Día 4. Cumpleaños.

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Día 4: Cumpleaños.


Sólo se escuchaba el golpear del lápiz contra la libreta. Él, la observaba mientras veía como fruncía el ceño y hacía un puchero con su boca. Ella, solo pensaba en que podría diseñar para regalar a su padre.

Tarea difícil.

Cada que la veía, no podía dejar de pensar en lo hermosa que era, tenía esa mirada y sonrisa idiota que uno hace cuando estaba enamorado, pero para su suerte, ella no se había percatado de ello.

—Sí le confeccionó un suéter, estaría repitiendo el regalo de hace un año... —pensaba en voz alta, importando le sí el felino la escuchaba o no—Y si le hago un nuevo mandil, posiblemente no sea de su agrado...

—No sé, pero si viene de ti, estoy seguro que le encantará.

—Lo sé, pero tiene que ser algo perfecto.

—¿Y si le compramos el nuevo juego de Mecha Strike? —arqueo una ceja, sus orejas de pronto se habían levantado con entusiasmo.

—No, en cuanto salió el juego fue a comprarlo—sonrió encogiéndose de hombros—pero sé que la próxima semana, estará encantado de patear tu trasero de gato.

—Lo dudo mucho Princesse, he estado aprendiendo de él, incluso creo que puedo igualar al maestro—sonreía con arrogancia al momento que observaba sus garras.

La chica sólo pudo atinar a reír por su actitud. Era cierto que las noches en las que el felino acudía a cenar con ella y su familia, su papá y el—a veces ella—se dedicaban a jugar el Mecha Strike, y admitía que no faltaba mucho para que los movimientos "Chatasticos" igualará a los movimientos "Tomtasticos".

—Y aunque no ganarás, a él le encanta que estés pasando tiempo en casa, tener tu presencia seria el mejor regalo—regreso su mirada a la libreta de diseños. Su comentario había provocado una sonrisa en el héroe—Incluso creo que piensa en adoptarte.

Esas palabras le supieron amargas a la Franco-china así como también le disgustaron al chico.

El no quería ser su hermano, el simple hecho de pensarlo, le daban escalofríos.

—Oh no, eso no será posible, interferiría con "Nuestro regalo" —hizo énfasis en las últimas palabras. La observaba con una mueca sugerente, moviendo sus cejas de arriba a abajo y pegando su rostro al de ella.

De pronto tuvo miedo de preguntar a qué se refería con la frase "Nuestro regalo".

—¿No vas a preguntar que es lo que tengo en mente?

—Estaba tentada, pero algo me dice que tu respuesta será épica.

—Lo será.

—Pero yo me refiero al tipo de epicidad que te deja sin habla.

—Lo será—Volvió a afirmar y tomó su muñeca—podríamos hacer el sueño de tu père realidad.

Los ojos se abrieron por completo, y un lijero sonrojo rosado apareció en sus mejillas.

No pensaba en decirlo, ¿O sí?

—Ya sabes, podríamos decirle que la panadería se puede llamar "Dupain Noa" o ¿como era?

–Chat Noir Dupain...—bajo su mirada al suelo.

—¡Oh sí, Chat Noir Dupain!, he estado mejorando en hacer pan, ¿que dices princesse? ¿Hacemos realidad su sueño? Se que me aceptará.

La idea de pronto, le estaba gustando a la chica, pero no podía admitirlo, había muchas posibilidades de que ese gato callejero estuviera bromeando.

Antes de que él pudiera evitar el golpe, ella cerro su libreta de diseños y golpeó la cabeza del rubio con ella.

—¡Te dije que sería algo que me dejaría sin habla! —y dio un segundo golpe.

—Pero estas hablando—se cubrió la cabeza con sus brazos, recibiendo un tercer golpe—¡Meouch! Eso es maltrato animal.

—Aja—sonrió, dando un cuarto golpe, pero ahora con menos intensidad.

—¡Tom! —Se levantó de la silla y saltó al interior de la habitación de la chica—¡su hija me está pegando! —bajaba las escaleras de la habitación hasta llegar a la cocina, en donde el mencionado, se encontraba colocando la mesa.

—Marinette—dijo al ver a su hija bajar—No golpees a mi futuro yerno.

Ese comentario hizo que Sabine disimulara una risa con una tosecilla. Mientras que el felino volvía a hacer el mismo gesto sugerente que había hecho en el balcón. Pero al ver como la chica cruzaba los brazos con una mueca molesta en el rostro, decidió que era mejor no volver a jugar con ese tema.

Por el momento.

Algo le decía que dentro de unos cuantos años, había la posibilidad de que le darían una noticia positiva a Tom en su cumpleaños. Panadería Chat Noir Dupain no se escucha mal.

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Decidí basarme en diálogos y hechos de los capítulos Boulangerix y Papa Garou. También pensaba en tocar el tema de los regalos que Marinette tiene guardado en su cofre para Adrien, pero no hubo ocasión para meter ese diálogo.

Adrikins. 

Mayo de MarichatWhere stories live. Discover now