Capítulo 33

2.7K 163 22
                                    

El reloj marcaba justo pasadas las seis cuando la llamada de la naturaleza tiró de Alba de su dormitar. Sus somnolientos ojos se abrieron y se enfocaron sobre la mujer durmiendo debajo de ella. Le llevó algunos minutos liberarse del rompecabezas humano que ellas habían formado durante la noche.

Después de un rápido viaje al baño, Alba se colocó las muletas y fue a la cocina a preparar una jarra de café. Servía el humeante líquido en dos tazas en el momento en que Nat entró en el cuarto. "Buenos días. Pensé que te gustaría un poco de café."

"Mmm, sí gracias." La alta mujer se acercó y envolvió sus brazos por detrás alrededor de Alba. "Buenos días, amor." Presionó sus labios en la cabeza de la joven mujer. "Tengo que recoger a mi madre en un par de horas."

"Entonces definitivamente necesitas tu café," dijo Alba, entregando las dos tazas. "Y si vas a darme un beso de buenos días, eso estará correcto."

Nat movió su cabeza. "Mmm, aliento de la mañana. Nada de besos hasta después de que cepille mis dientes."

"Correré el riesgo."

"¿De verdad?" Una ceja se levantó un poco cuando dejó las tazas abajo. Dando la vuelta, tomó primero una muleta, después la otra, y las puso al lado antes de coger a Alba en sus brazos. "Así qué tu quieres un beso de buenos días, ¿hmm?" Bajó su cabeza y volcó todo su amor en una serie de suaves besos. Mordió y persuadió con sus labios hasta que sintió la boca de Alba abrirse para ella. Nat tragó un suave gemido cuando su lengua exploró el interior de la boca de la joven mujer. ¿Oh sip, querías este, no es así? Para su completa sorpresa sentía una muy insistente lengua empujando dentro de su propia boca. Ahora fue el turno de la ejecutiva gemir. Cuando se separaron, fueron varios segundos antes de que su respiración volviera a un manejable nivel. "¿Así?" Preguntó con voz ronca. "Éste tiene su aprobación para un beso por la mañana, ¿Srta. Reche?"

"Oh sí, muy agradable." Alba se alzó para otro rápido rozar de labios antes de alcanzar sus muletas. Bésame así cada mañana y seré feliz por siempre. Con renuencia retrocedió, su cuerpo entero gritaba por más contacto. "Mejor bebe tu café antes de que se ponga frío."

Nat miró el reloj. "Preferiría pasar el día contigo, tú sabes." El agudo pitido esbozó un ceño de la ejecutiva. "Recibiré esta. Con mi suerte es probablemente Elena que intenta eludir tratar con mamá hoy." Tomó el teléfono. "Residencia Lacunza... Sip, buenos días a ti también, hermana. ¿Qué sucede?" Alba miró como las oscuras cejas se fruncían en desconcierto. "Mm hmm, ella está despierta... no, nosotras acabamos de levantarnos y estamos tomando café." Ahora la frente se elevó y sus ojos se trabaron con los avellana. "Bien... seguro, eso suena bien para mi. Déjame preguntarle, aguarda." Nat sostuvo el teléfono sobre su pecho. "Elena desea saber si te gustaría salir a desayunar."

"Uh, seguro." Sería la primera vez que saliera de la casa a excepción de las citas con su doctor y el funeral. Observó una sonrisa cruzar la cara de Nat.

"Seguro, suena bien, Elena." Ellas ultimaron detalles mientras Alba bebía su café. Para el momento en que Nat colgó, su café se había enfriado bastante para beberse en cuatro largos tragos. "Debemos irnos ahora. Se supone que nos encontraremos allí en cuarenta y cinco minutos. Correré arriba y me vestiré." Recogió la ahora vacía taza de Alba y la dejó con la suya en el fregadero. "¿Me haces un favor?"

"Lo que sea," la joven mujer contestó.

"¿Usas esa camisa color oxido?" Una sonrisa tímida vino a los labios de Nat. "Pienso que te ves realmente preciosa con ella."

"No creo que ninguna de las faldas vaya con ella."

"Los pantalones color caqui lo hacen. Estoy segura que la pierna es bastante amplia para franquear el molde."

Accidental Love ( Adaptación Albalia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora