Nunca Me Dejes ||Libro 2|| Trilogía Nunca ✔

Capitulo 2: Una voz y un mensaje

Durante el vuelo todo fue una revolución ya que al parecer muchas chicas que admiran mi trabajo viajaban en este vuelo, hasta las aeromozas estaban alteradas por mi presencia y un de ellas se me insinuó, diciéndome que si no sabía en donde estaba el baño ella podría ayudarme encantada a encontrarlo. Nada más claro como quiero que entremos a ese baño y me penetres hasta saciarme pero no lo vi conveniente porque muchas miradas estaban sobre mí y además que estoy volviendo a casa y puede que la vea porque solemos o solíamos frecuentar los mismos lugares.

Al salir del aeropuerto todo era más tranquilo porque estaba en la ciudad de las estrellas y es muy común encontrarte con una de ellas en cualquier lugar, voy hasta el estacionamiento del aeropuerto porque se supone que aquí debería estar alguno de los coches de mi madre ya que antes de abordar el avión llame a su secretaria que pidiendo que me dejo uno aquí y también le pedí discreción ya que mi regreso era una sorpresa para mi madre.

Cuando llegue al estacionamiento me encontré con el Audi R8 de mi madre, siempre me había gustado este auto pero ella jamás me había dejado manejarlo, además de que mi madre tiene una gran obsesión por cada uno de sus coches y en especial con este porque ella se lo había ganado a mi tío Zack. Subí mi maleta en el maletero y luego subo yo y enciendo el motor, salgo del estacionamiento y conduzco por toda la ciudad, antes de ir a la casa de mi madre quiero ver que ha cambiado en todo este año que estuve afuera.

Comienzo a conducir inconscientemente y para cuando me quiero dar cuenta estoy delante de la casa de Megan. Mierda. ¿Por qué estoy aquí? Miro en dirección a la puerta de su casa pero nadie sale, internamente ruego porque no salga porque si la veo sé que me bajare de este coche y corre a ella para poder abrazarla, es que deseo tanto eso que siento que los brazos me arden por no estar haciéndolo en este momento. Sacudo la cabeza para quitarme todos estos pensamientos y salgo a toda prisa de allí no puedo estar haciendo esto, conduzco como un loco por toda la ciudad y cuando estaciono delante de la casa de mi madre apago el motor pero no me bajo del coche me quedo ahí sentado pensando en todo lo que estuve a punto de hacer.

Escucho como suena mi teléfono pero no lo atiendo solo dejo que suene y la persona que quiera hablar conmigo que deje un mensaje en la casilla voz porque en este momento no tengo ánimos de hablar con nadie, el teléfono deja de sonar y agradezco eso pero vuelve a sonar, una y otra vez. Algo enojo levanto el teléfono sin mirar quien es la persona que me está llamando y contesto de mala manera.

–Mas vale que sea importante.

–Si así contestas las llamadas no lo volveré hacer –al escuchar su voz me relajo un poco porque siempre me gusta hablar con esta persona –¿Qué te pasa?

–Nada importante –musito en un tono mucho más sereno –disculpa la manera en la que conteste pero dime ¿Qué puedo hacer por ti?

–¿Sabes qué día es hoy, no? –musito un breve si –¿visitaras a tu madre?

–No te preocupes –espeto –ella recibirá una gran sorpresa por parte mia y tú la visitaras, después de todo eres el padre de su hijo ¿no?

Mi padre me dice que en este momento están yendo todos a la casa de ella porque le quieren dar una sorpresa y más porque toda la familia esta junta, todos están aquí. Me pone feliz que no seré el único que le dará una linda sorpresa a mi madre, entonces decido esperar que todos lleguen así todos le damos la sorpresa junta. Me recuesto sobre el asiento y sin querer me dejo llevar por los brazos de Morfeo.

Escucho un sonido muy molesto pero lo ignoro e intento seguir durmiendo pero ese sonido sigue sonando, entonces me doy cuenta que se trata de mi teléfono, lo busco con la mano pero me doy cuenta que lo tengo dentro de mis vaqueros. Rebusco entre mis bolcillos y cuando por fin lo tengo en la mano aprecio el botón para contestar, sin mirar quien es porque seguro debe ser mi padre o capaz Adam para ver como he llegado, contesto pero nadie responde, pregunto quién es pero nadie responde.