Nunca Me Dejes ||Libro 2|| Trilogía Nunca ✔

Capitulo 32: Salvenla

Ethan.

Jamás creí que esta noche terminaría de esta manera, solo queria volver con el amor de mi vida pero nada de eso sucedió y ahora lo único que tengo es el corazón aún más roto que antes y a mi mujer en una ambulancia, cuando vi a Megan tirada me sentí morir y más cuando vi la cantidad de sangre que se le escurría entre las piernas. Hoy por primera vez en la vida sentí el miedo de perder a las personas que amo, me di cuenta muy tarde de que amaba a mis hijos, que fui un idiota al apartarme de ellos y sobre todo de dejar a Megan sola con todo esto. Jamás me podre perdonar por hacerla sufrir.

Esta mañana cuando me desperté me di cuenta que no podía seguir con esta vida, con una vida sin ella y sin mis hijos, porque ellos sin son mis hijos y ya no lo puedo negar más, después de haber vuelto a probar los labios de Megan y sentir como uno de ellos se movía ante mi tacto fue todo lo que necesite para darme cuenta. Pero como el idiota que soy tuve que tardar dos meses en darme cuenta, Kenia me había cansado hace mucho tiempo ya, cada vez que intente terminar lo que sea que tengamos ella evitaba el tema y salía con otras cosas.

El último mes intente decirle que lo nuestro era un error pero ella no entendía mis indirectas y cuando se lo quise decir de frente me dijo que tenía que salir de viaje unas semanas y que ya luego hablaríamos, y esas semanas ya pasaron. Esta noche llegue solo al aniversario de mis padres pero de repente la tenía frente a mí con toda su elegancia y me molesto mucho que haya venido, le había dicho que mi madre y mi familia no la quieren aquí, parece que eso le importo muy poco porque allí estaba.

Cuando Megan comenzó a cantar aquella canción todas mis esperanzas se fueron por el caño, sabía que era una despedida para nosotros pero me rehusaba aceptarlo, sé que ella aun me ama, sé que tengo que remar demasiado para conseguir su perdón y sobre todo el de mis hijos pero quiero demostrarle el hombre que soy. Quiero demostrarle que aun soy el hombre del que se enamoró, no esté estúpido hombre que no sabe lidiar con los problemas que le pone la vida, sé que cometí muchos errores estos últimos meses pero tengo derecho a una segunda oportunidad, soy humano y por ello sé que voy a errar en la vida ¿Qué no me merezco otra oportunidad?

–Debemos irnos –aquella voz femenina me saca de mis pensamientos –no tenemos nada que hacer aquí, deberíamos volver al depar...

–Vete tu si quieres –espete bruscamente –yo debo ir con mi esposa e hijos.

–¡No hablas en serio! –musita muy alto –¡ella no es nadie!

–¡Es mi esposa! –grito aún más alto que ella –me canse, lo nuestro termino. Jamás debí volver contigo.

–¡Tu no vas a dejarme! –Kenia me toma del brazo y pone presión pero me suelto –no sabes de lo que soy capaz, jamás podrás deshacerte de mí.

La miro por última vez y camino en dirección opuesta a ella, la escucho gritar algunas incoherencias más pero no le prestó atención, lo único que quiero hacer es llegar deprisa al hospital a donde han llevado a Megan, saco las llaves de mi coche y me dirijo hasta la entrada del hotel para poder ir en su búsqueda. Cuando llego a la entrada veo a mis padres, mi madre es un manojo de nervios y mi padre intenta calmarla pero sin mucho éxito, también están todos mis tíos y mis primos, no reparo en ellos. Tengo prisa por poder llegar rápido al hospital.

–¡Ethan, espera! –la voz de mi madre me detiene –¿A dónde iras?

–A ver a mi esposa.

Veo una especie de felicidad en sus ojos celestes, no le prestó atención y continuo con mi caminata pero a mitad de camino me detengo, no sé a qué hospital han llevado a Megan, vuelvo sobre mis pasos y me acerco a mi madre para preguntarle pero ella solo me dice que suba a su coche ya que ella también ira al hospital, y todos mis tíos se ponen en movimiento para acompañarnos. Durante todo el camino me maldigo mentalmente por no haber sido yo quien la hubiera acompañado en la ambulancia, pero el idiota de Alexander se me ha adelantado y fue él quien la acompaño. Y yo me quede allí como un maldito idiota plantado viendo como la ambulancia desaparecía por la calle.