Ella simplemente llegó para volverme loco. Con su tonto cabello y actitud condescendiente vino para hacerme caer.
Más que héroe parece una villana metiendose en la mente de la gente y jugando ahí arriba.
Convirtiéndose en un capricho. Un maldito c...
Hanahi caminaba directo a su casa, Tomura la tenía entre la espada y la pared. quería encontrar a su hermano, ella era mayor por una hora y tenía años que no sabía de su existencia. A penas hacía poco se había enterado que estaba vivo y que el, a diferencia de ella si fue adoptado por una familia.
Maldecía a su tía desde el fondo de su corazón por solo haberse quedado con ella, "una nena es más fácil, no se cuidar niños" ¡maldita sea! Mejor los hubiese dejado abandonados a ambos.
Frustrada frotó su cabello y luego sus ojos violeta para que las lágrimas no salieran. Nada le sacaba lágrimas tan rápido como la frustración... Eso y los orgasmos provocados por Hawks.
- Haru. - llamó Natsuo a sus espaldas lo que provocó que ella se girara a esperar que el albino llegara a ella.
- ¡Hola! ¿Que haces aquí?
- Vivimos a cinco casas de diferencia.
- Lo siento... He estado distraída, por eso no he contestado los mensajes. - Haru suspiró y Natsuo tomó su mano.
- Tranquila, se que son días difíciles. - el albino la miraba a los ojos, ese chico era definitivamente el mejor amigo que podía desear. Sonrió y asintió.
- Eres un buen amigo.
- Vayamos a comer helado y a ver Clannad. - propuso.
- En mi casa, Fuyumi me congelara cuando me vea.
- No tiene el poder.
- No tendrá jamás ese poder. - se burló y caminaron hasta la casa de la chica para hacer aquello que habían dicho.
Repitieron aquel anime que habían visto un centenar de veces y como siempre terminaron abrazados llorando, despeinados y con la ropa sucia de helado.
- Somos tan patéticos. - comentó Hanahi limpiando sus mejillas.
- Al menos somos patéticos juntos.
- Concuerdo hombre de nieve.
Natsuo sonrió y volvieron a abrazarse para disipar la tristeza que quedaba al ver ese trágico anime, entonces el albino metió sus manos por blusa de la chica, tocando su espalda con sus frías manos y provocando que su piel se erizara.
- No hagas eso.
El albino sonrió y Hanahi volvió a poner play al primer episodio de Clannad, pero ahora no le prestaba atención a la pantalla ya que en su cabeza solo estaba cierto rubio alado, Hawks también solía tocar su espalda desnuda o su cadera.
Y la cálida mano de Hawks la hacía erizar, miro a Natsuo de reojo, ¡oh! El dulce Natsuo que era muy cálido como para tener un Kosei de hielo, el albino de ojos grises con la personalidad más dulce que conocía; pero no, ella estaba colgada por el héroe idiota. Solo fue sexo, no se suponía que ella se quedara con el en la mente, no se suponía que al pensar en el sintiera su menos recorriéndola.
¡Por mil demonios! Estaba ebria hasta las uñas del pie, ¿como recordaba eso tan vívidamente?
- ¿Estás excitada? - preguntó el albino con una sonrisa de burla, eso la sacó de sus pensamientos.
- ¡Natsuo!
- Estas roja. Como luego de correrte.
- ¡Natsuo! - volvió a gritar ahora con la voz aún más aguda.
La risa del albino inundó el lugar mientras Hanahi se cubría el rostro con las manos. No importaba su edad ni a quien tuviese cerca, hable de sexo la avergonzaba hasta el infinito.
-.-.-.-.-.-.-
- Pero es solo una pregunta.
- ¡Estas loco! No puedes espiarme, eso es enfermo.
- ¿Te gusta? - volvió a preguntar Hawks mientras el fuego en el cabello de Hanahi subía de intensidad. Tokoyami y Reiko se hacían los desentendidos pero miraban atentamente de forma disimulada.
- ¿¡Que diablos te pasa!?
- ¡Solo responde!
Un gruñido salió de los labios de la chica y después frotó su rostro, tomó mucho aire y su cabello se apagó, salió de la oficina dejando a Hawks sintiéndose como un idiota.
- ¿Que miran? - preguntó de mala gana al sentir la mirada de los dos presentes ahí.
- Aprendemos como no hacer las cosas. - respondió Reiko con una sonrisa. Hawks tenía a esa chica allí y era tan cruel ¿por qué no la despedía? ¡Claro! Porque no había nadie más eficiente que ella.
Salió en busca de Hanahi, miró a aquella chica de ojos rosados que caminaba en dirección a el. La miró y rápidamente la chica supo lo que preguntaba sin palabras.
- Azotea.
Simple y al grano. El rubio salió por la ventana y voló hasta la azotea de su edificio y ahí estaba ella, cubierta por El Fuerte sol. A pesar de que Hawks amaba las cosas brillante el sol no estaba entre esas cosas, una vez alguien le había dicho que era como Icaro y le aterraba tener su mismo final.
- Eres un imbecil. - habló ella cuando sintió aquella presencia.
- Fosforito...
Hanahi se giró, tenía los ojos vidriosos y llenos de furia. Camino con largos pasos a Hawks y le propinó un puñetazo en el rostro.
- ¡No tienes derecho! Me embriagué y tuvimos sexo, eso no te da el derecho a meterte en mi vida... ¡No significó nada!
Hawks tomó el rostro de la chica. Claro que el tenía derecho a meterse en todo, ellos tenían una conexión y estaba seguro de que ella también lo sentía.
- Dilo de nuevo... mirándome a la cara.
Las lágrimas cayeron y Hawks las limpio, para Hanahi era imposible decir que no significó nada. No podía ser tan cínica de mentirle a la cara.
