Ella simplemente llegó para volverme loco. Con su tonto cabello y actitud condescendiente vino para hacerme caer.
Más que héroe parece una villana metiendose en la mente de la gente y jugando ahí arriba.
Convirtiéndose en un capricho. Un maldito c...
Otra vez el intercambio, Hanahi estaba completamente segura de que Endeavor disfrutaba su pena, quizás estaba exagerando un poco pero definitivamente el lo disfrutaba.
Hawks no estaba en la oficina y eso era bueno, Reiko, Hanahi y Tokoyami tenían paz cuando el héroe número dos no estaba ahí, el rubio lo sabía y le daba igual.
Los tres estaban en silencio, Hanahi comía pollo frito, Reiko solo tomaba café y Tokoyami estaba tomando una fría bebida de panqueques, bebida que la chica de cabello negro odiaba por ser extremadamente dulce, no entendía como los occidentales podían comer esas cosas.
- ¿Por qué siempre que están solos se siente que es un funeral? - preguntó Hawks con una cubeta llena de pollo frito en la mano, Hanahi maldijo internamente con eso.
- Imaginamos que es el suyo. - Reiko fue quien habló y Tokoyami reprimió una risa gracias a la cara que puso el rubio.
- Me lastimas, me lastimas.
Todos continuaron comiendo su almuerzo en el mayor silencio posible hasta que Hawks dejó caer una bola de nieve que había en su escritorio.
- Pollo tonto. - habló Hanahi viéndolo llevar los restos de cristal al bote de basura que había junto a su escritorio.
- ¿Por eso comes pollo? Seguro te imaginas que soy yo.
Ante esa burla la reacción no fue la esperada, el rubio pensó que ella quemaría algunas de sus plumas, pero no, ella simplemente abrió la boca expulsando lo que tenía en ella, la carne triturada calló en su escritorio y el pollo que quedaba terminó en el suelo.
- Se me fue el hambre.
- ¡No puedes desperdiciar el pollo! Eres muy mala persona.
-.-.-.-.-.-.-
- Dame un motivo para hacerte perder el juego. - murmuró Tomura cerca del rostro de Hanahi, la chica de ojos violeta tenía al de ojos rojos frente a ella con la mano en su cuello, un solo dedo más y solo sería un recuerdo.
- Suéltame. - fue lo único que articulo sin que le temblara la voz, se reprochó mentalmente por hacerse la valiente en cada momento en que estaba a punto de morir.
Miraba aquellos ojos rojos frente a ella, brillaban con furia y le recordaban a los ojos de Bakugō-sempai cuando entrenaba con ella. Hanahi tenía los suyos entrecerrados, haciéndolo ver que no tenía miedo cuando lo cierto era que mentalmente se estaba orinando.
Su cabello se encendió y por inercia su cuello fue liberado. Una maldición salió de los labios del chico cubierto de manos y una risilla proveniente de Toga ante aquello.
- ¡Viste Tomura! La heroína traidora es maravillosa, es muy fuerte. ¡Su sangre debe ser deliciosa! ¿Me deja probarla? - decía Toga con emoción junto a la chica.
- Ya te dije, tienes que ganarla.
Toga aplaudió y Dabi tenía la mirada puesta en ambas chicas, la rubia solía estar cerca para buscar una brecha y así obtener la sangre de la heroína. Pero a aquel poseedor de flamas azules no le caía bien la insolente chica, quizás era la forma en que miraba a los demás con desdén, o que siempre se creyera mejor que todo el mundo.
- ¿Que miras? - preguntó al de ojos turquesa. Dabi no contestó.
Hanahi estaba molesta, quería soltar su frustración y últimamente Dabi era aquel objeto que le quitaba el estrés con una pelea, pero sus pensamientos se vieron interrumpido cuando vio a Tomura entrar a otra habitación.
Hanahi lo siguió luego de unos segundos.
- ¿Que buscas? - preguntó el jefe de la liga de villanos, aquella voz que siempre parecía llena de calma y salida de una película de terror y le hacía erizar los bellos de la nuca.
- No estas cumpliendo tu parte del trato.
- ¿Acaso tu lo estás haciendo? Estás haciendo trampa.
- ¡No estoy haciendo trampa! Robé todo lo que me has pedido. ¡Casi me atrapan! Si me atrapan me iré al tártaro. ¡Al maldito tártaro! - gritó caminando de un lado a otro.
- No te hagas la lista conmigo, heroína estupida... no me has entregado los archivos de U.A. - al decir eso la chica paró su caminar, sus ojos violeta miraron a aquel maligno ser.
- No he podido robarlos, su seguridad ha sido inquebrantable para mi hasta el momento. - ella no sabía eso, mentía enormemente pues ni siquiera había intentado tocar esos archivos que estaban casi a la vista de todos. Pero, no quería meterse con la escuela.
Estaba en su segundo año y ya se había metido en bastantes problemas en su primer año, si estaba ahí era simplemente por ser cercana a Endeavor.
No iba atorar todo eso a la basura por estar asociada a la estupida liga de villanos.
- Quiero esos archivos. - repitió Tomura.
- Tienes a un doble agente dentro, dile que los consiga por ti. - le dio la espalda pues sabía que a Tomura eso le desagradaba. Se mantuvo alerta en caso de que el atacara.
- Si no me das los archivos... no obtendrás información sobre el paradero de tu hermano. - susurró en su oído.
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