20. ¿Te gusta lo que ves?

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No hubo alcohol en medio de ellos en aquella ocasión. Hanahi y Hawks terminaron en la cama nuevamente, los ojos violeta miraban al rubio vestirse o más bien veía los trabajados músculos de su espalda junto a las cicatrices que poseía y las imponentes alas color carmesí.

- ¿Te gusta lo que ves? - murmuró el héroe profesional en su tono burlón mientras arreglaba su pantalón.

- Cierra la boca. - se giró en la cama viendo a la pared. Otra vez tenía esa sensación en su interior, la confusión de lo que sentía emocionalmente. Toda su vida se había ocupado de bloquear ese tipo de emociones y de igual modo cualquier pizca de sentimientos.

Pero ahí estaba en la cama del héroe que detestaba, debía detestarlo y solo quería que el volviera a acostarse a su lado y la abrazara hasta poder sentirse mejor. Cubrió sus ojos como si aquello se llevara sus emociones, no podía permitirse sentir ese tipo de cosas y menos en su situación viéndose involucrada con la liga de villanos.

Sintió como el se acosto a su lado, acarició su hombro y luego lo besó.

- ¿Que pasa? - cuestionó buscando su mirada que ella evitaba con gran maestría.

- Nada.

- Fosforito. - besó su mejilla. - Puedes contar contar conmigo. - la chica giró sobre su misma y sus miradas chocaron.

- ¡Lo se! Eres el gran y apuesto héroe #2, aquel que es muy rápido para su propio beneficio. Aquel que tiene su propio récord. ¡Bravo! Me siento tan-

Hawks colocó su mano encima de los labios de la chica para que se callara. Frunció el ceño ante eso mientras deseaba que su Kosei fuese lanzar dagas con los ojos.

- No, Haru. Puedes contar conmigo porque tenemos la cercanía emocional suficiente para que te sientas segura, aún cuando insistes en poner una barrera más grande que la muralla China. Me gustas para mucho más.

La mano de Hawks ya no cubría la boca de Hanahi pero las palabras no salían, aquella declaración la había dejado sin palabras y eso era una cosa casi imposible, pero el lo había logrado.

- ¿No vas a decir nada?

¡Bravo! Había creado el momento más incómodo en su vida y ya estaba seguro de que prefería ser torturado por villanos que estar ahí. "Cercanía emocional" era casi un milagro el hecho de que Hanahi no le había quemado las alas aún. Podía ver en sus ojos que ella quería salir corriendo de ahí.

A donde había llegado por un capricho. Esa loca mujer que quería hacerlo perder la cabeza.

- ¿Puedo hacer como que nada ha pasado? - preguntó Hanahi evitando su mirada.

- Te lo agradecería.

-.-.-.-.-.-

La molesta mujer conejo apareció en la habitación sin previo aviso, con su hermosa piel tostada y aquella arrogante sonrisa.

- ¿Estas loca? Pude haberte hecho daño.

Mirko giró los ojos.

- No lo creo.

- ¿Que quieres? - preguntó aburrido, sólo quería poder dormir un par de horas antes de despertar. Su trabajo de héroe lo desgastaba bastante.

- Tu chica está con la liga de villanos.

- ¿Que?

- Lo que escuchaste.

Los ojos de la mujer frente a él no se apartaban de él. No podía creer lo que sus oídos escuchaban, eso era simplemente imposible pues Hanahi nunca se encontraba por esas zonas, el pasaba mucho tiempo con la liga y jamás la había visto y tampoco fue mencionada.

Ni siquiera Himiko que hablaba de más.

- ¿Por qué mientes?

- ¡No miento! - gritó golpeando la mesa que tenía al lado. Estaba sentada en la cama de héroe y no quitaba sus ojos de él.

- Vete. - pidió el rubio molesto mientras señalaba la ventana.

La albina se colocó de pie y caminó a Hawks de manera lenta bajo la atenta mirada del chico que tenía sus peculiares cejas juntas gracias a su ceño fruncido. Sus manos se posaron en los hombros del contrario.

- No.

- Hawks... ¿Que te pasa? Extraño al de antes, ¡vuelve conmigo! ¿Por qué te interesa tanto esa niña? Eres demasiado para ella. - con cada palabra intentaba acercarse más a Hawks, su mirada triste y los ojos vidriosos mostrando preocupación.

- Lo nuestro terminó hace tiempo. - apartó las manos de su rostro. - hemos hablado esto un centenar de veces, no voy a volver contigo. No significó nada para mi.

Las lágrimas cayeron de aquellos ojos y a Hawks aquello le dolía, la mujer con la que compartió varias noches de pasión era una compañera y en su momento fue una gran amiga, no quería lastimarla pero ella rompió la única regla que ellos pusieron.

- ¿Es por ella?

- No hablaré de esto Rumi. Por favor solo vete.

La rabia se podía ver en los ojos de la chica, un gruñido salió de sus labios y una bofetada fue a parar al rostro del héroe alado.

- Me las van a pagar.

Se lanzó por la ventana y Hawks se quedó en su oscura habitación con un millón de interrogantes en su cabeza, pero una sobresalía por encima de todas.

¿Por qué Rumi mentiría?

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Maldito capricho - Hawks/ Takami KeigoWhere stories live. Discover now