veintitrés

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–¡Bien! –exclamó la pelinegra al botar todos los pinos de un solo tiro.

–Rayos, estaba muy confiada con mis habilidades para el boliche. –suspiró la menor.

–Jendeuk, en este juego la que pierda deberá hacer lo que la otra pida, ¿qué tal?

–Acepto –tomó la bola y derribó todo– Eso significa que harás lo que yo quiera, ¿qué debería pedir?

–¿No has pensado en nada? –la menor negó.

–Por cierto, ¿qué ibas a pedir si hubieras ganado?

–Qué me beses –respondió sonriente.

–¿Eso no es algo normal que podemos hacer sin tener el privilegio de ganadora? Eso quiere decir que... Una cita también es normal, ¿no?

–Sí lo piensas de esa forma, es muy difícil.

–Déjame pensarlo por un tiempo.

–No sabes cuán ansiosa estoy.

«¿Estaría mal engatusarla para que me compre ropa? Me gustaría hacer esquí, servía muy bueno tener un auto, envidio a Dahyun y a Momo, ¿algún lugar al que quiera ir?» —le era difícil elegir.

Habían comenzado a dar un paseo al parque antes de ir a sus casas.

–La obra navideña del grupo teatral será pronto, ¿no?

–Así es, pasaré mis tiempos libres ensayando, no podremos salir por un tiempo –contestó– Te extrañaré.

–Los exámenes están cerca igual, ¿podrás estudiar?  –dijo preocupada.

–Sí, he buscado tiempos para hacerlo, ¿vas bien en matemáticas?

–Me las arreglaré, aunque ya le veo sentido a todo eso, no te preocupes por mí.

Caminaban tomadas de las manos y antes de pasar frente a la casa de la morena, le dio un pequeño beso.

–Pese a estar muy ocupada sacaste tiempo para mí, te agradezco por lo de hoy, me divertí –se despidió.

–Yo debería agradecerte, hasta luego.

Se encontraba acostada en su cama pensando aún en qué debería pedirle a la pelinegra.

–Algo que me gustaría que Jichu hiciera o algo que me gustaría hacerle –dijo para sí misma–  Más que besarla, tener citas y... –comenzó a imaginarse algo que no debía– No, no –se dio pequeñas cachetadas– ¿Qué me pasa? Ese es el rol de Jisoo.

Se quedó viendo las fotos que tenía con aquella pelinegra y no podía evitar sonreír.

–Te amo tanto, que ahora soy un desastre y no sé que hacer.

• • •

Aquellas pelinegras se encontraban frente a un cartel que decía quienes fueron las personas con mejor promedio. La mayor estaba sorprendida por haber quedado por debajo de Joohyun -por una décima-.

–Ya era hora –dijo una de sus amigas, Jinsol– Te has esforzado bastante, Baechu, te felicito.

–Promete volver a tomar el primer lugar –soltó la mayor.

–Definitivamente esta eres tú –suspiró su mejor amiga– Últimamente te estás divirtiendo con el grupo teatral, pensé que descuidarías tus estudios, pero...

–Pondré atención con el grupo y también a la escuela, disfrutar y hacer todo, así soy.

–¿Cuándo dejarás de ser tan codiciosa? Pero no importa, no estoy dispuesta a renunciar al primer puesto.

–Mira quién habla.

Mientras tanto, Jennie, Rosé, Lisa y Tzuyu, estaban festejando que la australiana había ganado el segundo lugar en aquel concurso de escritura que se había inscrito.

∆ ∆ ∆

–¿Tienes ensayo después de la ceremonia de clausura? –preguntó la madre de la pelinegra.

–Sí, ya mañana será la obra.

–Espero que podamos encontrar asientos decentes, supongo que tendremos que ir muy temprano para ocupar los primeros lugares y ver la obra bien.

–Mamá, suenas más nerviosa que yo. –habló– Además, sólo haré un pequeño papel, así que no esperes demasiado y te decepciones a la hora.

–Jisoo, ¿te diviertes? –preguntó su padre.

–Sí, y mucho –sonrió.

–Cierto –sacó unos boletos de su saco– Me los regaló un empleado.

Eran boletos para ir a un lugar turístico por dos días y una noche.

–Pero sólo es para dos personas, deberían ver si podemos anexar a una tercera –comentó la madre.

–Papá, mamá, ¿por qué no van juntos? –sugirió– ¿Hace cuándo fue su último viaje? Ya soy lo suficiente mayor cómo para cuidarme sola.

–Entonces, supongo que deberíamos ir –contestó el pelinegro.

∆ ∆ ∆

La castaña se encontraba en la entrada del lugar dónde se llevaría a cabo la obra navideña, en la que participaría su novia.

"Ven a verme por los vestidores cuándo la obra acabe" —era un mensaje de la pelinegra.

"Da lo mejor de ti" —contestó.

"Mírame, ¿sí?" —pidió.

Se había sentado en una de las filas de en medio, tres asientos atrás de los padres de la pelinegra.

La obra era sobre una pelea familiar en la víspera navideña, Jisoo era como la persona que las unía y les recordaba el amor que debían tenerse en esa época de año. Lograron perdonarse y disfrutar de su última navidad, antes que la abuela falleciera, ya que era su último deseo.

«Si Jisoo deseara ser una actriz profesional, apuesto a que sería la más perfecta y hermosa que verán » —pensó.

El telón había bajado, era hora de ir a verla por los vestidores.

«Genial, mi novia es increíble»deseaba decírselo a la gente que pasaba por si camino, estaba más que orgullosa de ella.

–Unnie, estuviste increíble –dijo al verla.

–Me alegra que hayas venido a verme –sonrió.

–Sobre el premio de la apuesta de los bolos –habló algo nerviosa– Ese que implica que ha-hagas lo que yo quiera.

–¿Sí?

–Me gustaría pasar un día entero contigo. –se había ruborizado– Quiero decir...

–Contigo me es imposible comportarme como una "Unnie" –la abrazó– Mis padres se irán de viaje este fin de semana, ¿vendrías a mi casa? –susurró cerca de su oreja.

En un futuro cercano | JENSOOWhere stories live. Discover now