Ella simplemente llegó para volverme loco. Con su tonto cabello y actitud condescendiente vino para hacerme caer.
Más que héroe parece una villana metiendose en la mente de la gente y jugando ahí arriba.
Convirtiéndose en un capricho. Un maldito c...
Ya había terminado su entrenamiento con Hawks, podía estar trabajando en las oficinas del héroe no.1 y no tenía que ver al molesto pajarraco cada Segundo. A pesar de eso el continuaba haciéndole visitas a Endeavor.
Hanahi siempre se encontraba con el mayor y era una especie de plus para el rubio molestarlos a ambos a la vez. Algunas veces cuando el chico los sacaba de quicio jugaban a quien podía quemarle más plumas antes de que saliera huyendo.
— Endeavor-San - llamó la chica de ojos violeta.
— ¿Que quieres? - Cuestionó molesto, era la octava vez que lo llamaba.
— Tengo hambre.
— Aún no es hora del descanso para comer.
Ella resopló. Algo todavía peor que estar con la liga de villanos era que los días fuesen apagados. Habían patrullado como siete veces y ahora estaban en la oficina mientras el hombre veía la ciudad desde la ventana y ella estaba casi dormida sobre el escritorio.
— ¿Que hacen? - preguntó Shoto entrando con Hawks a su derecha.
— Yo muero de aburrimiento. El muere igual, pero de pie. - contesta levantando su mano, no ve a quien llegó con su sempai gracias a que su cabeza esta viendo a la pared desde el otro lado.
— Deja de hacer eso... - el bicolor se siente incómodo por esa posición.
— Aún la sangre no está en mi cabeza.
— Tardarás horas. - murmuró el rubio frente al rostro de la chica.
Un grito inundó toda la oficina. Hanahi se lanzó del escritorio para poder equilibrarse, se colocó en posición de batalla y de una mano salía lodo y de la otra salía fuego. Sus ojos viajaron desde Endeavor hasta Hawks, mirando al rubio con ira y ganas de poder chocar su cabeza de una pared.
— Vine a invitarlos a comer.
— Shoto-sempai, lo dices como si viniste de lejos y a penas llegaste de tu aburrido patrullaje. - habla un poco molesta Hanahi recogiendo los papeles que cayeron de su escritorio cuando ella saltó.
— Solo acompáñenme. Con suerte aparece un villano que requiera de los cuatro. - Endeavor miró a su hijo menor de mala gana, aunque era obvio que irían los cuatro era algo que no se debía mencionar para no generar una pelea.
— Si Hawks va, yo no voy. - susurró la una chica ahí.
— Debes dejar de disfrazar tu amor con odio... eso no se siente lindo fosforito.
Ambos Todoroki suspiraron irritados. Esa discusión no acabaría pronto.
-.-.-.-.-.-
Haru como cada martes en la noche caminaba a casa de los Todoroki, cenaba ahí a menos que estuviese en un caso. Se sintió observada y rogó a todos los dioses que mejor la asesinaran y no fuera quien ella pensaba, pero a los Dioses les encantaba burlarse de ella, cosa que corroboró cuando el héroe alado aterrizó frente a ella.
La abrazó antes de que abriera la boca. Ella no hizo más que guardar silencio ante aquel gesto, no entendía el significado de aquello y en vez de buscárselo mejor correspondió a aquel contacto que por alguna razón le daba paz.
Se separaron y al levantar la vista el rubio se encontraba sonriendo. Haru se sonrojó.
Caminaron lo que faltaba hasta la casa Todoroki, fueron recibidos por la única mujer que vivía en esa casa, al abrir la puerta y verse cara a cara Hawks sintió el ambiente tensarse. Fuyumi entrecerró los ojos y se apartó de la puerta para que pasaran.
En la mesa el ambiente no era mejor, a pesar de las bromas de Natsuo y de que la de cabello negro charlaba con el héroe.
— Endeavor-junior - llamó el rubio bajito, a Shoto que se encontraba a su derecha. El mencionado se enfureció ante aquel apodo.
— No me llames así.
— ¿Que pasa entre Hanahi y Fu-Chan?
Una de las mencionadas escuchó la pregunta y sus violetas ojos se fijaron en el hablante con rabia.
— Pregúntale a alguna.
Hawks sonrió ante aquella orden y Shoto maldijo mentalmente.
— ¿Por qué se hacen la ley del hielo? - preguntó a las chicas interrumpiendo la conversación central. Ninguna respondió. - ¡no me miren así! Tal vez ellos saben, pero yo no. ¿Quien me va a decir?
— Esto es malo... - se quejó el albino alejándose un poco de su hermana mayor.
— ¡Vaaaaaamos, Fu-Chan!
Luego de eso hubo vapor. Haru había lanzado un ataque de fuego al chico que insistía en hacer preguntas y la mujer de hielo lo bloqueó causando la rabia de la primera en atacar.
— ¿Cual es tu problema?
— ¡No puedes atacarlo!
— ¡Yo puedo hacerle lo que yo quiera! - gritó haciendo que hasta Enji se sorprendiera con el doble sentido de eso.
— Eres tan inmadura. - murmuró Fuyumi y bufó. De sus fosas nasales se podía ver el aire helado gracias a su enojo.
Un golpe seco.
Haru había golpeado a Fuyumi en el rostro frente a todos. Se puso de pie y salió corriendo de allí por la enorme falta de respeto que acababa de cometer.
Enji se quedó sorprendido. Su hija y Haru jamás se llevaron bien, pero en su presencia trataban de mantenerse al margen con una paciencia sobrehumana. Consideró una falta de respeto que Fuyumi se metiera entre Hawks y Hanahi, cosa que hizo a la última perder la paciencia más rápido.
Silencio había en la mesa. Miró a los que aún estaba ahí, Shoto seguía comiendo soba como si nada estaba pasando ya que para el eso era normal, Natsuo estaba inmóvil al igual que Fuyumi quien tenía la mano de Haru marcada en el rostro y Hawks se había ido.
Había ido a buscar a Haru, por su culpa había pasado todo aquello porque el era un idiota. Alzó vuelo y la encontró en un tejado de una casa que no era la suya.
— Lárgate. - exigió ella casi en susurró.
— No.
N/a
¿Quieren que en el próximo capítulo esté su conversación?
La verdad este capítulo me emociono, es tan uff (creo)
Pasen por mis demás fics mientras aguardan actualización
