Aparece la luz que necesito!

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El secuaz intentaba acercarse a él, pero la luz del libro le impedía asestar el golpe, además de que cuando más se acercaba, más le quemaba. Dim a través de la luz podía ver que el secuaz se acercaba más a él, y se empezó a volver a poner nervioso. El joven se dio cuenta de un hechizo básico que relucía, no sabía si estaba preparado pero se arriesgo, intentó pronunciar el hechizo:-"¡Lumia hu teru isis world!"- Entonces aquella luz que desprendía el libro se volvió más intensa y se volvió más grande el radio de iluminación. Ahora vio al secuaz, que dio un quejido de dolor y retrocedió hasta volver a la oscuridad, este parecía que no podía hacer nada ante esa luz cegadora y dañina. A Dim no le hacía nada, él lo veía como si fuera la luz de una habitación, él estaba más seguro, -¿Había funcionado el hechizo?- Se peguntó así mismo, y comenzó a dar unos pasos y a mover el libro hacia los lados, aunque podía ver el suelo y poco más, seguía habiendo oscuridad a su alrededor y continuaba sin ver a aquél que le intentaba matar, y no se fiaba de que pudiese acercarse más. El secuaz intentó una última técnica, -¡Masacre del reino de las sombras!- Dim quedó rodeado por un montón de estalagmitas de sombras afiladas, entonces Dim se desesperó, su corazón empezó a latir rápidamente, miró otra vez el libro para encontrar alguna respuesta, pero no vio ningún otro hechizo que pudiera leer, entonces le dijo al libro: -¡Si solo pudieras hacer un poco más de luz!- Dim se percato un poco tarde pero la luz del libro aumentó, entonces las estalagmitas empezaron a caer. Dim con alguna esperanza grito: - ¡Quiero más luz!¡Quiero mas luz!¡Por favor más luz!,- casi aferrándose al libro con los ojos cerrados. La luz del libro entonces podía iluminar a 5 metros a su alrededor, con una luz tan intensa y blanca que le cegaba hasta él. Dim elevó el libro hacia arriba y las estalagmitas que estaban cayendo se desintegraron, ahora se había ido toda la oscuridad y solo había esa luz blanca. Lo último que pudo ver Dim fue cómo el secuaz, a varios metros se descomponía y desintegraba, cayendo de rodillas de dolor, tras un grito que se cortó tras desaparecer por completo. Entonces automáticamente, la luz del libro se fue apagando y desapareció. Dim bajó el brazo, y pudo contemplar el cielo nocturno, después de esto ya no se acordaba de las estrellas, ni que estaba casi en medio de la calle de su barrio. Todo ya había vuelto a la normalidad, cerró el libro y se preguntó porqué alguien quería matar le y deshacerse del libro, y seguía sin saber que era aquella persona con poderes.

Ya erade noche, no sabía qué hora era ni cuánto tiempo había pasado, pero volvió a casa. 

Mi propia magiaHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin