Aún me tienes. QLBEPL2 🦋 || WARIAM

❧ 10

I've had space and time to realize the grass ain't green, and I kinda miss my side. Know I shoulda listened when you told me the first time: "You won't find another like me"...

—Joder —protesté, al escuchar la canción que acababa de empezar a sonar en la radio.

Maybe I shoulda loved harder, put up more of a fight. I know I could've been stronger tonight...

—Suficiente —comenté para mí misma, mientras pasaba a la siguiente canción.

El lunes después de las fiestas nunca se me había hecho tan cuesta arriba. Al fin y al cabo, supuse que era algo normal, dado que en los años anteriores no había bebido ni un cuarto de lo que lo había hecho este.

Pero por fin me metía en el coche para volver a casa y quizás mi mente no descansaría pero mi cuerpo sí. Aitana me había propuesto ir a tomar algo, pero la verdad era que prefería estar sola y encerrarme en mi mundo, aunque solo fuese durante unas horas.

I'll try to pass the night away with somebody new. But they don't have a shot when I compare 'em to you... It's too late, too late. Baby I know I'll never find you again... Find you again...

Bufé, porque es que todas las canciones las podía relacionar con Ana o con algo que hubiésemos vivido, así que opté por apagar la radio. No conectar mi móvil de buenas a primeras había sido un grave error, aunque seguro que en el estado de ánimo que llevaba a cuestas, daba igual la canción que sonara. Todo me iba a llevar al mismo espacio de mi mente.

La verdad es que no había hablado con ella desde la noche del sábado. Había pensado en hablarle durante el domingo para pedirle perdón o asegurarme de que estaba bien, pero Héctor no se había separado de mí desde que había llegado para la comida familiar, e incluso se había quedado a dormir. No había tenido ni la ocasión ni la poca vergüenza de escribir a Ana estando con mi novio. Y sin comerlo ni beberlo ya era lunes y ya no le veía lógica a hablarle; habían pasado demasiadas horas y no quería que pareciese que tenía ganas de remover el asunto.

Aparqué en el lateral de mi casa y nada más saltar del coche me recibió Yaco moviendo la cola, lo cual me sacó la sonrisa más sincera del día. Al vivir relativamente alejados del pueblo, teníamos a Yaco suelto y dando vueltas por los alrededores de la casa prácticamente siempre; pero no importaba lo lejos que estuviese, que a la que escuchaba el motor del vehículo de alguien de la familia, corría a recibirnos.

—¡Anda, mira quién está aquí! ¿Cómo estás, guapo? —le hablé mientras cogía su cabeza con cariño.

Yaco no podía estar más contento de verme, lo cual me hizo bastante feliz con el día que llevaba. Miré hacia mi casa. Mis padres llegarían del trabajo en poco rato, y si me encerraba en mi habitación como me apetecía hacer, no tardarían en preguntarme qué me pasaba. Sumándole el hecho de que, solo imaginarme tumbada en la cama dándole vueltas a lo mismo, ya me entraba una angustia en el pecho que no me inspiraba nada bueno.

Además, estábamos en septiembre y el día no tardaría en acortarse. Mis escapadas para correr de noche se verían limitadas en breves y tenía que aprovechar los últimos días de clima veraniego para hacer ese tipo de cosas.

—¿Qué te parece si nos vamos a dar una vuelta? —le pregunté al perro. —Va, me cambio y nos vamos por ahí.

Subí a mi habitación confirmando que aún no había nadie en casa. Me cambié antes que nada, poniéndome unas mallas negras y una camiseta de deporte de manga corta. Me recogí el pelo en una coleta alta y me calcé las deportivas.

Cogí el móvil para avisar a mi madre de que había salido y que no se preocupase al llegar a casa y no encontrarme, añadiendo también que quizás llegaría tarde para cenar. Al hacerlo me encontré con un par de mensajes de mi novio que no abrí directamente sino que leí a través de notificaciones.