For You

328 45 10
                                    

La australiana y la tailandesa habían quedado en salir a divertirse aquella tarde.

Entraron a varios lugares donde habían juegos, trampolines y más juegos.
Hicieron apuestas por ver quién era la mejor y Rosé ganó, ahora Lisa debía hacerle caballito en todo lo que restaba del paseo y comprarle lo que pidiera.

–Eres un poco pesada –comentó la rubia mientras caminaba con su amiga encima.

–Mira, lo que pasa es que eres muy débil –dijo.

Se la pasaron un rato bromeando y molestándose mutuamente.

–Tango hambre –anunció la pelirroja– Llevame a comer.

Incluso entraron de esta forma al restaurante dónde habían ido a comer.

–Me dejarás pobre con todo lo que has pedido –se quejó la rubia.

–Calla y come, también es para ti –contestó la mayor.

Lisa casi llora al pagar la cuenta, pero eso le pasa por haber ido a un lugar caro.

–¿Y si vamos al parque de diversiones? –sugirió la pelirroja.

–De acuerdo, aunque ahora nada de apuestas, eh. –dijo.

Se subieron a la rueda de la fortuna, carrusel y otros juegos, también estaban jugando con niños pequeños, se estaban divirtiendo, esas eran una de las cosas que pasaban cuando estaban juntas.

"Deberías decírselo antes que sea tarde"

Caminaban tomadas de la mano por las calles de Seúl, hasta que llegara esa maldita esquina que la australiana odiaba, porque era en la que se soltaban de las manos y se separaban.

–Lisa yo... –quería y debía decirlo, ya no podía callar más.

Pero en ese momento sus manos se soltaron y la rubia la miró fijamente, haciendo que la pelirroja se quedara completamente nerviosa.

–Quiero decirte algo, Rosie –dijo.

–¿Qué cosa?

–Me le volveré a declarar a Jungkook, quiero que se de cuenta de mis sentimientos por él, y si no sucede, volveré a intentarlo –confesó.

La australiana sintió un nudo en su garganta y su pecho dolía mucho.

«¿Es todo? Soy una cobarde» —se decía.

–¿Podrías ayudarme a estar junto a él? –dijo sin saber lo que pasaba por la mente de su amiga.

«¿Por qué ese estúpido y no yo? ¿Qué tiene de mejor que yo? Te odio»

–¿Rosé?

–Lo siento, pero tengo cosas más importantes que ayudarte a conquistar a alguien que ni un momento se ha fijado en ti –dijo enojada– Debo irme, adiós, Lalisa.

–Pero aún podemos ir juntas por otras dos...

La australiana se había ido corriendo lo más rápido hasta llegar a su casa y encerrarse en su cuarto, maldecía a Jungkook y a Lisa, deseaba que ellos no pudieran estar juntos, aventó incluso una que otra cosa que estaba en su camino. Recuperó la postura y recogió todo, respiró profundo, pensó bien todo y no debía decir y/o desear eso de Lisa, la amaba y era su amiga, debía apoyarla y no dejarla sola.

En un futuro cercano | JENSOODonde viven las historias. Descúbrelo ahora