Parte 26: El sobre

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Luan ya tenía toda la intención de unir a sus dos hermanos, pero era difícil, ya que Lincoln parecía decidido a ocultar sus sentimientos para siempre, y Lori no parecía mostrar ningún interés amoroso hacia el albino más que el fraternal. Luan conocía de sobra las reacciones de Lori hacia cualquier cosa que no fuera lo que le gustara, de modo que tendría que irse con cuidado.

- Lincoln, ¿qué tienes?

Lori se veía preocupada por su hermano, lo cual no era ninguna sorpresa al ver el estado del albino. Era cierto que Lincoln no mostraba mucho sus emociones esos días, pero su cuerpo pagaba las consecuencias: llevaba días sin comer adecuadamente, dormía apenas unas horas, hacía tiempo que no lo veían leer ni un solo cómic ni jugar algún juego, y su sonrisa no se encontraba por ningún lado. Estaba débil y demacrado. Se dirigió hacia su cuarto.

- Nada, Lori, no me pasa nada.

Increíblemente, esa mentira le salió perfecta. Si fuera cualquier otra persona, no la habría detectado; pero no engañó a Lori.

- Lincoln, desde que vuelvo a la vida no has estado bien. Te veo decaído. ¿Qué te carcome?

Lincoln no respondió. Luan, quien se acercó tratando de mejorar la situación, habló.

- Lincky, estoy segura de que te podemos ayudar. Tienes que hablar con tu familia, no te guardes nada.

Silencio. Peor, el peliblanco les cerró la puerta de su cuarto en sus narices. Lori no entendió lo que pasaba, pero Luan, sabiendo que la cordura de Lincoln llegaba a su punto crítico, trató de hacerle entender las cosas a su hermana.

- Ven, Lori, hay algo que te quiero contar.

Intrigada, la rubia la siguió hasta los sillones, donde se sentaron.

- ¿Qué me tienes que decir?

- Mira, desde hace tiempo... a Lincoln le gusta una chica...

- ¿Quién...?

- El punto -se adelantó Luan- es que él piensa que ella no siente lo mismo, y se siente fatal por ello.

- ¿Entonces por qué no se lo dice?

- No es tan fácil, pues se trata de un amor prohibido. No son muchas las personas que puedan ver a esa pareja con normalidad. Créeme Lori, no se lo puede decir. Ha estado guardándose todo eso dentro de él por largo tiempo, y lo que es peor: esa chica ama a alguien más, y Lincky no le dirá nada por miedo a lastimarla. Él estaría dispuesto a hacer todo por ella... Excepto hacerle daño. ¿Ahora comprendes lo que pasa en su interior?

Lori escuchó todo pasmada, incapaz de creerlo. Pero lo que más la sorprendió fue esa inquietud en su corazón. ¿Acaso se sintió dolida de que a su hermano le gustara una chica?

- Lori... Él aún nos ama. A ti aún te ama. No lo olvides.

Luan se alejó, mientras sus palabras causaban un impacto en Lori. A pesar de todo lo que había pasado, Lincoln quería a Lori. Se lo demostró en cada momento desde que se mudaron. ¿Había apreciado todo ello? Una punzada de dolor le perforó el pecho al imaginárselo con otra chica.

Lo quería para ella. Por alguna razón, Lori quería a Lincoln solo para ella. No podía soportar ver su mirada de tristeza y su aspecto desolado.

Quería ver otra vez a ese chico alegre y animado que era su hermano. Quería verlo feliz de volver a casa, de que disfrutara cada aspecto de su vida, de divertirse con sus amigos, quería... quería... quería...

Quería verlo sonreír otra vez, y que ella fuera la causa de esa sonrisa.

Y una vez más, el recuerdo de él queriendo casarse con ella, de esa mirada de amor tan puro, de ese tierno beso que su hermanito le había dado, le abrumó el corazón, llenándolo de vida.

Su corazón sintió una paz inmediata, y la calidez de ese recuerdo la reconfortó.

- Lo amo -pensó- Lo amo como a nadie más en este mundo. Pero, ¿de qué forma lo quiero? ¿Sólo como a un hermano?

...

- ...No. Va más allá de un simple hermano... Tal vez... Tal vez...

Su mente era un torbellino, y no dejó que la idea se formara en su mente.

Sin embargo, por las siguientes semanas no podía dejar de pensar en Lincoln de esa forma. Su inquieto corazón anhelaba cada vez más y más la calidez del amor de Lincoln hacia ella, de sus labios posados tiernamente en los suyos, de llegar a ser algo que nunca pensó que en realidad podían ser...

- Luan, necesito tu ayuda.

Luan dejó su pay en la mesa de la cocina, y le puso atención.

- ¿Qué pasa?

- ¿Crees que amo a Lincoln?

- Bueno, todas lo queremos y...

- No, no. Me refiero a... si crees que siento algo por él... más allá de lo fraternal.

Su cara se puso rojísima al decir esas palabras, convencida de que iba a recibir carcajadas o incluso una reprimenda de parte de la comediante. Lo que no se esperaba era que Luan diera un grito a lo fangirl y la abrazara.

- ¡No puede ser, Lori! ¡Es la mejor noticia que he recibido en mi vida! Bueno, excepto cuando Benny aceptó ser mi novio, claro...

- ¿Q-Qué? ¿De qué hablas?

- ¡Estás enamorada de él!

Escuchar eso de golpe y porrazo la dejaron atónita.

- ¿Por qué crees que te he hablado tanto de él en estas semanas? ¡Pues para que por fin te dieras cuenta de que lo amas!

- Pe-pero... Y-Yo...

El tono de Luan se ablandó.

- Entiendo que tuviste a alguien que quisiste y que ahora ya no está... Pero hubo alguien más que te rescató el corazón de un lugar del que parecía imposible escapar. Te has unido al final con quien te sanó por completo. Y esa persona es... Lincoln.

Lori por fin entendió. Amaba a su hermano, ya que fue la única persona que la salvó del abismo en el que estaba, y todo lo que sentía por él desde antes reforzó ese amor. Sin embargo...

- ¿Por qué dices que era eso lo que querías? ¿Y no te molesta aunque sea un poco que sea mi hermano?

La sonrisa de Luan no flaqueó.

- Hace un tiempo que dejó de importarme que sean hermanos, y todo eso fue porque... Bueno, que te lo diga Lincoln. Creo que tienen mucho de qué hablar.

Lori asintió, emocionada y nerviosa a la vez. Estaba segura de que Lincoln aclararía todo. Fue hacia su cuarto, que estaba cerrado como lo estaba siempre últimamente.

Toc toc toc.

Nadie abrió.

- ¿Lincoln?

Silencio.

- Qué raro -pensó- Ya debió de haber vuelto de la escuela...

Abrió la puerta. No parecía haber cambiado nada, aunque un olor a polvo hacía que pareciera abandonado. Sin embargo, había un sobre encima de la cama. Por fuera decía "Para Lori". Extrañada, lo tomó y lo leyó.

- Lori:
Te amo. No como se quiere a una hermana, pero como se ama a una mujer. Me enamoré de ti. Cada vez que me mirabas, me abrazabas o me besabas, me hacías quererte cada vez más. Tal vez recuerdes que cuando éramos niños te dije que siempre te iba a amar. No pensé que terminaría siendo cierto, ni tan intenso, pero así ocurrió. Sé de sobra que en tu corazón siempre estará Bobby, pero acepto que así sea. Es por eso que me iré para siempre, así ya no tendré que soportar esta tortura. Terminaré unos asuntos pendientes que tengo con otras personas, para así poder marcharme en paz. Y después de eso, con el más agonizante dolor que mi corazón haya sentido, me quitaré la vida. Dile a Luan y a todos... que los quiero, y que pienso que esto es lo mejor. No me busques, hazlo como un último tributo a mi memoria. Y otra vez. TE AMO.
                                                                                                                                  Lincoln.


Con el corazón en un puño, y más asustada que nunca, Lori salió de la habitación corriendo y llamando a Luan, con lágrimas corriendo por su rostro y el sobre arrugado en su mano.


Lo que nos unió al finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora