Mayo de Marichat

Día 16. Fantasma.

Día 16. Fantasma.

Ambos se encontraban sobre la cama de la azabache, acorrucados el uno a lado del otro, cubiertos por una manta, y a través de la laptop que había traído el felino, veían videos de terror.

Eran pasada la media noche y afuera el clima era lluvioso y con fuerte ventisca, era de esas noches en la que uno disfrutaba lo acojedor del hogar, una de las razones por las que el chico, antes de que empeorará el clima, había llegado con una mochila y su laptop, preparado para un maraton de terror con la azabache.

En cuanto había entrado a su cuarto, ella le entregó el antifaz de Chat Noir que le había confeccionado y se dio la vuelta para que el chico pudiera deshacer su transformación.

Y ahora se aferraba al brazo del chico, fundado en ese suéter negro que ella le había regalado en navidad. Escondía su cabeza ante el video que estaban viendo, era de fantasmas captados en las catacumbas de París y resultaban ser aterradores. Los Kwamis se mantenían atentos, comiendo de las palomitas hechas por la Franco-china, mientras que el chico, estaba realmente contento por ese momento acogedor.

La chica ya comenzaba a alucinar, se había sugestiónando demasiado con eso de fantasmas, demonios y cosas paranormales, que juro ver una sombra por la ventana redonda de su habitación. Apretando más el brazo del héroe contra sí.

—Uh...¿Marinette, todo bien? —arqueo una ceja al despegar su mirada de la pantalla y la enfocó en la cabellera azabache de su princesse. Podía sentir su leve temblor.

—Estoy perfecta, es solo que tengo sueño.

Mintió. Provocando una sonrisa en el Agreste.

—¿Sueño?, entonces no te importara si te dejo sola en lo que voy a buscar más queso a la cocina, ¿cierto? —cuestionó con una sonrisa astuta en el rostro. No la dejaría sola porque no iría a la cocina, Plagg ya conocía el camino por si solo.

—¡No! —esa respuesta había salido más desesperada de lo que esperaba—Eh quiero decir—se aclaró la garganta—Adoro disfrutar de tu compañía y ya entramos en calor y me daría frío, podría contraer un resfriado y bueno, Plagg ya fue por queso.

—Aún no—dijo el kwami—ya que se duerman, iré a tomar una siesta a tu cocina.

—¿Lo ves?, estás muy bien a mi lado, protegiendome, eh digo, brindando tu compañía—le dedico una sonrisa tierna. Gesto que hizo que el chico se llenará de dicha y amor por esa chica.

Cerró la laptop, no importandole las quejas de los Kwamis y la puso a un lado. Se recargó mejor en el enorme gato que tenía la azabache como cabecera y la atrajo hacia el, abrazando y brindando esa protección que la chica necesitaba en esos momentos. Entendía que la mente podía ser muy poderosa y jugar sucio cuando quería.

Sus labios tocaron su frente, para después hacerlo con su nariz y sus mejillas.

—Princesse, yo no dejaría que algo malo te pasara, incluso no permitiría que un fantasma viniera a asustarte, yo lo asustaría con esos chistes de los que tanto se quejan tú y ladybug, que sé que les encantan. —sonrió y la chica correspondió a su sonrisa, llevando sus manos a la nuca del chico y atrayendolo a sus labios.

Acto que también. Fue correspondido por él, y mientras compartían ese momento tan especial, en el que sus labios chocaban con delicadeza y dulzura. Marinette sabía que no importaba si en ese momento un fantasma hacía uso de aparición, ella no se daría cuenta porque estaría protegida en los brazos de su gatito.

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Ahora sí fue un Drabble y créanme que ya tenía un One-shot escrito, uno en el cual, el "Fantasma", terminaba siendo un demonio y sí, mataba a ambos chicos. No quise ser cruel y decidí escribir algo que compensará las lágrimas por los Two-Song shot anteriores.

Espero que les haya gustado.

Créditos del Fanart a su autor.

Adrikins.