Accidental Love ( Adaptación Albalia)

Capítulo 35

Unos ojos marrones se abrieron en una cortina dorada. Nat sonrió, gozando de la sensación del cabello de Alba sobre su cara. Se estiró, revelando la sensación de la piel contra piel. Era una maravillosa sensación y que no tenía deseos de terminar pronto. Echó un vistazo en el reloj y gimió. Estaba indecisa entre estudiar a la durmiente mujer o despertarla antes de que llegara Noemí. Tengo el resto de nuestras vidas para mirarte dormir. "Alba... cariño, hora de despertar." Una suave sacudida del hombro... nada. "Alba... Alba..." El durmiente bulto gimió y maldijó bajo las cobijas. "No no. No," Nat se rió suavemente. Enganchando sus dedos en el borde de la sábana, la separó para exponer sus desnudos cuerpos al fresco aire de la mañana. La mano de Alba automáticamente se estiró por el desaparecido calor solo para ser cogida por la más grande de Nat. "Buenos días." Llevó mano hasta sus labios y comenzó a besar cada nudillo. "Yo... te... amo... Alba."

"Mmm, te amo también," contestó, levantando sus nublados ojos hasta mirar a su amante de cabello oscuro. "Qué te parece que durmamos hasta tarde hoy, ¿hmm?"

"Me encantaría pero Noemí llegará aquí pronto." Recorrió con su dedo la mejilla de Alba. "No desperté a tiempo para llamarla y decirle que no viniera," se disculpó.

"Está bien. Tú no sabías que nosotras podríamos..." Se ruborizó. "Tú sabes..."

"¿Hacer el amor?" Nat ofreció, rodándolas hasta que estuvo arriba. Su cabello colgaba, poniéndose contra la mejilla de Alba. Incapaz de resistirse, bajó sus labios para un beso. "Te amo." Renuentemente se hizo para atrás. "Pero ahora mismo tengo que ser... mala."

"Mejor hazlo rápido antes de que esté justo detrás de ti," dijo la rubia, alcanzando sus muletas. Cuando Alba volvió del baño, descubrió a Nat medio vestida. Sintiéndose un poco incómoda con su propia desnudez, fue a su tocador y comenzó a sacar las ropas que iba a usar. Se sentó en el borde de la cama y estiró su mano por sus bragas. La siguiente cosa que supo, es que estaba aplastada de espaldas sobre la cama con seis pies de la mujer acostada encima de ella.

"¿Tienes alguna idea de cuánto te quiero?" Nat inhaló, sus ojos se oscurecieron. Los labios bajaron y fueron encontrados a medio camino por un par igualmente ansiosos. Suaves gemidos de placer llenaron el aire cuando el beso se profundizó y las lenguas danzaron juntas. Las manos de Alba estaban alegremente tocando a través de la amplia extensión de la espalda y terminaron deslizándose abajo para acunar el trasero de Nat a través de sus ropas cuando oyeron el sonido del auto de Noemí en el camino de entrada. Nuevas amantes, eso es lo que ellas eran, el beso no terminó hasta que oyeron el sonido de la puerta del auto cerrarse. "Supongo que tenemos que parar." El tono de la ejecutiva dejó en claro que parar no era lo que realmente deseaba hacer.

"Si, nosotras debemos," Alba contestó, inclinándose para un rápido beso más antes de que su alta amante se levantara.

"A menos que quieras dar a Noemí una exhibición." Nat tiró de una camiseta gris de algodón sobre su cabeza y la metió dentro de sus pantalones. "Iré a hacerle compañía mientras te vistes." Incapaz de resistirse, robó un beso muy dulce antes de salir del cuarto. 

"Buenos días, Nat," el ama de llaves dijo cuando entraba y cerraba la puerta corrediza. "Oh, hace frío allí afuera esta mañana. Pensé que habíamos visto lo último de la nieve en esta temporada."

"Oh, probablemente esta sea una buena tormenta para molestarnos antes de que la primavera llegue," la ejecutiva dijo, tomando el periódico del día de las manos de Noemí. En ese momento Queen merodeó dentro de la cocina, buscando su comida de la mañana.

"¿Mrrow? ¿Mrrow?"

"¿Y adónde piensas que vas?" Nat preguntó cuando levantó al felino en sus brazos. "¿Hmm? ¿Qué es eso? Quieres el pavo rebanado para desayunar, ¿eso dijiste?" Ella contestó ronroneado y lamiéndose las garras lo que hizo a ambas mujeres reír.