Parte 14: Los secretos

928 92 13
                                    

¿Han sentido alguna vez ese miedo? Ese que sientes cuando usas tu celular a mitad de la noche sin escuchar nada, y de repente, al muy estilo ninja, tu mamá entra con sigilo preguntando "¿qué estás haciendo? y de inmediato sabes que puedes darte por muerto. O cuando tienes un acordeón en un exámen, y sin avisarte, el profe mala onda te lo quita y te saca del salón.

Así se sentía Lincoln en esos momentos cuando Luan habló. Lincoln notaba como su cuerpo se cubría rápidamente de sudor. Sintió como su mente trabajaba a toda velocidad creando excusas, cada una más débil que la anterior. El caso fue que Lincoln no reaccionó a la suspicaz mirada de la comediante. Solamente se quedó viendo como su hermana intentaba descifrar su expresión. Finalmente, el albino decidió romper el silencio.

- Luan... yo...

No sabía como decirlo.

- Mira, Lincoln -suspiró Luan- No puedo decir que esté del todo sorprendida, aunque tampoco me agrada confirmar lo que sospechaba.

- ¿Ya... ya lo sabías...?

- Como dije, lo sospechaba.

- ¿...Tan obvio soy? -susurró Lincoln.

- Oh no, para nada -repuso a su vez Luan, sacudiendo la cabeza- Ten en cuenta que te conozco desde que naciste, y no se me es muy difícil saber lo que piensas algunas veces. Entre nuestras hermanas, creo que solo Lucy es más observadora que yo. Al fin y al cabo, los veo mucho más de cerca de lo que piensan.

Lincoln recordó las cámaras que tenía Luan por su antigua casa, y entendió lo que decía. También notó que Luan no usaba ningún tono en particular. No estaba contenta, pero tampoco molesta. Tenía que explicarle.

- Creo que necesitamos hablar -se resignó Lincoln.

- Te escucho -dijo Luan, poniéndose cómoda.

Lincoln le contó como todos esos locos sentimientos comenzaron a surgir. Desde el suceso con Nikki, hasta ese mismo día. Todo lo que hacía Lori, lo que le pasaba a él, su dolor y confusión, le dijo todo. Mientras hablaba, comprendió otra de las razones por las cuales Lori le había empezado a gustar. Todos creían que era una mandona e indiferente chica, pero la verdad es que era responsable, buena gente, y si uno se molestaba en conocerla, se enteraba de que en realidad quería a los que la rodeaban. Desde ese cambio, Lincoln comenzó a quererla, y se lo hizo saber a Luan.

- Bueno, es mucho para procesar -dijo Luan cuando terminó a su relato. Seguía sin adoptar ningún tono- Estás cansado de tu novia, quieres pasar tiempo con más personas, nuestra hermana te atrae, tratas de que no se note... Es demasiado para pensar, eso sin duda.

- Luan, sé que no debería sentir esto, pero no puedo decidir quien me gusta, ¿no crees?

- No lo sé... Supongo...

- Y soy consciente de todos los problemas que esto acarrea, pero tampoco es que sea un insensible. No pienso lastimar a Lori mientras salga con Bobby... Y por como lo veo... nunca se van a separar...

Luan detectó la tristeza detrás de esas palabras, y su semblante se ablandó un poco. 

- Lincoln, sé que no es tu culpa querer a Lori, pero no puedes lastimar a nadie con ese afán.

- Lo de Nikki no tiene nada que ver con Lori -se defendió el albino- Aún sin Lori, me seguiría sintiendo igual. Nikki me acosa demasiado. Es buena chica, y pensé que me entendería, pero creo que no es posible...

- Está bien -Luan parecía haberse decidido por fin- Escúchame bien, Lincoln: No pienso que lo que esté ocurriendo sea correcto, pero sigues siendo mi hermano. Te respeto, y por eso no voy a delatarte, pero tampoco te voy a ayudar. No pienso alentar ninguna clase de disputa entre Lori y Bobby, ni en formas de romper con Nikki. Pero... Si necesitas hablar de algo, soy toda oídos.

Lo que nos unió al finalWhere stories live. Discover now