Capítulo 12

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Ariana estaba cumpliendo veintitrés años, y se encontraba en Las Vegas. Parecía una perfecta combinación, y ella estaba decidida a aprovecharla al máximo.

Aquella tarde se habían llevado a cabo una entrega de premios importante. Billboard Awards. Durante la ceremonia, Ariana se había sentado a observar contenta, mientras aplaudía a sus demás colegas que estaban siendo galardonados en dicho evento. En alguna de aquellas entregas, sorpresivamente ganó una de las categorías con My Everything. Un tanto sorprendida de que todavía tomasen en cuenta aquel proyecto pasado, recibió el premio y se dijo a sí misma que aquel sería el cierre definitivo para esa era.

Una hora más tarde se había llegado la hora de su participación, se había presentado en el escenario presentado una vez más Dangerous Woman, y un remix de un par de canciones de su álbum pasado, prometiendo lo que sería el siguiente.

Luego de aquello, había sido invitada al after de dichos premios, sin embargo ella había declinado la idea.

Nathan le había asegurado que estaría ahí para celebrar su cumpleaños juntos, sin embargo hacía apenas unos cuantos minutos había recibido un mensaje de su parte.

Ariana, acaba de sucederme un imprevisto, pero estaré ahí antes de la medianoche, y la pasaremos en grande, te lo prometo. Te amo, hermosa.

Aquel mensaje había ocasionado que la cantante se molestara en gran manera, y se sintiera muy frustrada.

Ahí, en la suite de su hotel, sintiéndose sola y triste, se había dicho de inmediato que no permitiría que nada de aquello le arruinara su noche.

Saldría y se divertiría, eso era seguro. Y por divertirse, quería decir embriagarse. Necesitaba en serio perderse aunque fuese por una noche. Olvidarse de todo lo acontecido en su vida, olvidarse de Jackie Radinsky, de Robert Butera, de Nathan Sykes, y principalmente de Emmet Wyatt.

Se miró entonces al espejo, todavía llevaba el vestuario que había utilizado para los premios. Un conjunto negro que consistía en una faldita demasiado corta, que presumía abiertamente sus largas y bien formadas piernas.

Para su cena con Nathan, Ariana había tenido preparado un vestido menos revelador, pero de inmediato desechó la idea de usarlo.

Saldría tal y como estaba, además le gustaba más. La hacía sentirse sexy, y esa cualidad sería siempre parte de su atuendo.

Colocó solamente un poco más de lápiz labial en sus labios, tomó su bolso, y sin más salió de la habitación.

Se llevó una gran sorpresa cuando encontró a su guardaespaldas justo en su puerta.

Emmet la miró entonces desde su gran altura.

–¿Pensaba salir sin mí, señorita Grande?–

Ariana lo miró molesta por haber sido descubierta.

–Bueno, sí, pienso que hoy por ser mi cumpleaños podrías obsequiarme eso... Una noche libre de ti–

La sorna con la que la cantante soltó aquello ocasionó una enorme sonrisa irónica en el rostro de Emmet.

Ninguno de los dos había mencionado nada con respecto al beso que se habían dado el día anterior. Ella, principalmente, había estado fingiendo que no había ocurrido, y aquello estaba siendo la causa de esa brecha que se había formado entre los dos, y que cada vez se hacía más profunda.

–Eso sería un buen obsequio, lamentablemente mi trabajo con respecto a su seguridad no es negociable– al menos ya no, se dijo recordando aquel episodio del póker.

Corazón Rendido® (AG 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora