Mi propia magia

Pasando a entrenar

Al día siguiente, se despertó bien, había dormido bien, se percato de que hacía unos días que no recibía una visita inesperada de algún secuaz, aunque ahora estaba más concienciado. Ya había aprendido hechizos de tierra el siguiente nivel seria dominar magia del aire. El día estaba un poco nublado, pero igualmente Dinm salió a entrenar. Fue a su lugar secreto. Al llegar se puso a revisar el libro y la sección de aire, se supone que ya sabía concentrar energía, solo tenía que probarlo con el aire, aunque era un elemento más difícil.

Con una mano sostuvo el libro y la otra abierta delante suyo. Tenía que reunir partículas de aire y eso lo estuvo intentando durante una hora, pero nada. Siguiendo los pasos del libro, siguió practicando. Parecía que no podía, aun con el conjuro del anciano, aunque tenía más determinación. Teorizó que tal vez si hacia un hechizo directamente le saldría y lo probó, uso un hechizo básico y lo pronunció –Asera yuro Aera- pero no paso nada, lo intentó una y otra vez, cada vez concentrándose más , hasta que vio unas ráfagas de aire que eran atraídas por su mano. Iba por el buen camino, así que tenía que seguir intentándolo. Hasta el punto, que ya no atraía aire cómo tal, sino que salió una luz de su mano y unos símbolos, y entonces invoco aire de la nada que empezaba a girar en su mano, haciendo un pequeño remolino. Lo había dominado. Cansado de hacer tanto esfuerzo decidió caminar un poco, salió de la pista de skate y fue a dar una vuelta por las afueras del pueblo.

Paso por un parque y entró, había algunas personas y niños jugando a la pelota. Mientras Dinm caminaba tranquilamente, una voz le llamo pensó- ¿Seria un secuaz? No, era una voz de chico normal.- Miró a su espalda, no vio nada y a su alrededor tampoco, pero volvió a oír que le llamaba y la voz dijo: - ¡Hey! ¡Hey! ¡Tú! ¡Aquí arriba!- Dinm miró hacia arriba y se encontró con un chico de su edad asentado en la rama de un árbol. Al parecer le había visto con el libro en la mano y le preguntó así de pronto -¿Tú eres mago?- Dinm no se esperaba esa pregunta y no sabía que contestar.