Un problema irreparable.

16 1 1
                                    

Kuro llevaba días como siempre de un lado a otro siendo una criatura algo peligrosa... Aunque usaba muy seguido sus poderes como perro de las tinieblas, prefería ocultarse bajo su faceta de humano.

Sin embargo apenas piso las tierras gobernadas por su padre a diferencia de Dark, él fue muy bien recibido por sus habitantes, siendo muy respetuosos con él considerándolo un futuro líder, a Kuro esto le molestaba, él había renunciado a ese puesto por una antigua discusión con su padre acerca de su hermano menor, al igual que su hermano fue desterrado por su padre por "desobediencia".

Al llegar vio a su padre que parecía molesto.

–Vaya Kuro... Has vuelto...

–No me andes aburriendo con tus estupideces, padre se que sucedió algo con Dark... Tu mirada me lo dice –dijo Kuro molesto.

–Así es pude sentir ese olor a kilómetros... Una poción maldita hizo que tu hermano pudiera procrear... Esta esperando un cachorro...

–¿Que dices?... Dark esta...

–Creó que el no se ha dado cuenta, pero su cría esta en un estado algo avanzado... Puede nacer en poco tiempo...

–Lo vi hace poco y no noté ni siquiera que su vientre se viera abultado.

–Es una condición de esas extrañas pociones, esas pociones sólo son creadas por magos y brujas para aquellas parejas que no pueden procrear, estas pociones hacen que el embarazo no se pueda notar demasiado, sin embargo debido a que el periodo de gestación de un perro de las tinieblas es menor al de un humano... Además de que la poción puede acelerar la gestación... A lo máximo él bebé nacera cuando hayan pasado 3 meses.

–Eso es demasiado pronto, incluso para el desarrollo del bebé... Aún así tengo que ir a ver a Dark –dijo Kuro escapando del lugar.

Mientras en el castillo, Horu apenas y podía respirar, estaba con las costillas rotas y al igual que sus piernas, sus brazos estaban vendados uno de estos estaba dislocado además de que su cabeza había también sufrido algunas contusiones.

Los demás lo veían ahí agonizando, los tratamientos que le daban las brujas a Horu parecían no funcionar pues sus heridas no mejoraban ni siquiera estaba a punto de sanar, sus vendas normalmente estaban ensangrentadas, Aima se encargaba de intentar sanarlo, mientras mojaba un trapo y limpiaba las heridas de Horu, Ren la ayudaba con eso, mientras Horu apenas y gemía un poco por el dolor.

–No se como pudo pasar... –dijo Ren entre preocupado y arrepentido.

–Descuida tal vez se curé pronto... –dijo Aima mientras le vendaba las heridas.

–Ya esta listo, me tengo que ir con mamá, hermano ¿podrías vigilarlo?

–Si, lo haré pierde cuidado... –dijo Ren, mientras veía a Horu, sus ojos estaban abiertos y escondían algunas lágrimas.

–¿Como sucedió esto? –pregunto Ren, mientras Horu apenas y podía mover sus labios para contestarle.

–No lo se... Me sentí débil, y me desmayé en el balcón, lo último que recuerdo fue que... Estaba en el suelo, con dolor y sangre rodeandome el cuerpo.

–Horu... Nos asustaste, estamos preocupados por ti...

–¿Donde esta?

–¿Quien?

–Dark... –dijo Horu con su voz muy apenas audible, estaba un poco preocupado por él.

–No lo he visto en un largo rato, probablemente escapó, o se fue a seguir su camino lejos de ti...

Umi No Ōji Horu: Akahi Hikari Where stories live. Discover now