Corazón Rendido® (AG 3)

Capítulo 7

Curvas y encaje...

Corsé entallado, braguitas negras, tacones altos, cabello suelto, largo y ondulado, labios pintados color nude, y sensualidad. Demasiada maldita y mil veces maldita sensualidad.

Ariana se encontraba grabando el video promocional de su más reciente single.

Dangerous Woman.

Mujer peligrosa, y Emmet pensó que no podía existir una manera más precisa de describirla.

Ella lo hacía sentir verdaderamente el peligro.

Cada vez que la miraba, el guardaespaldas se sentía como si estuviese a punto de caer a un precipicio.

♪ Somethin' 'bout you makes me feel like a dangerous woman... Somethin' 'bout, somethin' 'bout, somethin' 'bout you... Makes me wanna do things that I shouldn't... Somethin' 'bout, somethin' 'bout, somethin' 'bout you... ♫

La pista de la canción estaba haciéndolo sudar, pero esos movimientos y gestos que ella hacía para la cámara, lo tenían prácticamente jadeando.

La postura en la que se encontraba ahora, sentada de rodillas en el sillón que salía a cuadro, destacaba orgullosamente su par de pechos... Haciendo que sus sentidos enloquecieran.

Una ilusión convertida en realidad. Eso era Ariana. Todos los sueños más secretos de Emmet se encontraban en ese pequeño y bien delineado cuerpo, y en ese rostro de preciosas, delicadas y perfectas facciones.

Todavía podía recordar ese primer sueño que había tenido con ella... Labios preciosos y carnosos, rojos, incluso sin la ayuda de cosméticos. Ariana le había sonreído casi malévolamente antes de agachar la cabeza entre sus muslos, y... Había despertado. Desde entonces había transcurrido todo un mes de pensamientos eróticos previos que ahora se concentraban en ese momento.

Emmet maldijo, y entonces intentó concentrarse en algo más. Puso su total atención en todas las personas a su alrededor. Se encontraban los asistentes de Ariana, observándola emocionados. Scooter Braun encargándose de que todo saliera como lo planeado. Alfredo Flores, el fotógrafo personal encargándose de capturar todo el detrás de cámaras para después hacer uso de todo el material. Se encontraban también un par de productores de Republic Records supervisándolo todo, los maquillistas listos para cuando la cantante necesitara de algún retoque por más mínimo que este fuera, el equipo de iluminación, los camarógrafos encargándose de filmarla desde distintos ángulos, los técnicos de sonido, y por supuesto la directora que daba indicaciones.

–¿Estoy haciéndolo bien?– se escuchó la suave voz de Ariana, en un tono demasiado profesional.

Hannah Lux Davis, la directora asintió de inmediato.

–Lo estás haciendo excelente, Ariana. Eres muy auténtica. Sigue haciéndolo, no pierdas la naturalidad. Lo tenemos– exclamó orgullosa y contenta de estar consiguiendo el trabajo esperado.

Sin embargo a pesar de todas esas distracciones, Emmet no consiguió dejar de pensar como lo que era... Un hombre.

Un hombre que tenía frente a él a una criatura perfecta, femenina y de lo más ardiente.

El guardaespaldas casi podía olerlo. Casi podía sentir en el pecho lo apasionada que ella era. Lo veía, lo notaba en su expresión.

¡Joder!

De pronto ansiaba saber cómo resultaría ella en sus brazos, bajo el poder de su toque y de sus besos.

¿Se mostraría desinhibida y gemiría descontrolada? ¿O intentaría contenerse mordiéndose los labios para no gritar mientras él permanecería encima haciéndola suya hasta el amanecer?