Mi propia magia

Sorpresa del secuaz

Dim se sobresalto del susto, había escuchado una voz o era su imaginación por estar leyendo aquel libro raro, Dim decidió mirar hacia atrás y se sorprendió al ver aquella figura humana negra, de pie tras él, no se lo podía creer, pensaba: ¿Cómo había entrado?¿Era un ladro? No, tenía un aspecto raro, medievo y siniestro, ¿Quién era? No lo sabía, pero le daba mal rollo, esa amenaza no se la tomo a la ligera, cerró el libro, y le pregunto:-"¿Qué quieres de mi?"- el secuaz le contestó:-"Tantas preguntas para alguien que no va a salir vivo de aquí, lo único que te diré es que me ordenaron destruirte junto con el libro."- Dim pensó -¿esto tiene que ver porque descubrí el libro? no conseguirá arrebatármelo- Dim cogió el libro en su manos, e intento salir de la habitación. Fue hacia la puerta, pero el secuaz se interpuso, éste le lanzó un puñal que impacto en la pared muy cerca de él, unos centímetros más adelante y tendría un puñal clavado en el brazo, Dim quedó impactado pero decidió abrir la puerta, salir y cerrar, el secuaz le grito: -"¿Dónde crees que vas?"- se acerco a una pared y se volvió sombra, entonces traspasó la puerta, bajó las escaleras y vio que el chico estaba apoyado en la pared agarrando el libro contra su pecho, corrió a su lado y sacó a fuera una mano con un puñal, pero Dim por el rabillo del ojo lo vio y se aparto justo a tiempo, abrió la puerta de la calle y cerrando la puerta tras él. Al fijarse ya estaba oscureciendo fuera y no había nadie, pero miró hacia atrás y vio cómo una sombra salió de la puerta y volvió a tener aspecto físico, Dim continuo corriendo, el secuaz sacó de su manga otro puñal, pero esta iba enganchado a una soga negra. Dim miró hacia atrás, lo vio con el cuchillo y, para defenderse, miró al suelo, vio un par de piedras que no dudo en lanzárselas, pero ese hombre las bloqueo con el puñal, y lanzó el puñal hacia adelante. Éste le rozó el pantalón y terminó clavándose en el suelo. Dim vio que le hizo un corte en el pantalón a la altura de la rodilla, por suerte solo rasgo la ropa, y Dim continuó corriendo, aunque sinceramente no tenía ni idea de hacia qué dirección ir, siendo perseguido por un extraño oscuro. El secuaz caminaba tranquilamente, sin embargo al lanzar la soga, podía desplazarse hacia esa dirección. Dim escuchó como de pronto empezó a correr hacia él, giró un momento la cabeza, y vio como tenia otro puñal preparado en la otra mano, lo lanzó y esta vez le rozó en la manga izquierda a Dim. El secuaz tiró hacia él el primer puñal, le dio vueltas en el aire y lo volvió a lanzar, pero esta vez no para clavar sino para atrapar, la soga se lio alrededor de la pierna derecha de Dim, haciéndole caer. Ahora el secuaz, agarrando la soga, podía correr hacia Dim, mientras se sacaba otro puñal de su manga, Dim intentaba desatarse, y lo consiguió, en el último segundo cuando el secuaz le iba a clavar el puñal donde hubiera estado su pecho.