verónica, ¿Lo tienes que saber todo?, solo cierra la boca y mantente al margen de esto -hizo el amago de salir, pero lo detuve.

- Lucas, por favor dime. Sabes que puedes confiar en mi.

- No es tu jodido asunto, Verónica -espetó molesto y se sacudió para sacarse de mi agarre y se fue, dejándome sola en el baño.

Dios mío, ¿Qué acabo de presenciar?. Y fue en ese momento que todo el peso de la realidad cayó sobre mi. ¡Era A.J!, ¡A.J!, por Dios, jamás lo habría creído de él. Se ve tan enamorado de Helena, pero al parecer no lo está y solo finge o solo le gusta besar a chicos o solo... solo quiero dejar de pensar en esto. Lucas tiene razón no es mi asunto.

Mientras yo intentaba olvidar lo que vi. Alguien abrió la puerta del baño, haciendo que pegara un salto del miedo. Mire a Leo parado en la entrada del baño y no podía descifrar su rostro, no sabía cómo se sentía.
- Tenemos que hablar -dijo antes de que yo volviera a huir-. Por favor -pidió entrando por completo en el baño y cerrando la puerta detrás de él. Me crucé de brazos y esperé a que él hablara-. No sucedió nada con Ryan.

- Ella me dijo lo contrario...

- Te mintió...

- Los vi besándose, Leo. no intentes verme la cara de estupida -Le exigí y sin poder evitarlo comencé a irritarme.

- Solo fue un beso, Verónica por favor, perdóname. Actúe como un estupido, lo se ¿si? -Se acercó a mi, pero retrocedí de él-. Lo siento, solo quiero que estés conmigo.

- No solo fue Ryan, actuaste como un maldito celoso tóxico -Le dije subiendo el tono de voz.

- Lo se, perdóname. No debí de exigirte eso. Ahora entiendo que tú jamás harías algo así -en cuanto lo escuché sentí como si una aguja atravesara mi corazón, se que significaba esa sensación, era culpa, pero no entiendo por qué sentía aquello-. Perdóname, no volverán a ocurrir cosas como esas, te lo prometo. Te necesito, eres la luz de lugar oscuro -recordé rápidamente la foto que el me tomó y lo que decía en ella. Recordé aquella noche, la noche que me pidió ser su novia, fue una hermosa noche y quería que esos días volvieran, quería estar con él otra vez.

TóxicoWhere stories live. Discover now