Hasta otra

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La chica al final dijo –No sé cómo habrás conseguido ese libro, pero deberías dejarlo, y volver a tu casa a jugar con el ordenador. Deberías dejar esto para mejores usuarios, tú no estás hecho para esto, solo vas a ponerte en peligro a ti y a los de tu alrededor, hazme caso, déjate la magia.- Después de ser tan borde se subió a uno de sus tiburones y salió de allí volando, dejándole tirado. Dinm se la quedó mirando con cara de circunstancia, hasta que se dio cuenta de que estaba solo, y muy lejos de su casa. Así que tenía que salir de aquel descampado saltando la valla, y regresando al centro para volver a casa.

Por el camino vio mucha gente alarmada por el terremoto y los desastres, y pensar que había sido culpa suya. Miraba a todos lados, afectó a la gente que se chocó con su coche o la ruptura de escaparates de tiendas. De repente oyó que alguien le hablaba y repetía su nombre. Dinm se dio cuenta de que era uno de sus amigos, que le saludo y le dijo: - ¡Oye! ¿Dinm? ¿Estás? ¿Qué tal? Parecías ausente. Y para no estarlo, ¿te has enterado de la explosión en el edificio alto? Es increíble. ¿Y del terremoto? Y he oído que ha habido varios desastres, dicen que ha sido un atentado, pero yo no me creo que ocurra algo así en un pueblo tan pequeño, que puede ser, pero me extraña... Pero los hechos están ahí, dicen que la policía va a investigarlo, un tío mío es policía. Hay que llevar cuidado, qué locura de mañana.- mientras miraba alrededor y al móvil, Dinm susurró- Ya creo que ha sido una locura.- Y su amigo se despidió -Bueno, Dinm luego nos vemos.- y siguió su camino sin darse cuenta de que Dinm tenía su libro en la mano.

Siguió la calle para ira su casa como siempre, iba cansado. No pasaba mucha gente, sin embargo secruzó con un anciano que no le sonaba de nada, de pelo blanco, con una bataverde igual que toda su ropa, caminando despacio con un bastón. Se quedómirando al joven, cómo hace normalmente la gente mayor, pero no lo miraba a élsino al libro que sujetaba. Cuando Dinm, extrañado, lo pasó, entones el ancianole dijo: - Oye, chico, perdona por molestarte ¿Qué es ese libro que llevas? – Dinmse dio la vuelta, lo saludo y no sabía qué contestarle, nadie se tenía queenterar de lo que era y, aunque se lo dijera no le creería, así que dijo -Es unlibro antiguo...- Contestó 

Mi propia magiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora