Capítulo 3

3.7K 180 0
                                    

Alba abrió los ojos y miró alrededor, gimiendo de dolor y se dio cuenta de donde estaba. Una joven rubia enfermera levantó la mirada y sonrió. "Buenos días, Srta. Reche. Mi nombre es Sabela." Sacó un termómetro digital de su bolsillo, colocó una funda protectora sobre la punta, y la puso en la boca de Alba. "Usted tuvo un muy grave accidente." Envolvió el puño de la presión arterial alrededor de la parte superior del brazo de Alba y presionó su estetoscopio contra el interior del codo de la joven mujer. El termómetro pitó y Sabela lo retiró comprobando la lectura. "Bien."

"Disculpe..." Alba inhaló agudamente mientras la enfermera hacía anotaciones en su tabla. Se sentía atontada pero asustada al mismo tiempo. "Qué... ¿qué sucedió?"

"Usted fue golpeada por un auto ayer por la noche. Fue muy afortunada que su jefa pasara cerca y la viera. Ella la trajo al hospital."

¿"Mi jefa? ¿María me encontró?"

"Oh, no sé su nombre, querida. No estaba aquí ayer por la noche. Trabajo en el turno de día." Cuidadosamente limpió la piel alrededor de la ordenada hilera de puntadas en la mejilla de Alba. "Usted estuvo en cirugía durante bastante tiempo y está en el cuarto de recuperación ahora mismo. Solo necesitamos asegurarnos de que esté estabilizada y entonces será llevada a su cuarto."

"¿Mis piernas?" Intentó incorporarse pero eso solamente sirvió para incrementar el intenso dolor que sentía en sus extremidades inferiores.

"Ambas piernas estaban quebradas. Los cirujanos trabajaron durante horas ayer por la noche colocando los huesos de nuevo en su lugar."

"Esto duele." Alba levantó su cabeza para ver el desolador blanco del yeso llenar las piernas.

"Le están dando algo para el dolor en su intravenoso," la enfermera dijo. "Le haré saber al doctor que usted está despierta."

En cuanto la enfermera salió del cuarto, Alba se echó a llorar. Su cara y costillas dolían pero no era nada comparada a la terrible agonía de como sus piernas estaban. Incluso no quería pensar en la cuenta del hospital, que sin duda aumentaba con cada hora que pasaba allí. Estiró su brazo para servirse una taza de agua de la jarra de plástico colocada al lado de la cama pero el movimiento causó tanto dolor que no pudo terminar su tarea. Lo que sea que le estaban dando para el dolor también le estaban haciendo sentir los miembros sumamente pesados y no tomó mucho tiempo para que Alba cayera nuevamente dentro de un inquieto sueño.

*****

Natalia tiró del Mazda dentro de su camino de entrada y lo estacionó al lado del garaje. Para su gran molestia, quitar la llave del encendido no apagó el motor. En su lugar el coche azul continuó chisporroteando y resoplando durante un minuto después finalmente murió. "Bien, Gato. Pienso que es seguro decir que el lugar siguiente que irá este pedazo de mierda será el deposito de chatarra."

"¿Mrrow?" El felino respondió cuando intentó subirse sobre el regazo de la alta mujer.

"No no no. Este no es tiempo para mimos." Metió al gato debajo de su brazo y abrió la puerta. "Vamos, veamos si Noemí puede encontrar algo en la cocina para que tu comas."

Cuando salió del auto con el gato en remolque, Natalia echó un vistazo sobre sus tres autos en el garaje. La puerta estaba medio abierta y a través de la media luna de la ventana vio su Porsche. Silenciosamente agradeció a su primo Carlos por ayudarle. El gato se retorció en su agarre. "Oh no tu no. No estaré recorriendo todo el vecindario en tu búsqueda."

Eilan abrió la puerta deslizable y entró en la cocina. Una vez dentro puso al anaranjado y blanco gatito en el suelo. "¿Noemí? ¿Noemí estas aquí?" Las llaves del auto azul fueron lanzadas sobre la encimera.

Accidental Love ( Adaptación Albalia)Where stories live. Discover now