Derrontando al Naga

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Y de repente la tierra empezó a caer en trozos haciendo que el árbol se fuera hundiendo, desestabilizando y cayera, destrozando la madriguera. El árbol aplasto al Naga y Dim quedo enterrado en la tierra. Cuando Dim se recuperó, salió de allí, busco su libro e intento salir del socavón escalando. Dim lanzo el libro afuera del socavón y empezó a salir de él, sin embargo algo le cogió del tobillo. Era el Naga, seguía vivo, no se lo podía creer, el Naga agarro fuerte su pierna, se levanto mientras elevaba a Dim, y lo sujeto en el aire. Entonces lo zarandea de un lado a otro, Dim estaba aterrado y mareado, sin embargo no se dio cuenta de que las hojas del libro estaban pasando rápido y se iluminaba un hechizo. Dim intentaba recordar algo que fuera útil, y entonces se le vino a la cabeza un hechizo, cerró los ojos, respiro profundamente. El Naga llevaba al chico hasta su boca, la cual tenía abierta ampliamente, Dim abrió los ojos, y grito: -"¡Aei forza explod!"- sentía como expulsaba energía, forcejeo para liberar su pierna e hizo una onda expansiva de repulsión, que empujo a la bestia casi por los aires e hizo que lo soltara antes de golpearse la cabeza contra un árbol, aunque Dim también cayó mal y se hizo daño en la espalda. Permaneció unos minutos en el suelo dolorido, pero vio que la bestia no se movía tampoco así que intento acercarse arrastrándose hasta el libro. Se levanto aunque no podía ponerse recto, volvía caminando lentamente por el sendero que había venido hasta el claro de la zona de picnic, y se dirigió a su mesa, para intenta solucionar el parálisis pero estos se empezaron a mover, sin embargo con una sensación extraña y confusos, sus amigos no sabían lo que había ocurrido desde esta mañana, lo habían olvidado, como supuso que la demás gente también, y creyó que era una consecuencia de la parálisis del Naga y eran liberados una vez una vez derrotado. Dim les contó lo que hacían allí y se acordaron que Dim les iba a enseñar algo, pero él dijo que al final no era nada y no se lo mostró, para protegerlos, pensó mejor que de momento no se lo iba a decir ni enseñar a nadie. Mientras tanto en el lugar donde había quedado el Naga casi inconsciente, pues empezaba a despertarse, una figura humana se acerco a él, abrió su libro mágico y lanzo tal hechizo que lo mato y desapareció de nuevo tras los arboles.

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