Epílogo

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Tres años después. Paris, Francia.

♪When raindrops fell down from the sky, the day you left me, an angel cried. Oh, she cried, an angel cried... She cried...

Ariana fue subiendo en la plataforma del escenario sobre una mesa junto a sus bailarines, mientras comenzaba a cantar la letra de su primera canción del setlist. Vestida con un conjunto sparkle en color celeste.

♪You, you love it how I move you. You love it how I touch you. My one, when all is said and done...

El público entero gritó emocionado cuando la vieron aparecer, y empezaron a corear junto a ella la melodía.

La cantante se giró en la mesa, y lanzó sus piernas hacia adelante para poder ponerse en pie de poco en poco al tiempo en que realizaba la coreografía.

Siguió abriendo su boca y las notas agudas perfectas salieron de ella, acompañadas de melismas y whistles que hoy en día la posicionaban como una de las mejores cantantes de la industria.

Aquel era el último concierto del Sweetener World Tour en el conocido recinto parisino AccorHotels Arena, después de una larguísima lista de distintos lugares y países a los que había estado llevando su música día con día en los últimos meses.

En dichos meses, el éxito de la cantante se había consolidado de manera significativa. Discos vendidos, estadios llenos alrededor del mundo, nominaciones, premios, entre ellos un Grammy, records rotos, entre muchas otras cosas. Billboard incluso la había nombrado mujer del año hacía sólo un par de meses.

Su carrera artística había ido escaldando escalones importantes, y ahora sin duda alguna se encontraba en otro nivel mucho mayor, y su nombre se había colocado en un sitio importante dentro de la industria de la música

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Su carrera artística había ido escaldando escalones importantes, y ahora sin duda alguna se encontraba en otro nivel mucho mayor, y su nombre se había colocado en un sitio importante dentro de la industria de la música.

Ariana Grande había hecho ya muchas cosas, y seguiría haciéndolas, incluso mayores, eso era seguros.

Desde backstage Scooter Braun fue quien más disfrutó del concierto, aplaudiendo más que feliz a su minita de oro, como él mismo la había llamado. Su cantante estrella.

Robert Butera miró a su hija triunfando, y haciendo lo que ella más amaba en el mundo. No pudo evitar el sentimiento de orgullo que le daba cada vez que la veía sobre un escenario.

–Cielo santo, Ariana es estupenda– dijo más que emocionado.

Emmet que se encontraba a su lado asintió en acuerdo.

–Más que estupenda– secundó el rubio.

Robert lo miró con seriedad.

–Me arrepiento muchísimo de no haberla apoyado desde el inicio. Lo lamento desde el fondo de mi alma–

Con un gesto de despreocupación, Emmet le dio una palmada en el brazo.

–Se lo has dicho mil veces. Ariana lo sabe, y sabe también que ahora la apoyas incondicionalmente–

Corazón Rendido® (AG 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora