Capitulo 42

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Victoria Adams

La ley del hielo es demasiado infantil, pero funciona para mi, así que eso haré.

Probablemente ella piense en disculpare o hablar conmigo esta mañana, así que decido levantarme más temprano que ella (cosa que es fácil ya que ella se despierta a la hora de la comida) e ir a correr para despejar mi mente.

Comienzo a caminar por la playa y después empiezo a correr, a correr de mis pensamientos. Todo había salido mal y de verdad creía que sería una noche perfecta. Conocer a la familia de Eliot fue, sin duda, lo mejor de mi noche, pero después de eso todo se fue a la mierda.

Cuando decido terminar mi ejercicio me falta el aire. Respiro profundamente y comienzo a caminar de vuelta a casa. Necesito una larga ducha.

Me había alejado mucho de la casa y ahora me está constando más trabajo llegar.

Después de haber caminado un tiempo, ya estaba a unas cuadras de casa y pude ver que alguien estaba en la entrada. No pude divisar bien su rostro, pero luego mire el auto... de Eliot. Mierda.

No puedo hablar con él. Me pedirá explicaciones y no quiero pasar por ello ahora. La casa estaba apartada de las demás, así que si me escondo en algunas de las casas que tengo próximas no podrá verme, pero yo al él si. Oh por Dios, sueno como una completa acosadora. Me debería llamar Joe.

Me escondo detrás de un pilar que se encuentra en la casa más próxima a la mía. Claramente no entraré en una casa ajena, solo me quedaré aquí hasta que Eliot se vaya o hasta que me arme de valor para hablar con él.

Estoy viendo con atención sus movimientos, pero la casa está demasiado lejos y apenas puedo distinguirlo. Entre cierro los ojos para poder enfocar mejor y de pronto alguien me asusta por detrás.
-Vicky -Me susurra una voz en el oído que hace que pegue un brinco del susto. Giró para golpear a quien me provocó aquel horrible susto y me asusto más al verlo.

-Maldicion Oliver -Le digo com rabia-. No puedes asustar a alguien así.

-Y tú no debes de espiar a la gente, Victoria -Objeta con una sonrisa malévola.

-No estoy espiando a nadie -Miento y él lo sabe-. Lo que haga o deje de hacer no es de tu incumbencia, ahora vete.

-Claro que me iré, pero iré directo hacia la persona que estás espiando y le diré que estás aquí -Me amenazo y comenzó a caminar en dirección a Eliot.

-Espera -Lo tome del brazo y lo jale hacia mi-. No lo hagas.

-Entonces, sí estabas espiando -Me dice con una sonrisa cínica en los labios.

Harta de la situación, suelto un suspiro de cansancio my le preguntó:
-¿Qué quieres de mi? -Le digo para que responda o se largue.

-¿De ti?, todo -Responde con la misma sonrisa cínica y yo solo sentí nauseas.

-Mira, justamente en eso no te puedo ayudar. Así que mejor me voy -Comienzo a caminar en dirección contraria a mi casa para que Eliot no pueda verme y el idiota me sigue por detrás.

-Bueno, entonces ayúdame en otra cosa...

-No tienes algo mejor que hacer, no lo se, es bastante temprano, seguro existe alguna persona que te quiere cerca, yo no claro, pero alguien debe de existir...

TóxicoWhere stories live. Discover now