capitulo 4

1.9K 94 28
                                    

Veronica Adams

Tres días, ya pasaron tres días desde que Leo me dejo plantada y no eh recibido ni un solo mensaje de el, aunque eso tiene una explicación; el tipo ni siquiera tiene mi número de teléfono.

Me había levantado de malas, ya que mi cuello me estaba matando y Victoria no dejaba de recordarme lo de Leo. Baje para desayunar.

- ¿Están nerviosas, por la escuela? -Pregunta mi padre, tomando su café.

- Todavía faltan varios días para entrar a clases -Respondo de mala manera. Que pregunta tan estúpida, a mis 17 años lo ultimo que sentiría por entrar a la escuela serian nervios.

- Solo queda una semana y si mal no recuerdo, lo único que sentías por entrar a la escuela eran nervios, ¿o no, Virginia? -Dice mi padre con una sonrisa en el rostro. Mi madre lo mira con nostalgia y comienza a reírse sutilmente.

- Si Verónica, recuerdo que ni siquiera podías dormir -Después de eso mis padres y Victoria comenzaron a reírse.
A mi no me hacia gracia y lo único que lograron fue hacerme irritar aún más.

- No tengo hambre -Digo levantándome de la mesa.

- Vamos Ronnie, no te enojes -Dice mi madre.

- No es eso madre, solo no tengo hambre...

- Déjala mamá, esta en depresión por que la plantaron y el chico ni siquiera se ha dignado a hablarle -Comenta Victoria con un gesto de diversión.

- No me ha llamado por que no tiene mi maldito número -Digo tratando de controlar mis palabras. Podría decirle muchas cosas a Victoria, pero no tengo ánimos para discutir. Dicho eso salgo de la cocina y voy a la habitación. Me desago de mi pijama y me pongo unos shorts deportivos y una blusa básica color azul, me ato mi cabello en una cola alta y me miro en el espejo. Lo único que reflejo es aburrimiento, el mismo cabello largo negro me tiene algo aburrida, tal vez un cambio de look me haga sentir mejor.

Me pongo mis tenis, bajo y les anuncio a mis padres que saldré a correr. Este es el segundo día que salgo a correr a la playa y realmente mi primer impulso fue un chico que había visto días atras corriendo por la playa, era un chico bastante guapo, pero desgraciadamente no lo eh vuelto a ver y mi segundo impulso fue que realmente me sentía bien al hacerlo.

Comencé a correr y en unos minutos ya tenia algo lejos la casa de mi padre y entonces sucedió un milagro, el chico que había visto estaba corriendo delante de mi. No me detuve y seguí corriendo.

- Hey -Dice el chico cuando paso a su lado, no me detengo ya que no creo que sea yo la persona a la que el se este dirigiendo, pero estaba equivocada - ¡Hey, tú!

Me detengo y lo miro, el se acerca a mi y me saluda.
- Hola, soy William, pero puedes decirme Will -Dice con un tono amable. Lo único que hago es mirarlo extrañada, el se da cuenta de eso y prosigue -. Claro, ammm... te eh visto correr un par de veces, bueno una vez para ser francos -Suelta con una pequeña risa nerviosa - y bueno, quería conocerte, así que...

Me mira esperando una respuesta.
- Soy Verónica o Ronnie si prefieres -Digo con una sonrisa de diversión. Will es realmente guapo y al parecer algo tímido. Me gusta.

- Ronnie, puedo invitarte un café -Propone con una sonrisa cálida.

- Claro que puedes, pero no soy fan del café -Confieso, esperando que el se vuelva loco y me pregunte ¿Por qué?.

- ¿Enserio? -Asiento en respuesta -. Que alivio, a mi tampoco.
Le dedico una sonrisa de diversión y el propone ir a tomar un simple jugo.

Comenzamos a caminar, para llegar al pueblo y en el camino charlamos un poco.
- Entonces, Ronnie, ¿Eres nueva en la pueblo?

TóxicoWhere stories live. Discover now