En un futuro cercano | JENSOO

diecinueve

Joohyun y Jeongyeon se encontraban en una larga fila para entrar a un local muy popular, la mayor quería saber cómo eran los postres para mejorar en su cafetería.

–¿Cómo puede estar tan larga esta fila en un día laboral? –protestó la rubia.

–¿Por qué estamos aquí?

–Quiero saber su secreto, porque es tan famoso, y también quería platicar cómodamente contigo.

Pasaron alrededor de unos treinta minutos para que pudieran ingresar al local y probar algunos postres.

–Ví el DVD de la obra, y sé que no debería reírme, pero tú entre todas las personas, tú tuviste que interpretar el papel de la novia –se rió.

–¡No se ría! ¡Solo fue una actuación!

–Que reflejaba la realidad.

–¿Alguna vez le dije de quién estaba enamorada?

–Era bastante obvio. Ahora, ¿parece que tienes una oportunidad cuándo no estás actuando?

–Ella, Jisoo, rechazó toda confesión, aunque cambió mucho últimamente. No he encontrado una oportunidad para preguntar porqué, sin embargo, ahora siento que podría tener una oportunidad.

–Aquí tiene sus postres –les sirvió su pedido una chica con una sonrisa y se retiró.

–Esa larga fila valió la pena, son demasiado estos postres comparados con los míos.

–Son deliciosos, aún así prefiero tu local –dijo la pelinegra.

–Te lo agradezco, aunque no es lo suficientemente bueno, me gustaría hacer más dinero –comentó.

–Cuanta honestidad.

–Sí, confió en Nayeon como el sostén principal de la familia, ya sabes.  Ser maestra es difícil, regresar tarde a casa y seguir trabajando ahí, ella es maestra porque le gusta, pero si algún día llega a ser demasiado para ella, me gustaría apoyarnos a ambas con lo que hago. –confesó– Me gustaría hacer un menú especial para sobresalir y contratar gente, abrir el segundo piso para más lugar y tal vez, con el tiempo abrir un segundo local. Aunque todo eso son simples sueños.

–Eso es impresionante.

–Perdona por hablar demasiado, hoy quería escucharte –dijo apenada– Técnicamente soy un adulto y pensaba ayudarte aunque sea un poco.

–¿Es en serio? –asintió– En ese caso, quiero que me hable más sobre usted y la profesora Nayeon.

–De acuerdo.

• ∆ • ∆ •

Todo había comenzado cuando estaban en la universidad. Por pura casualidad se toparon, Jeongyeon leía un libro mientras Nayeon llegó llorando a ese lugar, por inercia la rubia se disculpó y se fue de ese lugar, no quería molestar o ser una chismosa.
Al día siguiente la castaña la buscó por el instituto para devolverle el libro que olvidó y disculparse por haber interrumpido su lectura.
Y desde entonces comenzaron a conocerse, hablaban sobre ellas y se ayudaban con alguna tarea que la otra no entendía.
En ese entonces la mayor vivía sola, y la cafetería era propiedad de los padres de Jeongyeon.

–¿Por qué llorabas la primera vez que nos encontramos? –preguntó la rubia mientras disfrutaba de su helado.

–Fui dejada por mi novio. Porque ya no tenía nada lindo en mí, aún sabiendo que solo quería tomar decisiones por mí misma. –contestó– Haz esto, haz lo otro, era molesto, y entonces en el momento que me enojé simplemente rompió.