Capítulo 29

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No podía tocarlo, pero podía sentirlo.

No sabía cómo sería su carita, pero tenía la certeza de que sería la criatura más perfecta.

Todavía no lo tenía en sus brazos, pero ya lo amaba con todas sus fuerzas.

Cielo santo, lo había amado desde el primer segundo en que supo que lo esperaba.

En aquel instante todo había cambiado, ella misma había cambiado, y lo había hecho para siempre.

El instinto maternal que ahora aparecía en todo su esplendor creando un vínculo inquebrantable.

Un amor incontenible, y un gigantesco deseo de proteger.

Ahí en el hospital, recostada sobre la camilla, Ariana observó con atención los movimientos de su hijo desde el monitor, mientras sentía que se moría de lo enamorada que estaba.

Aquel pequeño ser había llenado en su corazón ese hueco que no sabía que había estado vacío, le había dado las fuerzas que no sabía que tenía, y también la había hecho enfrentar los temores que antes no sabía que existían.

Aquel pequeño ser había llenado en su corazón ese hueco que no sabía que había estado vacío, le había dado las fuerzas que no sabía que tenía, y también la había hecho enfrentar los temores que antes no sabía que existían

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Los ojos se le llenaron de lágrimas que no pudo esconder.

Había estado tan cerca de perderlo...

Pero el pequeño vivía. Iba a nacer, y ella iba a poder conocerlo.

Ariana ya ansiaba que por fin se llegara ese momento.

Y jamás había deseado tanto la presencia de alguien, como en esos momentos ella deseaba que Emmet estuviese ahí, abrazándola, y mirando con ella el maravilloso milagro que habían creado. Esa preciosa personita que habían hecho juntos, y que ahora se formaba en su interior.

–El peligro ya ha pasado, Ariana– le dijo entonces el doctor llamando por completo su atención, y sonriéndole de manera amistosa. –Usted y su hijo han respondido perfectamente bien, y ya no hay nada que temer. Claro que deberá tener muchos más cuidados durante todo lo que reste del embarazo si no queremos que vuelva a ocurrir nada semejante–

Ariana abrió los ojos y negó de inmediato.

–No, no, no– exclamó. –Voy a cuidar a mi bebé con mi vida si es necesario, es lo que más amo, y no quiero perderlo–

–Me alegra escuchar eso– respondió el doctor. –Por ahora permanezca tranquila, le repito, todo está bajo control. El pequeñín está desarrollándose con normalidad– señaló la pantalla para que Ariana pudiese observarlo. –Estáusted pasando justamente  por su tercer mes, así que en estos momentos su bebé mide exactamente 13 centímetros, y pesa 140 gramos. Como puede ver, comienza a tomar forma, sin embargo es todavía diminuto, puede compararlo con una pera. El sexo todavía no está bien definido, pero quizá en dos o tres meses más pueda saberlo... Todo marcha con normalidad, así que hoy mismo tendrá el alta. Le recomiendo que vaya con un obstetra lo más pronto posible para que pueda llevar de cerca su período de gestación–

Corazón Rendido® (AG 3)Where stories live. Discover now