Ella simplemente llegó para volverme loco. Con su tonto cabello y actitud condescendiente vino para hacerme caer.
Más que héroe parece una villana metiendose en la mente de la gente y jugando ahí arriba.
Convirtiéndose en un capricho. Un maldito c...
Días después Hawks pudo al fin juntarse con la liga de villanos y se dio cuenta que había un miembro que aún no conocía, una chica la cual no se llevaba bien con Dabi y una pelea entre ellos fue lo que ocasionó la destrucción de la anterior guarida.
— ¿Como es que no la conozco? - murmura molesto, se suponía que el conocía a todos los de esa liga. Era muy peligroso que alguien con tanto poder estuviera del lado de los villanos y que para el colmo estuviese oculto.
— ¡Ella es genial! Y su sangre debe ser deliciosa, ¿Sabes que? Ella me dijo que si puedo hacerle una herida puedo tomar su sangre directamente desde una vena, ¡la que yo quiera! Pero ella es muy fuerte y aún no lo logro, ya quiero que la veas, es súper hermosa. - empezó a decir Toga dejando a Hawks entre agradecido y confundido. La rubia de colmillos afilados solía siempre emocionarse al hablar lo que siempre lo confundía.
Pero algo tenía claro: "la chica era genial" lo que era malo, porque significaba que era realmente poderosa.
— ¡Héroe traidor! Tu también eres genial, seguro tu sangre también es deliciosa ¿me dejarías probar? Ya he probado sangre de aves, nunca de un hombre ave. ¿Me dejaría probar?
-.-.-.-.-
Hanahi frotó sus ojos mientras bostezaba, tenía turno a las cuatro de la mañana junto a Shoto. La chica de cabello oscuro no había dormido nada en tres días.
— Siento que voy a morir si no encuentro una cama. - se quejó la chica.
— Tenemos trece minutos patrullando y lo has repetido el triple de veces.
— Estás muy aburrido que empezaste a contar todo.
Shoto se encogió de hombros, la chica de cabello oscuro tenía total razón, escuchó como el estómago de su compañera hacía un ruido y eso la hizo hacer un gruñido gracias a su hambre.
Shoto tomó la mano de Hanahi y la guió por las calles sin cruzar palabras. Lo que no sabían es que desde el cielo el héroe alado los estaba mirando.
¿Por qué el hijo de Endeavor tomaba la mano de su chica?
¿Su chica?
Definitivamente estaban afectándole las noches sin dormir que llevaba.
Necesitaba tomarse unos días de vacaciones y acabar con su locura momentánea. Decidió empezar a caminar para así no quedarse dormido en el aire como ya le había pasado antes. Llegó a su apartamento para bañarse y comer algo antes de ir a la oficina y poder dormir en su escritorio, pero chocó con alguien que bajaba las escaleras haciéndolo caer y esa persona sobre el.
Al abrir sus dorados ojos se encontró con los violeta que lo tenían al borde del abismo. Haru estaba encima de él y solo saber que era ella lo excitaba, la chica lo sintió y provocó un sonrojo en ella.
— Que agradable sorpresa fosforito. - dijo intentando disimular lo que pasaba entre sus piernas. La chica no perdía el semblante frío aún con el rubor en sus mejillas.
— No te ilusiones paloma torpe, estaba cerca y pensé en traerte pollo. - dijo señalando la bolsa con comida que había caído a un lado, ambos seguían en el suelo y Hawks había perdido todo rastro de deseo sexual en el momento en que la chica lo llamó paloma.
— Te agradezco pequeña fogata.
— Águila boba. - murmuró cruzándose de brazos e inflando sus mejillas, el rubio pasó una mano por su cabello y se sentó aún con la chica encima de él.
No pudo evitar sonreír con malicia al verla con la mirada en el suelo, tomó su mejilla y la obligó a mirarlo, sus ojos brillaban y a Hawks le fascinan las cosas que brillan.
— Ven aquí. - dijo y unió sus labios con los de la chica.
Hanahi al principio se opuso con el beso pero como siempre terminó cediendo ante el chico. Se apegó más a él cuando el beso se profundizó y sus lenguas rozaron. La chica detuvo el beso y solo se alejaron unos centímetros pero volvió a unir sus labios con los de héroe.
Las manos de Hawks en la cintura de Hanahi y las de ella acariciaban los rubios mechones del hombre.
Con un raro movimiento Hawks termina encima de la chica que enredó sus piernas en la cadera del hombre que se frotaba en ella.
El teléfono de alguno empezó a sonar trayéndolos a la realidad, se alejaron al recordar que estaban a plena luz del día en un lugar público. Hanahi salió corriendo a contestar el aparato y el rubio se quedó ahí en el suelo, tenía que darse una ducha fría en aquella mañana también.
Hanahi maldijo y bendijo a los dioses por interrumpir ese momento, debía tranquilizarse. Le molestaba como su capricho escalaba de esa forma.
Miro su teléfono y tenía unos mensajes de Natsuo y otros de Tomura.
Una sonrisa se burla de poso en sus labios al imaginar a Tomura escribiendo sin deteriorar el teléfono.
