Accidental Love ( Adaptación Albalia)

Capítulo 20

Un gran montón de regalos derramados debajo del árbol cautivaron la atención de Alba cuando Nat le ayudó a entrar al desnivel de la sala de estar. Incluso cuando permaneció con una familia de cinco una Navidad, la joven huérfana nunca había visto tantos regalos metidos debajo del árbol. Reconoció el estilo, grande fluído de la letra de Nat en todas las etiquetas de los regalos. "¿Tú familia vendrá hoy?"

"No. Tengo que ir a ver a la familia de Elena más tarde, pero ninguno me visitará. ¿Por qué?"

¿Por qué poner todos sus regalos debajo del árbol si ellos no vendrán? Su expresión llegó a ser incluso más desconcertada. "Bien, ¿no son esos sus regalos?" Nat dio una corta risa y apretó su brazo.

"No. Ellos son tuyos."

Los ojos de Alba se ensancharon como platos y por algunos segundos se olvidó cómo respirar. "¿Míos? ¿"T-tú quieres decir...?" Dándose por vencida en un discurso, simplemente señaló a los regalos.

"Yup, son todos para ti." La frente de Nat se arrugó. "¿Pasa algo?"

"N-no... yo..." Levantó la mirada a la persona más importante en su vida cuando un par de lágrimas resbalaron por su cara. Alba tuvo que luchar para evitar que su labio temblara. "Yo nunca... todos esos... para mi..." Extendió sus brazos y fue encontrada a medio camino, envuelta en fuertes, confortantes brazos. "Oh Nat."

"Shh, te tengo." Nat dejó un brazo alrededor de la espalda de Alba y utilizó el otro para acariciar su cabello. "Lo siento. No sabía cuantos habría. Solo estaba viendo cosas que pensé que te gustarían y las compré."

"P-pero solamente te tengo uno..."

"Shh." Puso sus dedos en los labios de Alba. "Es el pensamiento lo que cuenta, no algo más." Enjugando una lágrima con su pulgar, Nat habló otra vez. "Un regalo de ti vale mil de alguien más, ¿entiendes?"

La rubia cabeza se movió con un débil movimiento. "¿Puedo darte mi regalo primero?"

"Sabes qué..." Nat secó las otras rayas de las mejillas de Alba. "Preferiría esperar hasta después de que abras tus regalos. ¿Eso está bien?"

"¿Estás segura?"

"Sip." Se levantó y alcanzó las manijas de la silla de ruedas.

"¿Dónde vamos?" Alba preguntó con algo de sorpresa cuándo se sintió moverse.

"Es Navidad. Estarás mucho más cómoda en el sofá y estoy cansada de arrodillarme. Vamos, nos recostaremos y beberemos nuestros cafés, entonces abriremos regalos."

*****

Alba estaba colocándose en el sofá cuando oyeron un estruendo de detrás del árbol. "¿Qué el...?" Nat exclamó. Obtuvo su respuesta un segundo después cuando Queen salió a toda velocidad de debajo del árbol y corrió a la cocina. Antes de que ninguna de las dos pudiera hablar, la anaranjada y blanca imagen volvió y saltó nuevamente dentro de la montaña de regalos.

"¿Qué pasa con ella?" Alba preguntó, preocupada. "Nunca la había visto moverse tan rápido antes."

"Creo..." Nat cruzó el cuarto, se arrodilló, y comenzó a apartar los regalos. "Yup... Queen, eres una chica codiciosa." Se hizo hacía atrás y dejó a la mujer más joven ver. El gato estaba acostado sobre su lomo, golpeando en una bola de adorno colgado por encima de ella. "Tú pequeño bebé, se metió en su regalo de Navidad." Metió la mano para recuperar el paquete únicamente para que su muñeca quedara capturada entre las patas delanteras de Queen. "Ni siquiera pienses en arañarme," le advirtió mientras lentamente intentaba sacar su mano. Suaves patas revelaron sus armas, las garras presionando contra su piel hasta que paró el movimiento. Queen posó la mirada en ella por un segundo, entonces comenzó a ronronear y lamer la muñeca de Nat. "Srta. Reche, creo que su gata está loca." Sacó la bolsa de Catnip. Estaba todavía envuelto en festivo papel verde, excepto por el prominente pedazo desaparecido en donde había sido masticado.