Quedada divertida con amigos

4 0 0
                                    

Finalmente llegó, sus padres lo recibieron. Dinm se dio una ducha antes de comer. Y después, recordó que había quedado con sus amigos esa tarde para jugar a la Wii y pasar un rato divertido, así que se preparó.

Así que después salió de su casa con la bolsa de cuerdas aun con el libro dentro y se dirigió a la casa de su amigo. Justamente la del otro día que quedaron, solo estaba a un par de manzanas. Llegó a su puerta y toco al timbre. Le abrió su amigo, Daniel de pelo castaño, ojos color ámbar y grueso de cuerpo, bastante corpulento, quien le ofreció pasar, y en el rellano pudo ver que además ya estaba su amiga, Cloe teñida el pelo de gris y ojos azules, de complexión normal, y se saludaron. Pero faltaba el último, el que siempre que llegaba tarde. Después de unos 5 o 10 minutos apareció Eric, el pelirrojo, de piel blanca, perezoso, tocando al timbre, y pasó diciendo – ¿Y la siesta para cuando?- Ya estaban todos, prepararon el salón y lo despejaron. Encendieron la consola y estuvieron jugando a varios juegos cómo "Mario Party". Estaban bastantes animados, los padres de Daniel les avisaron de que no hicieran mucho ruido, pero es algo imposible.

Pusieron algo de aperitivo, y nada más empezar Cloe derramo un vaso de refresco en la mesita. Lo limpiaron entre todos, y empezaron la partida, cada uno se eligió un personaje diferente, y empezaron a mover los mandos. Tenían un sofá, pero estaban casi todo el tiempo de pie, a no ser que fuera eliminado alguien, no se tumbaban en él. Mientras tomaban algo, reían, y bromeaban. Estuvieron así durante una hora o así. Después Dinm les comento que tenía que volver a casa, bueno más que nada quería volver para leer el libro, así que al final, recogió su parte, se despidió de los demás y salió.

Regresó a casa, y siguió investigando el libro. Sin embargo en alguna parte del bosque apareció un secuaz, siguiendo el rastro del joven, y continuando un rastro que se dirigía a la cuidad. Éste secuaz atraía a los cuervos, unos animales que en su reino no había, o no eran iguales. Sin embargo, al tocarlos estos mutaban convirtiéndose en monstruos muchos más grandes que un humano, midiendo más de dos metros, cada uno.

Mi propia magiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora