J-20

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Incómodos y decepcionados eran las palabras que aún describían el como se sentían cada uno de los cuatro magos que en silencio permanecían a la espera de un carruaje que los llevará una vez más a la próxima ciudad donde tomarían el tren de regresó a Magnolia.

- Que pérdida de tiempo!- Grito Gray molestó ganando la atención de sus demás acompañantes que simplemente se limitaron a mirarlo, ya que todo el camino despues de la pequeña discusión que tuvo con el Dragon slayer de metal se la pasó quejándose. - Solo espero que al llegar no esté lloviendo -

- Por última vez Gray... ya no importa, hay que regresar al gremio de inmediato y decirle al maestros que es lo que ocurrió con Juvia... - Contestó Erza como era costumbre con su voz autoritaria, dejando sin opciónes a elegir y mucho menos a negarse a los demás que la acompañaban pues sabían de las consecuencias de llevarle la contra.

- Tal vez ellos tengan noticias de Natsu - Dijo Lucy sin muchos ánimos a la vez que intentaba cambiar el tema, por un momento observó a Erza asentir intentando convencerse a si misma con la idea escuchada, Gray solo rodó los ojos cansado de que su compañero de gremio fuera el centro de atención, sin embargo Gajeel por su parte parecía ser el más distraído de todos ellos, estaba sumido en sus pensamientos mientras se encontraba recargado en una pared de esa vieja casa a la espera al igual que sus compañeros, para el había algo raro en la historia dicha por Linae, por más que intentará convencerse de lo contrario el aroma de Juvia era reciente, fresco como si ella hubiera estado presente en ese momento o como si apenas se hubiera ido pero si ese era el caso debieron de haberla encontrado en el caminó pues su aroma no se encontraba en ningún otro lugar.

- ¿Tienen ya todo listo? - Preguntó alguien llamando la atención de cada uno densos magos.

- Si... Lamentamos haberle quitado su valioso tiempo al pedirle que nos guiará -contestó Erza adelantándose a cualquier respuesta que alguno de sus compañeros pudiera tener.

- No, se equivocan es obligación del líder ayudar a resolver los problemas que en su entorno surgen y el ayudar a quienes lo necesiten - contestó Linae de forma cortes y con una sonrisa.

- ¿Puedo hablar un minuto contigo? - Cuestionó  Gajeel para sorpresa de sus compañeros.

- ¿Sucede algo? - rápidamente cuestionó Erza extrañada.

- No, solo quiero saber más sobre la misión - contestó él tratando de convencer a sus amigos pues sabía que si de alguna forma se enterraban de sus suposiciones regresarían a ese alegado lugar en busca de respuestas.

- Y eso para que te serviría? - Preguntó Gray para su molestia.

- Para poder hacer algo si ese hombre mete la pata... No quiero que Juvia pague por cosas que ella no hizo - contestó sin molestarse a mirarlo.

- No veo el problema, gustan pasar... O desean esperar al carruaje - contestó Linae señalando la puerta de una casa algo alegada con una de sus manos mientras miraba a los demás magos.

- Esperaremos, no se preocupe - contestó Erza.

- Tambien podrían dar un paseo por el pueblo, aunque no tenemos nada de interés -

- No se preocupe, asi estamos bien - ante tal respuesta Gajeel siendo guiado por la mujer dirigente llego a una pequeña casa donde entro, - por favor tomá asiento... Y dime que es lo que deseas saber - Cuestionó ella mientras se sentaba en un pequeño sofá.

- Por que Juvia aún se encuentra en ese lugar? - Preguntó él sorprendiendo un poco a Linae que al ver que fue descubierta solo sonrió.

- Mmm... No se los detalles, pero si te sientes preocupado por el hombre... ¿ Como dijo que se llamaba? - Se preguntó ella mirando a la nada con una mano en su mejilla.

- ¿No sabes ni su nombre?, ¿Sabes a que gremio pertenece? - Preguntó él sorprendido, en ningún lado llegabas y decías que querías hacer la misión sin presentarte... O al menos tratas de recordar el nombre del mago que has contratado.

- No, pero no lo creo necesario - contestó ella restándole más importancia si era posible a ese sin hecho en consideración.

- ¿Por que no?, ¿y si resulta que pertenece a un gremio oscuro? - Preguntó exaltado mientras se ponía de pie ante tal hecho.

- No te preocupes... Él es una buena persona, a demás fue tu compañera quien lo trajo, ¿No confías en ella? -rápidamente él tenso un poco su cuerpo, dio un ligero suspiro y cayó rendido al sofá donde estaba sentado.

- Si pero... Ella es un poco ingenua con las personas,  debería de ver a su estúpido novio... - Contestó él negando un poco con la cabeza.

- No te preocupes conozco a su novio... - Contestó ella con una sonrisa que desconcertó un poco al mago.

- No sabía que conocía a Gray... - respondio él con sorpresa.

- ¿Gray?, ¿Quien es ese? -

- ¿Cómo que quien es? Es el novio de Juvia, el idiota azabache de allá afuera- contestó un poco más desconcertado - ¿Y como puede estar tan segura? -

-Tenemos nuestros métodos para saber si una persona es de fiar, pero le aseguro, su compañera esta en buenas manos... Es más para que se quede tranquilo le doy mí palabra no le sucederá nada malo - Finalizo ella con una sonrisa que poco o casi nada lo convencía.

-... ¿A casó ustedes saben algo que nosotros no?... - Preguntó despues de unos poco segundos al darse cuenta de ese pequeño hecho.

- Lamentablemente no puedo decir más, esa información queda entre nosotros, el empleador "mí pueblo" y el empleado "él" -

- Gajeel ya llegó el carruaje, nos vamos en este instante - Grito Erza desde las afueras evitando que logrará cuestionar una vez más a la mujer que enfrente tenía pues sabía de las consecuencias de no hacerle caso por lo que sin más opción se despidió y salió de ese hogar.

Las grandes y frondosas copas de árboles se movían de un lado a otro lentamente, las horas habían pasado despues de la pequeña e inesperada visita que habían tenido, llevándoles los pies de nuevo a al suelo, recordándoles los problemas que en esa lejana ciudad tenían y que aún tenían que afrontar, Juvia y Natsu parecían  descansar en completó silencio recostados dentro de esa pequeña casa de lona que se encontraba con la pequeña puerta abierta permitiendo que el fresco aire entrará, ambos mirando el techo, pero nada más alejado que la realidad, Juvia pensaba en quien desde hace varios días no pensaba y quien antes era su todo, por un instante y lentamente para no molestar a su pareja dispareja, observó al mago que parecía estar tranquilo y se preguntó ¿Cómo habían cambiado las cosas tan rápido?, Natsu una vez más comenzaba a sentir una extraña presión en su pecho, la sonrisa de los niños de orfanato rondaban su mente causando que poco a poco el estrés que desde hace días no sentía volviera y sin poder hacer nada dominará su cuerpo, resignado intentó ponerae de pie cuándo un fuerte dolor inundó su costado impidiendo que lo hiciera, pero siendo terco y con fuerza de voluntad lentamente lo logró.

- Maldición... - Se quejó él ganando la atención de su compañera.

- ¿Le sucede algo Natsu-san?- Preguntó ella preocupada fue en ese momento que buscando a su compañero, una pequeña mancha carmesí se encontraba donde él segundo atrás se encontraba recostado. - Esta sangrando! - Grito ella preocupada, sorprendiendo al mago que simplemente busco en su mochila unas pequeñas compresas para limpiarse.

- No es nada... Vez - Dijo él con una sonrisa, pero la preocupación no desapareció del rostro de ella. - ¿Que sucede? - Preguntó él tomando su mano.

- Juvia no esta segura - respondio ella para su sorpresa.

- A casó...  ¿Gray? - Preguntó él soltando su mano.

- Si... - Respondio ella apenada molestando un poco al mago de fuego por tal respuesta.

- Esta bien... - Respondio el enderezado su cuerpo, se acercó a la pequeña entrada haciendole creer que saldría molestó. - No lo has olvidado... - Dijo cerrando la pequeña entrada y para su sorpresa regresó con una pequeña sonrisa. - Y te prometí que lo olvidarlas -

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