Capítulo 20

561 64 13
                                    

Al percatarse del acto vil de Damian, Jason trató de levantarse, pero un vértigo asfixiante lo envolvió. El horizonte se puso negro.

-¡Suéltame! –Jon gritaba-. ¡Jason, ayúdame! ¡Jason!

Pero fue inútil, el renegado yacía inconsciente sobre el césped. Jon se preocupó luego de verlo caer.

-¡JAS... -Jon quiso gritar nuevamente, pero fue silenciado por la boca de Damian-.

Jon se separó asustado y adolorido. Se enfureció con Damian.

-No lo vuelvas a hacer... -Jon ordenó colérico-.

Damian frunció el ceño. Siguió en su tentativa de llevarse a Jon.

-¡No, suéltame! ¡Jason! ¡Jason, despierta!

Damian sintió que una vena le iba a reventar.

-¡¿Por qué lo hiciste?! –Jon reclamó intentando soltarse del agarre-. ¡Lo heriste!

-¡¿Y a ti qué demonios te importa lo que le pase?! –Damian respondió más furioso-.

-¿Estás loco? ¡Es tu hermano! ¿Qué rayos te pasa? ¡Hace un momento lo estabas consolando y ahora lo dejaste inconsciente! ¿Qué sucede contigo? ¡Déjame!

Damian hacía oídos sordos. Un par de pasos más y llegaron al pie de la gran roca. Damian sacó su gancho accionándolo. Se aferró a la cintura de Jon. El menor creyó comprender lo que el mayor planeaba y pateó fuertemente a su captor. Damian recibió el golpe en la pierna, pero no fue suficiente para que Jon se liberase. El chico volvió a arremeter con varios puñetazos a la cara de Robin, pero éste no se inmutaba. Y claramente molesto, Damian volvió a atacar contra los labios del menor. La sangre de Superboy se impregnó en el rostro del actual petirrojo, pero era un detalle sumamente insignificante, puesto que el momento de distracción fue oportuno para que Damian retrajera la cuerda y ambos subieran a la cima de la roca.

Una vez arriba, Damian lanzó una mirada despreciativa, aunque también un poco culpable hacia el cuerpo inerte de su hermano.

-Prometo que bajaré apenas el Sol salga. –Damian declaró casi susurrando-.

Al terminar de hablar, se retiró el comunicador y lo metió en su cinturón. Jon seguía forcejeando, pero por alguna razón no podía liberarse. Damian se alejó de la orilla y arrastró a Jon al interior de la cima.

-¡No vuelvas a hacer eso! –Jon refutó limpiándose la boca y la poca sangre que todavía salía-.

Damian lo miró contemplándolo. Como si en su cabeza se debatiera una batalla.

-¡¿Qué haces?! ¡Ya basta! ¡Déjame ir! ¡¿Por qué rayos estamos aquí?!

-Si quieres irte, vete, Jon... -Damian finalmente confesó soltando la mano del menor-.

Jon corrió hasta la orilla, y si no hubiese sido por la tenue luz de la Luna, habría caído por el borde. Se asustó al ver la altura a la que estaban. Inquieto y asustado, recorrió la orilla buscando algún sendero para bajar, pero fue inútil. Damian sacó un pequeño tubo de luz de su cinturón, lo dobló por la mitad y este se prendió para iluminarlos con una luz roja. Se acercó a Jon, lo volvió a tomar de la mano y lo obligó a apartarse de la orilla.

-¡No me toques! –Jon exigió-. ¿Por qué me trajiste aquí arriba? ¡Suéltame!

-No te enojes. –Damian ordenó-. Te traje aquí para estar solos.

Jon se asustó recordando lo de esa tarde.

-No te me acerques. –Jon habló tratando de recuperar su mano-. ¡Suéltame!

Por Favor, ¡No! Me Olvides [DamiJon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora