Capítulo 25

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Alba esperó hasta que oyó la música flotando a través del entarimado antes de doblar su rodilla derecha y separar sus piernas. Darse placer ella misma no era algo que hiciera frecuentemente pero sus dedos no tuvieron ningún problema en deslizarse entre sus tersos labios y localizar sus excitados nervios. "Ah..." Sus dedos se sentían fríos rodeándolo por el líquido caliente y la sensación fue intensa cuando llevó su dedo a través de su clítoris. Llenó su mente con eróticas imágenes mientras que su pasión creció. Su mano izquierda se metió debajo de la camisa de dormir y cerró en su pezón llegando a ser difícil bajar el rítmico bombeo...

... Acostada sobre la gruesa estera azul de entrenamiento, Nat dejó su mano libre viajar en sus pants para ahuecar su montículo a través de sus bragas. "Ohh..." Los largos dedos empujaron el algodón contra sus húmedos rizos, entonces más hasta que la entrepierna estaba saturada. Moviéndose para apalancarse, provocó un poco de aflojamiento en la forma de las bragas y la utilizó a su completa ventaja, enroscando los dedos bajo el borde del elástico y entre sus labios inferiores. Cerró los ojos, sus dedos se convirtieron en los dedos de Alba. Imaginando a la rubia mujer tocándola tan íntimamente provocando que las caderas de Nat saltaran violentamente contra la estera y su respiración se acelerara. Esta era una fantasía que no se había permitido considerar hasta ahora y estaba sorprendida por su fuerza. Era demasiado para negarlo más. Estaba enamorada de Alba Reche; nada podría cambiar eso. En la realidad podría nunca ser pero aquí, ahora, sobre una estera en su gimnasio privado, la fantasía podría ser real. Aquí no había accidente, ningún hueso quebrado, ninguna vida destrozada. Aquí estaban solo ella y Alba, amándose la una a la otra. Los dedos de Nat se movieron a través de los negros rizos y los rosados labios con vieja familiaridad pero los tactos eran de alguna manera diferentes, más intensos. Estaba más que lista cuando dos largos dedos encontraron su entrada y se deslizaron dentro en su primer nudillo...

... Alba trajo la otra mano abajo y se frotó frenéticamente. El molde integral era la única cosa que mantenía sus caderas uniformes remotamente en la cama. Los músculos de su muslo se tensaron y sintió una punzada de dolor en su pierna izquierda pero este palideció en comparación al placer que sus dedos estaban trayendo. Bombeando dentro, retrocediendo, entonces dentro más profundo aún, su amante de la fantasía la trajo al borde. Alba empujó tanto como podía pero había más... más que no podría completamente alcanzar. Ese lugar especial estaba tan cerca y aún tan lejos. Dientes apretados fuertemente, cara contraída, empujó para alcanzar el orgasmo. Bombeando tan intensamente que lastimó los tejidos entre sus dedos mientras su mano izquierda nunca cesó en sus frenéticos esfuerzos. Alba se sintió balancearse sobre el borde pero no podía caer sobre el. Entonces su amante de la fantasía le habló. "Sí, eso es, Alba . Déjate ir, eso es." Los tonos bajos de Nat retumbaron a través de ella, disparando cargas eléctricas que se movieron de sus pechos a su clítoris donde la explosión final vino con demoledora fuerza..."

"¡Oh... Alba!" Nat gritó cuando los embates estrepitosamente la atravesaron. Los seguros, deliberados movimientos la arrastraron fuera del placer, permitiéndole algunos segundos más con su imaginaria amante antes de caer flojamente de nuevo a la estera. Cerró los ojos, quedándose allí por varios minutos, poco dispuesta de dejar a la fantasía irse demasiado pronto. Finalmente su respiración se retardó y la realidad volvió. Con ella vino la profunda tristeza. No importa lo qué hiciera, nunca desaparecería la verdad sobre el accidente. Nada quitaría el dolor de Alba. Nat se incorporó y envolvió los brazos alrededor de sus piernas, abrazándose en un ovillo. Por tanto tiempo no he necesitado a alguien y ahora estás tú. Miraba el techo, entonces lentamente enterró su cabeza contra sus rodillas. ¿Qué es lo que voy a hacer? Te necesito en mi vida, Alba. No puedo imaginar cómo era esta vida antes de que tú vinieras y me da pánico el pensamiento de que te vayas para siempre. En este momento no había nada que Nat deseara hacer más que abrazarse contra la mujer más pequeña. Respiró hondo y se incorporó, sabiendo que entre más tiempo permaneciera abajo más tiempo pasaría antes de que pudiera recostarse contra el calor de Alba.

Accidental Love ( Adaptación Albalia)Where stories live. Discover now