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La voz que ambos magos reconocieron en un instante provocó que el cuerpo de la maga de agua se congelara en el mismo sintió donde se encontraba parada, la sonrisa que hasta hace unos segundos tenia en su rostro se esfumó dando pasó a un poco de terror, lentamente giró su mirada para observar a quien le pertenecía la gélida voz encontrando al mago de hielo, la maga celestial y la tenebrosa maga de rearme.

- Q... Que... Que hace aquí Gray... ? - Pregunto ella temerosa.

- Nada de que hace aquí Gray-sama, dime tú que haces aquí? Y Quién es él? - interrumpió Gray molestó mientras miraba y señalaba al mago que para él era desconocido intimidado un poco a Juvia.

- Él... Bueno...él es... - Juvia temblaba por lo nerviosa que se encontraba mientras que en diferentes ocasiones intercambiaba su vista entre los magos presentes intentando pensar en una excusa que explicará lo que en ésos momentos le preguntaban.

- El anillo funciona, no me reconocen - dijo Natsu acercándose tanto a la maga que esta se sonrojo al sentir el aliento del mago chocar con su desprotegido cuello pero por alguna razón no se apartó, la cálida sensación provocó que un escalofrío hasta cierto punto placentero recorriera todo su cuerpo sonrojando la ante la mirada de los demás.

- Aléjate de ella bastardo - grito Gray apresurado su pasó molestó al ver su cercanía, Natsu por su parte parecía disfrutar del momento, la cercanía y el aroma que en ésos momentos disfrutaba de la mujer de la lluvia que ignoraba al alquimista de hielo provocaban que sus sentidos disfrutarán de tan magnífico manjar, sólo al caer en cuenta de lo que estaba haciendo se apartó desconcertado por sus acciones, claramente sonrojado.

- Sabes algo sobre Natsu?- Pregunto Erza rompiendo el extraño momento que entre ambos magos se había formado provocando que el mencionado se estremeciera, volteando su mirada a la maga de agua.

- No... Juvia no sabe nada - contestó ella rápidamente.

- Y tú?, sabes algo? - Pregunto la maga escarlata mirando ahora al camuflado Natsu.

- No... - Contestó él sudando un poco.

- Y tu quien diablos eres? - Pregunto Gray enojado, se encontraba lo suficientemente cerca que tanto el mago de fuego y la de agua ya no sabían que contestar por las miradas analíticas y acusatorias que recibían del trío de magos, así que Juvia en un movimiento desesperado tomó rápidamente la mano de su compañero de misión que desconcertado la miro a los ojos, con un asentimiento tomaron sus cosas sin romper el contacto que los unía y salieron corriendo dejando a los magos desconcertados.

- Que?, Juvia a donde crees que vas? Oye... Juvia, regresa en este momento! - Gritó Gray apresurado mientras los seguía al igual que sus compañeras.

- Que diablos le sucede? - Pregunto Lucy, pero en un instante una barrera de agua de 3 metros de altura bloqueo la calle y su pasó sorprendiendo a todos los que circulaban por la misma, Gray con un movimiento de manos congeló el muro y Erza con una de sus espadas que invocó en un segundo la cortó en miles de pedazos pero la pareja de magos a los cuales perseguían había desaparecido de su vista.

- Maldición! - Gritó Gray furioso. - Pero ya verá cuando la vea - susurró logrando que los demás no fueran capaces de escucharlo.

- Natsu-san vamos a la estación antes de que nos encuentren de nuevo- dijo Juvia mientras observaban al grupo de magos que los buscaban desde una esquina oculta de los demás.

- Si - ambos magos con todo preparado y con un extraño sabor de boca por haber encontrado a sus "amigos", fueron a la estación, compraron dos boletos a la ciudad más aproximada a la misión y abordaron el tren que para su suerte partía en ese precisó momento.

Un silencio se formó entre ambos magos durante todo el trayecto del viaje en tren, sumando el malestar que el mago de fuego sentía volvía la situación un poco más incómoda para los dos, Juvia pensaba en lo ocurrido en la ciudad, se comenzaba a arrepentir de no contarles la verdad a sus amigos en especial a su Gray-sama, su novio, se suponía que en una relación no había secretos de ese estilo ni mentiras y ella ya le había mentido en diferentes ocasiones pero... Esa era la palabra mágica que detuvo sus pensamientos por un momento "¿Pero?" disimuladamente guió la mirada a su compañero que se esforzaba por mantenerse tranquilo y no devolver el contenido de su estómago que se encontraba enfrente de ella, él necesitaba su ayuda, nunca había puesto atención en otra persona que no fuera su Gray-sama por lo que ciertamente no conocía a nadie mas excepto a Gajeel con el que tenia muy buena relación pero nadie más, el hijo del Dragón de fuego que observaba era un completó misterio para ella, era cierto que en muchas ocasiones escuchaba rumores, todos sobre destrozos que causaba pero verlo tranquilo debía de ser un acontecimiento raro para cualquier persona que lo conociera.

- Te encuentras bien Juvia? - Pregunto Natsu provocando que sus pensamientos se desvanecieran.

- No se preocupe Natsu-san, Juvia está bien - contestó ella mostrando le una sonrisa.

- Hay que salir de aquí, ya llegamos - dijo Natsu tomando la mochila y siendo seguido por Juvia ambos salieron del vagón, analizaron con la mirada el edificio donde se encontraban y no era más que un pequeño andén y una puerta de acceso que de igual forma cumplía con la función de ingreso.

- Ahora que hacemos Natsu-san? - Pregunto la maga al salir de la estación.

- Me gustaría caminar hasta el siguiente pueblo pero...-

- Tardaríamos demasiado, será mejor conseguir un carruaje que nos llevé - 

- Maldición odio esa cosas - se quejó Natsu.

- No se queje Natsu-san, vamos - ambos caminaron por las calles del pequeño pueblo adornadas por viejos edificios que funcionaban como locales o Posadas para viajeros que se detenían en la ciudad, tras unos minutos consiguieron que alguien los llevará hasta el pueblo que había pedido la misión solo al llegar bajaron del carruaje y el mismo regreso lo más rápido posible dejando sin tiempo a una despedida molestando en más de un sentido al par de magos.

- No hay nadie? -Pregunto Juvia al recorrer el pueblo y no ver más que polvo volar por los aires.

- Si... Están ocultos en sus casas - Contestó Natsu mirando a todas direcciones.

- Porque? - Pregunto Juvia mirando a Natsu que para su sorpresa miraba a los techos de los edificios.

- Tal vez tenga que ver con ellos -

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