dos

888 98 23
                                    

–¿Jisoo?

–Lo siento –soltó la mano de la menor– Lamento haber dicho algo tan extraño de la nada, deberíamos estar haciendo otras cosas.

Después de esto, ella simple y sencillamente se puso a ordenar unos papeles y carpetas en un estante.

Aún en casa Jennie no podía esas palabras de su cabeza. "Creo que me estoy enamorando de ti" ...
No debía preocuparse, ya que ambas eran chicas, sin embargo, la cara de Jisoo seguía en su mente.

[...]
–Muchas gracias por su gran trabajo durante este semestre –dijo el presidente del consejo.

–¡Salud! –gritaron al unísono.

No había pasado nada desde lo sucedido, todo era normal

–Presidente Nam, nunca estuvo por aquí, así que no esté fingiendo que nos ayudó –lo regañó Irene.

–Perdón –dijo algo apenado– Estaba ocupado en los clubes –se disculpó– Oh, los de primer año, gracias por su ayuda –les dedicó una sonrisa a los menores– Hoseok y Jennie ¿cierto?

–Me gusta conocer la atmósfera de trabajo del consejo estudiantil, en el futuro me encantaría formar parte de él –comentó Hoseok.

–Todo depende de lo que diga ella –el mayor de todos señaló a Jisoo– ¿Verdad, nueva presidenta?

–Todavía no está decidido, las elecciones acaban de empezar y no es nada fácil –respondió la señalada.

–Pero sé y estoy seguro que ese será el resultado.

Jisoo ignoró los halagos de Nam y se acercó a la morena ofreciéndole más jugo.

–Irene, ¿serás una de las candidatas? –preguntó el pelinegro.

–No, estoy bien como estoy, sabes... Ella se volvió la representante del consejo estudiantil en primer año y todo gracias a su magnífica personalidad –respondió.

–¿Nunca has pensado en ser presidenta? –Hoseok volvió a atacarla con otra pregunta.

–No, sólo quiero un cargo que vaya de acuerdo a mi personalidad y quiero permanecer al lado de Jisoo y más con la campaña. –contestó de manera sincera.

–Hablando de la campaña –habló la pelinegra llamando la atención de la menor– Necesito a alguien que me ayude con el papeleo y con la campaña y estaba pensando en que esa persona seas tú, Jennie.

–Oh, acepto –sonrió nerviosamente– Gracias por haber pensado en mí –al pronunciar estas palabras, Jisoo se ruborizó.

[...]
–Te vez muy agotada –dijo Lisa.

–¿Qué se supone que hacen los ayudantes de campaña? –preguntó Rosé.

–Hacer y distribuir carteles y folletos –suspiró la morena.

–Eso suena bastante molesto, pero no creo que eso te haga sentir agotada –dijo la pelirroja.

–El verdadero problema es que también tengo que hacer el discurso.

–Eso sí es difícil –Rosé la abrazó por unos segundos.

–Eres pésima en ese tipo de cosas, no mucho por el discurso –comentó la tailandesa– Sino, al hablar frente a una multitud, recuerdo que tienes glasofobia.

–Es demasiada responsabilidad, no podré con esto.

–Deberías negarte a todo esto –sugirió la australiana.

–Lo he intentado, pero Jisoo ha insistido y pues –hizo una pausa– Ya vez lo que pasó.

–Debes agradarle mucho a Jisoo –Lisa le guiñó el ojo.

–Así debe ser, pero no sé la razón.

Aunque Jisoo haya tenido a Irene desde su primer día de clases, y siempre ha escuchado sobre la fuerte que relación que comparten amabas. Sentía que Irene era mejor que ella, no podía tomar ese lugar, era demasiado.

Al salir al descanso se topó con Irene y ésta le dio el borrador del discurso. Tenía algunas notas para crear su propio discurso.

–No estoy lista para hacer este trabajo, estoy segura que tú... –fue interrumpida por la mayor.

–Pienso lo mismo, pero serán pocas las cosas que harás, bueno, algo así me dijo Jisoo –rió– Así que, espero que cuides de ella por mí.

–Entiendo, haré mi mayor esfuerzo –dijo con total seguridad.

Las clases pasaron rápido. Era hora de volver a casa, se iría junto a Jisoo, sus casas estaban algo cerca.

–A partir de ahora seremos compañeras y lucháremos para ganar las elecciones, juntas –dijo totalmente animada.

–Haré todo lo posible y agradezco tus comentarios. Pero, nunca pensé que fueras una persona muy insistente –la castaña no dejaba de reír al ver lo animada que estaba la mayor.

–Definitivamente tenías que ser tú –le dedicó una sonrisa.

–Oye, ¿qué fue lo del otro día? –preguntó. Era momento de aclarar sus dudas más frecuentes.

–¿Otro día?

–Sí, el "Creo que me estoy enamorando de ti" –respondió.

–Ah, eso –trataba de recordar lo sucedido– Siento haberte hecho preocupar, no quería decir eso en voz alta, sólo que las palabras se escaparon de mi boca y ya –explicó– Perdón.

–No digas eso, no es tan extraño y no hay de que disculparse –comentó nervisosa– Para empezar, ambas somos chicas y aunque ese sea el caso, nunca había pensado en eso, ya que nunca me había enamorado de nadie –sonrió. ¿Se preocupo por nada?

Estaban en el cruce del tren, las señales habían bajado para que nadie cruzara.

–Ay –se quejó al chocar con la espalda de su contraria– Por favor, no te detengas de golpe ¿Jisoo?

La pelinegra quedó frente a la castaña, comenzó a acercarse hasta que sus labios se juntaron en corto pero lindo beso.
En ese momento Jennie sintió que el tiempo pasaba en cámara lenta, pero volvió a la realidad, cuando Jisoo separó sus labios de los de ella. Esa magnífica pero extraña sensación se había ido.

–Mi amor por ti, es el tipo de sentimiento que me hace hacer este tipo de cosas –confesó con cierto sonrojo– Cada vez que estamos cerca mi corazón se acelera, nunca había experimentado este tipo de sentimientos.

Las señales se alzaron y la gente del otro lado comenzó a pasar, algunos se les quedaban viendo, hicieron como si nada y siguieron su camino, al estar lejos del lugar volvieron a tocar el tema.

–¿Qué se supone que deba hacer? –la pelinegra preguntó mientras tocaba sus labios.

–Ah, lo mismo me he de preguntar... –la morena imitó la acción de su Unnie.

En un futuro cercano | JENSOOWhere stories live. Discover now