Encuentro en la calle

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Dinm le preguntó lo mismo a él y dijo – No, no soy mago, pero quiero serlo, tal vez me llamaras loco, pero sé que existen. Han estado pasando cosas muy raras, y sé que utilizan libros tan raros cómo el tuyo.- Dinm dijo –No, que va...- y el chico contestó –Se pilla antes a un mentiroso que aun cojo.- y entonces el chico se tiro abajo, de casi 3 metros de altura, cayendo de pie. Y menciono – Mmm, si, si... Yo te vi. Habían un montón de rayos y esas cosas raras en un descampado en obras, y te vi salir de allí no me lo puedes negar.- Dinm comprobó que no podía ser mal chico y se lo dijo – Esta bien, es cierto.- El chico que hasta entonces estaba serio se emociono y sacó una sonrisa. –Entonces ayúdame a ser uno.- Dinm se preocupó y le contestó. – Lo siento no sé, se supone que te tiene que elegir el libro a ti.- Entonces la cara del chico cambio y dijo -¿Enserio? Entonces no he encontrado el mío. Por cierto soy Caesar Whaelm ¿Y tú?- Dinm contestó –Yo soy Dinm Mayer, encantado.- Dinm le dijo que tenía que seguir y Caesar le dijo mientras le veía alejarse – ¡Si ves uno avísame...!- Y Dinm continuó su camino.

Entonces llegó una parte del pueblo que iba poco por su vandalismo, y su dominio de bandas, a él no le daba miedo, nunca se había topado con nadie de ninguna banda aunque era consciente de que eran violentos, confió en su suerte.Pero se preocupo cuando se dirigió a una calle que no debía para atajar y se perdió, había entrado a un laberinto de callejuelas bastante estrechas, de esas que tan solo un coche ocupa toda la calle, y empezaron a aparecer bastantes nubes en el cielo, lo que proporcionaba un poco de sombra al calor de la mañana. Sin embargo delante de él vio a tres macarras, que parecían de una banda, por sus caras de pocos amigos, su forma de caminar y forma de hablar vulgar e inmorales, pero a tan solo a unos metros vio cómo agarraron por la camisa a un tipo, que le gritaron en la cara, lo empujaron y le dieron una patada en el trasero dejándolo ir. Mientras Dinm quedó paralizado, además no podía sobrepasarlos porque la calle era estrecha y tenía miedo de que a él lo tratasen igual. Así que después de ese acontecimiento continuaron caminando normal. Los macarras dejaron paso a Dinm,y creyó que se había librado, pero entonces uno de ellos vio que él llevaba un libro en las manos y dijo: -Oye tú ¿Qué es ese libro que llevas ahí?!- 

Mi propia magiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora