El agua contraataca!

3 0 0
                                    

Dinm vio un túnel pequeño en medio de la pared, sin barrotes, justo por el que pudiese caber y rápido entró en él. Tuvo que mojarse las rodillas, ya que tenía que caminar a gatas. Consiguió cruzarlo, cuando la bestia introdujo su brazo, librándose de ser alcanzado y continuó corriendo. El minotauro se paró para conseguir captar su olor y siguió su rastro.

Dinm descansó unos minutos creyendo que lo había perdido y había llegado al final de uno de los túneles. Pero, sorprendentemente, oyó los pasos del minotauro que se acercaba a él. En esta parte el agua estaba algo más estancada. Ninguno de los hechizos había funcionado, lo único que le quedaba era intentar uno nuevo.

Repitió el proceso de meditación, cerró los ojos y el libro de su mano se iluminó. Dinm lo dejó caer y sus páginas se pasaron hasta un nuevo hechizo, Dinm sentía algo. Del agua se elevaron pequeñas gotas. Él colocó los brazos hacia alante reproduciendo una esfera con las manos, abrió los ojos, sentía la humedad, las gotas a su alrededor, la energía emanando de su cuerpo. Se sorprendió cuando vio que había agua flotando en sus dedos -¡¿Había funcionado la meditación?!- pensó. Y pronunció el hechizo –Aqua dash.- De sus manos salió un símbolo que desapareció enseguida, mientras se formaba una esfera de agua. Dinm se la lanzó a la bestia, pero no le hizo nada, solo que se parase. Dinm lo repitió otra vez, pero esta vez lo combinó con su segundo hechizo, –Aqua Forkball explod.- Creó una esfera de agua y la lanzó tipo pitcher de beisball, arrastrando toda el agua en una onda de choque hacia el minotauro, y golpeándole, lo que hizo que retrocediera, se le rompieron algunos trozos de hielo y lo dejó dolido. Dinm no se terminó de creer lo que acababa de hacer. Y cuando volvió en sí rápidamente huyó de ahí. Por suerte volvió al mismo lugar por el que entró. La luz que pasaba por el agujero de la alcantarilla volvió a iluminar la zona, pero pronto escuchó al minotauro persiguiéndole de nuevo, rasgado por la espalda por los pelos, escaló a saltos la escalera y salió. Mientras el brazo de la bestia sobresalía por el agujero, Dinm se quedó unos segundos viéndolo mover la fieramente, pero comprobó que no podía salir de allí. Jadeando y cansado, volvió a casa. 

Allí se baño de nuevo, que esta vez sí echaba mala olor a agua podrida, y cenó. Después estuvo leyendo el libro mágico unas horas, y se fue a dormir. Notó que podía entender más datos, y una pequeña sección de la orden del agua se desbloqueó.

Mi propia magiaDove le storie prendono vita. Scoprilo ora