En un futuro cercano | JENSOO

veinticuatro

Una pequeña castaña estaba a punto de tocar el timbre de la casa de su novia, hasta que los señores Kim salieron junto a la pelinegra.

–Bienvenida, Jennie, ¿no? –saludó la madre.

–Se están tardando demasiado, que hasta Jennie ha llegado acá –dijo nerviosa la pelinegra.

–Eso es mejor, así la podemos saludar como es debido, ¿tú hiciste el papel de enfermera en la obra del festival? –preguntó el pelinegro a lo que la castaña se limitó a asentir.

–Siento la intromisión, estoy en deuda con ustedes.

–No, la que debería decir eso debe ser Jisoo. Nos dijo que se haría cargo de la casa sola, nuestra hija debe estar en deuda contigo por cuidar de ella –dijo entre risas.

–Sí, sí. Se les esta haciendo tarde, ya deben irse, los amo, adiós –trataba de hacer que sus padres no la avergonzaran frente a la menor.

–Volveremos mañana en la noche, cuidense o mejor dicho, cuida de Jisoo –bromeó la madre de la pelinegra antes de irse– Espero verte en año nuevo.

Entraron a la casa después de ver que se fueran, y se sentaron en el sofá.

–Siento que hice algo malo, digo, si fuera un chico todo esto no estaría pasando, estaría mal –soltó la menor.

–Qué suertuda eres, ¿no crees?

–No tienes vergüenza.

–Es algo extraño tenerte en mi casa

–Me siento igual, si gustas ir a algún lugar como una cita, podemos ir a dónde quieras, no tendría caso estar encerradas todo el día. –comentó.

–Se siente como si viviéramos juntas –dijo sonriendo.

–¿Te gustaría que nos mudáramos y viviéramos de esa forma? –preguntó y le robó un beso.

–¿A qué se debe ese beso? –habló sorprendida.

–¿Debo tener una razón para besarte?

–Tienes razón, somos novias, es algo normal. ¿Y si mejor vamos a ver que podemos cocinar para la cena y quizás ver una película? –sugirió.

Se pusieron sus abrigos pero antes de salir la morena se vio interesada por una foto que estaba colgada en la pared.

–¿Ese es tu hermano? –preguntó.

–Sí, ese es Jin.

–Te pareces mucho a tu madre y él a tu padre. Aunque si te pones a analizar todo... Tú y él son muy parecidos –rió.

–Me lo dicen muy seguido, pero cabe señalar que ambos somos hermosos –la miró de manera coqueta.

Fueron al supermercado, Jennie compró los ingredientes para la cena, y Jisoo compró lo mismo, pero para un postre, iba a preparar aquel pastel que la hermana de su novia había preparado.

Llegaron a casa y se sentaron en el sofá para ver una película de terror.

–Si abren la puerta y corren casi gritando a la salida de la casa, definitivamente el asesino los atrapará –habló la menor.

–Callate, no quiero spoiler.

–Nah, ahora pensarán que están a salvo y los atacarán dentro del auto.

–Eso es... ¡Mentira! –dio un brinco al ver que fue verdad.

–Te lo dije, es lo típico en este tipo de películas.

–Pensé que si era una de terror estarías asustada y te mantendrías abrazándome durante toda la película –bufó.

–Puedes aferrarte a mí si estás asustada –bromeó.