Umi No Ōji Horu: Akahi Hikari

El demonio más poderoso

En una región cercana, en donde los demonios marchaban en la búsqueda de una perla maldita.

-Amo, ya hemos llegado, nosotros lo ayudaremos a vencer a cualquiera que tenga esa codiciada perla.

-Me alegra, Yo el gran Belzcebú mataré a cualquiera que se interponga en mis planes -dijo un chico que aparentaba 18 años, su cabello negro y ojos rojos como la sangre. Su piel era pálida y tenía colmillos.

Mientras Horu trataba de encontrar el paradero de Dark pero no estaba, cada día se le hacia eterno, mientras caminaba por el puerto y se encontró con un antiguo rival.

- ¿Tu de nuevo?

-Vaya tanto tiempo y no se me olvida tu cara, Ren.

-Hace tiempo que no te veo.

-Ni yo a ti, pero veo que aún me odias.

-Claro, desde que desapareciste no veo a Dark en ningún lado, pero veo que creciste aunque aún sigues siendo un enano para mí, y no sólo eso cambiaste tu peinado ya me aburría tu look de chica enojona, y esos aretes pensé que le temías a las agujas.

-Varias cosas han cambiado Ren pero veo que no tu actitud.

-Es un milagro que me recuerdes, perder la memoria y volver a recuperarla no es algo muy común.

-como sabes eso.

-todos lo dicen, ya se corrió el rumor de que el gran Horu apareció.

-Y lo dices con sarcasmo, soy el mismo de antes ya recuerdo todo, y volveré con mi vida de antes sólo me falta encontrar a Dark y que todo terminé.

-eso piensas pero Dark ya no ha vuelto al puerto pensó que moriste y decidió marcharse, traté de ocuparme por ti pero él no me aceptó y me mando al demonio.

-Sabes al menos donde podría estar.

-No, o tal vez en el bosque.

-dijiste que no sabías.

-Que quieres que lo sepa o no anda ve por Dark, si no lo perderás y probablemente yo no sea quien te lo quite.

-gracias por tu estúpida ayuda debo solucionar esto sólo.

-Bueno, adios -Se despidió Ren de forma cortante, mientras Horu se iba a buscar a Dark.

Mientras los demonios se preparaban para la cacería esperando la orden de Belcebu.

-Amo ya atacaremos.

-Esperen mi orden.

-pero ya estamos impacientes.

-Ok ya es momento de atacar, vayan y busquen esa perla ahora. -dijo y una enorme orda de demonios salió de ahí en dirección al puerto, una enorme nube negra de demonios pequeños atacaban a todos en el puerto, el ejército intento detenerlos pero parecía imposible, en el bosque Dark y el resto de sus compañeros vieron lo que sucedía y del ataque de los demonios a la región.

-No puede ser son demasiados, -dijo Toru viendo con su ojo maldito.

-A que te refieres -pregunto Rosy.

-Son muchos demonios y se dirigen a ese reino.

-No puedo creerlo, ¡hay que ayudarlos! -grito Cayla pero se dio cuenta de que nadie la seguía.

-piensan quedarse ahí, o que.

-y Rosy, es demasiado débil para quedarse sola -dijo Dark.

-Yo me quedaré con ella Rosy no podría salvarse ni defenderse. -dijo Cayla.