Capítulo 30

2.1K 151 44
                                    

FINAL 2/2

Luego de la visita de Luna, me quedé largo rato sentado en el borde de mi cama, viendo al vacío y pensando en... en nada en realidad.

Sólo quería desaparecer; los consejos de mi ex novia mexicana realmente no había servido de nada, aunque había pronunciado más palabras que los últimos días.

Los minutos pasaron, conmigo perdido en el abismo, hasta que mi vista enfocó algo que llamó toda mi atención, colocado sobre mi mesa cuya existencia hasta ese momento no recordaba. Era un sobre.

El sobre que me había entregado Ámbar.

Me dijo que leyera lo que había dentro después de su entierro, pero mi depresión me había impedido recordar el paradero de dicho sobre.
Casi a trompicones llegué hasta la mesa y con algo de desesperación lo tomé entre mis manos, las cuales me temblaban.

—Creo que debo sentarme primero —murmuré, y pronto regresé a mi cama.

Con nervios y emoción a la vez, comencé a abrir aquél sobre, aunque sentía que todo ocurría demasiado lento para mi gusto.

Lo primero que saqué, logró hacer que mi corazón se rompiera en mil pedazos y que una nueva ola de lágrimas descontroladas salieran de mis ojos. Ámbar había metido la primera foto que nos tomamos, cuando teníamos doce años. Éramos unos niños; ante el recuerdo, dibujé una pequeña sonrisa en medio de mi llanto.

Lo segundo que saqué, fue una carta escrita con la perfecta caligrafía de la rubia; decidí que para leerla, debía calmarme primero. Me costó varios minutos, pero al final pude dejar de llorar, sequé mis lágrinas, respiré profundo y comencé a leer.

"Ciao, mio re:

Vaya, no había meditado antes lo mucho que me costaría escribir esta carta. Me parece una de las cosas más difíciles que he hecho porque sé que mis palabras no tendrán respuestas y odio mucho no recibirlas. Aún así, creo que vos merecés que yo ponga el mejor de mis esfuerzos, vos valés cada lágrima derramada al escribirte todo esto.

Bien, si has cumplido la promesa no formulada de no leer esta carta hasta el momento indicado, quiere decir que yo ya estoy a varios metros bajo tierra. ¿Mi ataúd fue plateado? Le pedí a mi madrina que lo fuera. Oh, nunca voy a saberlo, ¿ves ahora por qué no puedo escribir esto? Van dos cosas que nunca sabré ahora."

Entre la nueva cascada de lágrimas que leer aquello me había provocado, volví a dibujar una sonrisa y ésta vez incluso solté una carcajada por lo último. Oh, Ámbar, cara mia.

"En fin, sigamos. Quiero decirte que esta carta nunca ha tenido la intención de hacerte daño, porque sabe Dios lo mucho que le he pedido que vos no sufras tanto con mi muerte; en realidad, he escrito esta carta porque imagino que de algún modo, el dolor irremediable de mi partida te consumirá inevitablemente.
Yo no quiero eso.

Quiero que sepas, Matteo, que eres el mejor amigo que una chica tan inestable como yo habría podido pedir. Fue gracias a vos que el infierno en el que vivía se convertía en paraíso, y que mis sonrisas fueran genuinas aún con tus horribles chistes."

—Tonta —murmuré—. ¿De dónde son los mayas? —pregunté al vacío—. De mayami —respondí, e incluso me pareció escuchar su risa.

"Sos una persona increíble, Matteo, y a vos te debo cada alegría, cada canción y cada triunfo. Desde nuestras competencias en patín, hasta nuestras presentaciones en el Open. Fuiste vos el que le puso a mi vida una eterna melodía y me hiciste sentir que el invierno se volvía primavera y que la Luna a veces me sonreía. Me trajiste muchas cosas buenas, pero creo que la más especial de todas, fue la esperanza con la que iluminaste cada una de mis tristezas. Porque cuando me preguntaba el porqué mis padres nunca estaban conmigo vos me tranquilizabas con un beso, demostrándome que aún sin ellos, yo era fuerte porque me acompañabas vos. Me hiciste sentir viva incluso cuando yo ya estaba muriendo. Cuando hace unas semanas me confesaste tus sentimientos, te juro que me hiciste sentir como la persona más afortunada de todo el mundo. Y desde ese día y aún antes yo sólo podía preguntarme qué era lo que había hecho para merecer algo tan bueno como vos. Me gustaría poder devolverte cada una de esas sonrisas, pero creo que ahora ya es un poco tarde; pero Matteo, si no puedo hacerte sonreír al menos quiero evitar que sigas llorando; no quiero que llores por mí.

Quiero que cuando terminés de leer esto te pongas las pilas, y comiences a idealizar un futuro brillante; quiero que vivas la vida que te resta, que dejés tu marca en el mundo y que no permitás que las personas olviden que un día hubo una pareja de chicos incomprendidos que se comprendían entre ellos y que al crecer lograron volverse reyes. Quiero que aunque te falte yo, salgás a lucir esa corona que aún luce en tu cabeza.

Quiero que rías, llorés, grités, cantés, bailés, y vivás todo lo que falta y lo que sea necesario. Te pido que si me amas, no permitás que sea yo la razón por la cual tu luz se apague; no quiero apagarte. Si te sirve de consuelo he llorado cada segundo desde que comencé a pensar en vos mientras escribía, y creo que lo que más me duele es saber que nunca pude cantar nuestra canción en el Open, aunque la rompimos en la pista, ¿no?*

Aún así, amore mio, quisiera agradecerte una última vez por todo lo bueno y todo lo malo que pasamos, porque lo importante es que estuvimos juntos. Vos eras el mejor regalo de cumpleaños o navidad, y gracias por haberle dado a mi herido corazón las razones suficientes para seguir riendo, lamento no haber podido hacer más por vos. Pero lo que no lamento es saber que la parte más importante de mi vida la viví contigo.

Te amo, Matteo, te amo con mi alma entera y sé que incluso en otras vidas el amor que siento por vos permanecerá intacto por siempre, y te juro que en toda la aventura que te espera yo estaré acompañándote siempre y cuando en tu corazón lleves un pedazo de mí. Si querés, te podés conseguir una novia, pero que no sea mexicana ni morocha, por favor."

Eso último logró hacerme reír de nuevo. Ámbar no cambiaba nunca.

"Dejá tu marca en el mundo; que la gente siempre te recuerde como el rey que siempre has sido y que me consta siempre serás. Por favor, tampoco dejés que me olviden a mí, no viví tanta caca para que al final no tenga la estatua que quería cuando nena, ¿recordás?

Para despedirme, creo que basta con repetirte lo importante que fuiste para mí, lo agradecida que estoy con vos, y el amor que te tengo aún al borde de la muerte. Gracias por tanto y perdón por tan poco, amor de mi vida.

Recuerda que sin importar lo que pase, vos y yo siempre seremos los reyes, y aún a pesar de las circunstancias, nuestro reino no ha caído; en alguna parte te estaré esperando, con tu trono reservado junto al mío.

Pd: te dejé algo, espero te sirva.

Tu sei il migliore.

Sé feliz, Matteo, sé feliz. Y haz feliz al mundo como durante tanto tiempo me hiciste feliz a mí.

Con amor, Ámbar."

Creo que está demás decir, que me la pasé llorando mucho rato más. Aunque esta vez, una parte de mi corazón había quedado en paz.

[☆]


*

ámbar nunca pudo cantar prófugos en ningún open durante las tres temporadas de la serie, y era su canción. >:'v

bueno, espero no haber sido un fracaso, también soy mala con las cartas y tuve que reescribir el capítulo como cinco veces, pero ahí quedó, espero les guste.

quería terminar esta historia antes de que terminara el año, aunque aún falta el epílogo; le puse mucho amor a esta novela y me alegra haber recibido su apoyo. son lxs mejores. lxs amo.

Nuestro reino no ha caído || MambarWhere stories live. Discover now