En un segundo todo cambia

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(Leo)

—¡¿Qué?! —exclamé alto y fuerte mientras me cambiaba el móvil de oreja—. ¡Y-yo no pienso jugar al “corre uke que te violo” con Erick!

Sarah comenzó a carcajearse al otro lado del teléfono.

Mala persona —rechistó—. ¿Cuándo fue la última vez que lo hiciste con él? Fijo que desde que estuvisteis en aquel hotel, no le has dejado que te toque.

Mi cara comenzó a teñirse de rojo y no pude seguir hablando.

Era cierto que desde aquella vez no lo habíamos vuelto a hacer, pero yo no iba a pedírselo. Aunque tuviese ganas de hacerlo... pero solo unas pocas...

Me levanté de la silla donde estaba sentado, y abrí la puerta de la habitación dispuesto a bajar a la cocina.

Tomaré tu silencio como un:Queridísima Sarah, has vuelto a acertar” —rió.

—¡C-Cállate! —balbuceé nervioso.

Usa las fustas que te regalé. Fijo que Erick tiene ganas de darte bien duro con ell-

Corté la llamada antes de que siguiese hablando.

Que Sarah me llamase antes del desayuno, significaba que se le había ocurrido alguna idea absurda, y no pensaba seguir escuchándola.

—¿Ya despertaste? —preguntó Gabriel cuando me vio entrar en la cocina—. Y por las voces mañaneras que estabas dando, supongo que es Sarah con la que hablabas.

—Es que Leo no quiere que mi hermanito se la meta, según me ha comentado Sarah —dijo Kat después de llevarse un trozo de tostada a la boca—. Y mira que la ayudé a elegir las fustas para regalárselas. Incluso le compramos un vibrador de color rosa muy mono. Y otro con pinchos extraños.

Enrojecí de golpe, y mi boca comenzó a abrirse y a cerrarse inconscientemente.

—Ante todo protección —apuntó el padre de Erick mientras pasaba la página del periódico y seguía leyendo.

—Y dime, dime —habló ahora su madre acercándose a mí—. ¿Cómo fue vuestra primera vez? Es que según me ha dicho la vecina, su hijo, que también es gay, lo pasó muy mal la primera vez que lo hizo con su novio.

En esos momentos, mi cara debía de estar tan roja como las luces de todos los semáforos de la ciudad.

—¡P-pero qué m-más os da eso! —exclamé con la voz entrecortada—. ¿P-por qué a todo el mundo le interesa mi vida sexual?

Colors of the Soul ©Where stories live. Discover now