J-24

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- Qué? - Cuestionó él mago ignorando la forma como lo llamaron, volteó su mirada a dos hombres que en la puerta principal se encontraban ambos sosteniendo su equipaje y en especial su mochila que tal y como habían dicho brillaba en un suave tono azul, desconcertado rápidamente se acercó al par de hombres bajo la atenta mirada de ambas féminas, desesperado arrebató la mochila de sus manos y comenzó a esparcir su contenido por todo esa sala causando un gran desastre por toda la misma y solo se detuvo al encontrar la fuente, una pequeña bolsa de piel que brillaba aun más.

- Natsu-san? - Cuestionó Juvia preocupada pues su reacción no era normal, lentamente se acercó para intentar averiguar el origen pero solo se quedó mirando como quemaba la bolsa de piel con una pequeña llama roja como la misma sangre al no poder desatar el nudo y de ella solo una piedra tan azul como el fondo del mar quedo en su mano.

- Chirs que sucede?! - Pregunto mirando la lacrima en especial. - Los niños están bien?, que ocurre?, hey? - pregunto desesperado pues en ningún momento hubo respuesta, solo silencio que perturbaba sus pensamientos. - Chirs!! - Grito él, la desesperación e incertidumbre inundaron su rostro que como siempre reflejaban todos sus sentimientos, en ése momento Juvia recordó algo sobre esa piedra que el mago tenia entre sus manos, "Tienes la lacrima?, si cualquier cosa que ocurra la uso para llamarles", un fuerte escalofrío recorrió su espalda, sudor frío comenzó a sentir por todo su cuerpo y miles de ideas atroces inundaron su mente.

- Natsu-sama - Dijo ella preocupada mirando la lacrima, pues entendió y sabia el uso que tenía la misma.

- Hay que irnos ahora! - Sentenció el mago solo tomando el dinero y la joya, ignorando completamente las demás pertenencias que en el suelo regadas se encontraban, Juvia no dio escusas ni pretextos pero se mostró un poco indecisa al despedirse de la mujer y de ambos hombres que sorprendidos miraron a Linae en espera de alguna reacción.

- Gracias... - Dijo Juvia intentando dar una sonrisa pero la angustia claramente no se lo permitió.

- Hola? - Repentinamente una suave voz salió de la lacrima llamando la atención de cada uno de los presentes, lo que provocó que Natsu detuviera sus pasos. - Hola?-

- Chirs?! - Cuestionó Natsu acercando la piedra a su boca intentando que la mencionada lo escuchará.

- Hola?, Natsu-san?... - Repitió una vez más la voz.

- Chirs? - Cuestionó con desconcierto pues claramente esa no era su voz o al menos no como la recordaba.

- Si... Si es él! - Grito una voz mientras reía, desconcertado más al mago - Les dije que si podía hablar con él - argumento orgullosa.

- Sylvi?, eres tú? - Cuestionó Natsu provocando que Juvia al escuchar el nombre de la pequeña se acercará una vez más a él, sorprendida.

- Sip... - Contestó la pequeña de forma alegre, mientras que en el fondo se lograban escuchar risas y las distintas voces de distintos niños.

- En donde esta Chirs? - Cuestionó Juvia preocupada al pensar que algo le había pasado a la mayor de ellos.

- Ha ido de compras - Contestó otro de los niños.

- Todos están bien?- Cuestionó ahora Natsu.

- Sip... bueno Lorian se ha caído y raspado la rodilla derecha, ahora esta llorando - contestó la niña, provocando que ambos magos relajadamente dieran un suspiro de alivio, puesto que en ése momento no había peligro.

- Y se están portando bien? - pregunto Natsu con una sonrisa.

- Si, tenemos las puertas cerradas y no le hemos abierto a nadie extraño - contestó Sylvi, que no dejaba su pequeño orgullo de lado.

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