Día 22. Enfermos.

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Día 22: Sick.

Definitivamente tenía un enorme remordimiento de conciencia en ese instante. En cuanto entraron a la habitación, el de cabellos dorados no había dejado de estornudar, sus ojos se veían acuosos y estaban ligeramente irritados, su nariz ahora estaba completamente roja de tanto estornudar y pasar el pañuelo sobre ella.

No debió de haberlo dejado dormir afuera toda esa semana.

—Esto es tu culpa—dijo la azabache ofreciendo una taza de chocolate caliente.

—Lo sé princesse—tomó la taza al momento limpiarse la nariz, sentía que en esos momentos no se veía nada atractivo—ya aprendí mi lección de no pasarme con las bromas.

Ella sonrió, metiéndose a las cobijas con él y recargando su cabeza sobre su hombro. El chico sostenía con ambas manos la taza de chocolate caliente, tirando un poco sobre él y quemándose al instante al sentir como la azabache recargaba su cabeza.

—Te voy a contagiar princesse—dijo preocupado.

—No me importa—respondió la chica, cerrando sus ojos al escuchar el leve ronroneo del chico.

Ambos estaban sorprendidos por esa acción. Él creía que sólo lo hacía cuando se transformaba en Chat Noir, pero ahora, sólo traía el antifaz que la Dupain-Cheng le había confeccionado, mientras su kwami, seguramente se encontraba en la cocina.

Un estornudó por parte de la Franco-china, los hizo salir a los de sus pensamientos. Después vino otro, y otro, hasta que sintió como su nariz comenzaba a escurrir y observó como el chico, le ofrecía pañuelos desechables.

—Te dije que te contagiaria—ya ni podía hablar bien, se escuchaba gangoso.

La chica tomó el pañuelo y lo llevó a su nariz, limpiándose al instante.

—Y yo te dije que no mi importa—le quitó el chocolate de sus manos y bebió de la taza. Ahora ya no le importaba si se enfermaba o no al tomar de esa mismo liquido. Ya tenía indicios de enfermarse—además. Esta es mi cama y no pensaba dormir en el diván.

—Yo me iré a dormir ahí.

Hizo el intento de levantarse, pero la chica se lo impidió, jalandolo de la sudadera.

—Nunca te dije que me molestaba tenerte de compañía, Chaton, incluso creo que dormiré mejor contigo a mi lado, esta semana ha sido una tortura.

El chico sonrió ante las dulces palabras, no soportandolo más y abrazándola, le robo un beso. Uno que Marinette no quizo rechazar, y que ambos disfrutaron. Al final pusieron la taza vacía a un lado y se acorrucaron uno a lado del otro. Durmiendo tal y como no lo habían hecho en esos días.

A la mañana siguiente, cuando Sabine subió a despertar a su hija para ir al collège, comprobó que Chat Noir había pasado la noche ahí. Ambos padres, en la noche escucharon estornudos, unos más grabes que otros.

—¿Sí está aquí?—preguntó Tom, asomando su cabeza por la entrada a la habitación.

Sabine asintió, invitándolo a pasar. Ambos, lejos de enojarse, vieron como ambos chicos, estaban dormidos en posiciones algo graciosas.

Marinette tenía un pie fuera de las sabana, una mano sobre el pie del felino—este estaba sobre su almohada— y la otra fuera del colchón, su cabello estaba enmarañado y le cubría el rostro, se encontrsba boca abajo y un ligero camino de baba, salía de su boca.
Chat Noir, a diferencia de ella, tenía los pies sobre la almohada, su espalda pegada al colchón y su cabeza salía de la cómoda. Su boca estaba ligeramente abierta y el antifaz se le había movido un poco—pero aún así no había indicios de que los progenitores de la chica dieran con su identidad—, también pudieron observar, la caja de pañuelos desechables que estaba a un lado de ellos y más pañuelos ya usados, tirados por la cama. Así como las narices irritadas de los chicos, producto de esa gripe que les había dado.

—Creo que Marinette hoy no asistirá el collège.

—Tampoco Chat—dijo el Dupain, algo en el héroe se le hacia muy familiar al verlo con medio antifaz y sin él traje. Claro que debían ser suposiciones.

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¯—Y no puedo entregar un one-shot en tiempo. Mi inspiración llega por eso de la media noche. Se supone que sueltan el nombre del capítulo a primeras horas de la mañana, y sobre eso, tenemos que escribir, pero mi inspiración no viene, sino hasta en la madrugada, ya al siguiente día.

¯—Y esto terminó siendo Three-Shots. Días: 20 [Bromas], 21 [Noche fría] y 22 [Enfermos]. Espero que lo hayan disfrutado.

¯—Gracias a quienes se tomaron el tiempo de leer mi anécdota en el día 20 xd

Adrikins.

Mayo de MarichatWhere stories live. Discover now