40. Intento fallido de amor

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Desastre. Si Jane tuviera que usar una palabra para definir su vida, utilizaría desastre.

La familia Cullen tenía una existencia apacible antes de que Emmett se uniera a ellos. Los Cullen eran un modelo a seguir dentro de la cominidad humana, eran silenciosos y pasaban desapercibos la mayor parte del tiempo, no obstante, Emmett llegó para quitarles el polvo que todos tenían encima.

El primer año siempre es el más difícil para un vampiro. Carlisle y los gemelos no sabían lo que realmemte implicaba tener un neófito bajo su tutela dado que Remesmee y Esme nunca habían dado problemas. Si, tuvieron pequeños problemas para controlar el deseo de sangre humana, pero eso era normal y esperable, por lo que pudieron adaptarse con gran facilidad a esta nueva vida.

Los pocos neófitos que Jane y Alec habían visto en Volterra, también eran capaces de controlarse. Como todos, a veces tenían problemas, pero Jane era capaz de domarlos con su don, algo que Carlisle no permitía. Emmett no era un neófito normal, o tal vez Renesmee y Esmr no lo eran. Emmett solo llevaba un mes en la mansión Cullen, una semana y los nervios de Jane estaban a punto de explotar. Ella era la víctima favorita del demonio Emmett, quien luego de descubrir que de las tres mujeres, solo la rubia estaba soltera, decidió conquistarla para no estar solo durante la eternidad. Jane intentó rechazarlo, con cortesía y con brusquedad, pero él volvía a insistir.

Luego de la primera caza, los Cullen se vieron en un gran aprieto cuando Emmett mató y bebió la sangre de un humano. Para él era algo natural, tenía sed y esa sangre era mucho más apetitosa que la sangre que Carlisle le dio para beber. Lo primero que hicieron fue llevarlo a la mansión, hacer las maletas e irse sin dar explicaciones, no obstante, Emmett volvió a tener una recaída y mató a tres humanos en menos de una hora.

Carlisle quería buscar un lugar aislado para cuidar a Emmett hasta que éste dejara de ser un neófito, sin embargo, Esme se negó. Ella creía que la mejor forma de que su nuevo hijo pudiera contrlolarse, era dejándolo cerca de la tentación, de esa forma, él podría aprender a controlarse y convivir con ellos. Al principio funcionó, pero todo empeoró con el tiempo.

A pesar de ser un hombre, Emmrtt actuaba como un niño caprichoso cada vez que Jane lo ignoraba, algo que sucedía con bastante frecuencia. Todos debían cuidarlo y convivir con el nuevo Cullen, por desgracia, Jane era la única que lo hacía. Las parejas siempre tenían algo que hacer, Jane y Emmett estaban solos y quizás tanto tiempo juntos fuera capaz de encender alguna chispa entre ellos, pensaba Esme antes de inventar una excusa para evitar cuidar al nuevo Cullen.

Durante el primer mes trataron de cuidarlo entre todos. Al segundo mes, solo Alec y Jane se encargaban de él.

Alec nunca tuvo un hermano. En la guardia Vulturi nadie le hablaba y Carlisle siempre fue un amigo, un padre y un modelo a seguir. Emmett era el hermano que la vida nunca le dio. Él amaba a Jane, pero por más cercanos que fueran, había cosas incómodas que solo se podían hablar con otro hombre. Alec se encargó de enseñarle a apreciar los plácidos placeres de los hombres con una buena posición social, no obstante, Emmett se aburría y era incapaz de leer más de cinco páginas de un libro sin realizar algún comentario, tampoco fue capaz de dominar un instrumento musical. La vida osciosa de un caballero no era algo que se adaptara a la enérgica personalidad de Emmett.

Si de Emmett se trataba, Jane era más distante que Alec. La rubia tenía la poderosa capacidad de ignorarlo, como si de una mosca molesta se tratara. Emmett se sentía confundido al ver como ella era la única que no le prestaba atención, por supuesto, Jane nunca se dio cuenta. ️O fingió no darse cuenta.

Vivir con dos parejas sexualmente activas había obligado a Jane a aprender diferentes técnicas de evasión, para darles privacidad e impedir los momentos incómodos. Una posibilidad para lograrlo era irse de la casa cuando las parejas se entregaban a los placeres carnales. En San Valentín lo hacía, pero era aburrido salir por las noches y recorrer bosques y ciudades, por lo que optó por quedarse encerrada en su habitación, o en cualquier lugar de la mansión.

Segunda oportunidadWhere stories live. Discover now