Horu pierde el control.

19 0 0
                                    

Era el día siguiente en el que Horu había ido a su trabajo (momento que odiaba), ya no tenía tantos problemas con eso de traer platos y todo eso pues había controlado su equilibrio, Tomoko había controlado un poco su ser perverso, y ya no le había pedido una foto con Dark aunque aún seguía profanando a Horu, sin embargo había alguien más que quería algo más de Horu que sólo mirarlo, no importaba si lo obtuviera a la fuerza.
Esa tarde el hombre citó a Horu en su despacho con la escusa de que tenían que hablar sobre el trabajo, Horu llegó con una ligera sospecha tenía un poco de desconfianza después de que le habían contado que era un hombre muy pervertido, sin embargo en eso la cabeza de Horu comenzó a dolerle y empezó a ver una visión en la que aquel hombre intentaba aprovecharse de Horu, esa visión hizo que Horu se arrepintiera de ir pero era demasiado tarde el oscuro deseo de aquel hombre se hacía realidad. Horu estaba por retroceder pero en ese momento el hombre encontró a Horu.

-Hola, hermosa pensé que venías a mi despacho.

-Emm... Si pero recordé que tenía un pendiente.

-Deja eso para el otro día -dijo tomando a Horu de la mano y lo llevó a su casa a la fuerza, sin embargo para Horu las cosas se ponían peor, sabía lo que aquel hombre tramaba y comenzó a tratar de desvestir a Horu, este trataba de evitarlo pero parecía imposible.

-¡¡Ya suelteme!! -imploraba Horu tratando de alejarlo.

-No, dejate llevar hermosa.

-Sueltame maldito, No soy una chica -admitió Horu. -lo hice sólo para conseguir el trabajo ya contento...

-Eso no me importa -dijo desvistiendo a Horu.

-¡¡No sueltame ya!! -Gritaba mientras trataba de soltarse.

-Ni lo sueñes -dijo golpeando a Horu sin embargo él trató de defenderse, nada impedía que Horu se soltará y sin pensarlo una extraña furia creció dentro de él, sintió como si el fuego creciera dentro de él, y unos enormes cuernos salieron de su cabeza, Horu no soportó más y le desgarro el estómago con sus garras, lo quitó de encima y lamió la sangre de su mano, le agarró del cuello y le arrancó la cabeza que tenía una expresión de terror, Horu tomó la sangre como si eso calmara su sed, saco las vísceras del hombre, y las esparció por todo el lugar, le sacó el corazón y con una mirada de repugnancia mordió el corazón cuál manzana, y la escupió.

-Es tan asqueroso, un corazón como el tuyo no debería ser devorado por un demonio tan fuerte como yo. -hizo aparecer un extraña copa de oro y le corto un brazo al cadáver y sirvió una copa con su sangre y la tomó como si fuera una bebida.
Cuando regreso Horu ya estaba en la normalidad, pero temía volver a perder el control como hace un rato, hacía tiempo que no perdía el control, la última vez fue durante la batalla con Makoto, Horu había tratado de aprender a controlarse y no dejar salir su lado demoníaco, pero ahora el intento fue en vano el autocontrol no funcionó, cuando llegó se encerró en su cuarto, tenía miedo de volver a perder el control.
Al día siguiente Horu se quedó en el barco meditando para evitar por todos los medios salir de control, sin embargo Mioru, Orca y el resto lo veían extrañados por tanta concentración sin embargo llegó alguien que nadie esperaba, Víctor y sus compañeros llegaron, y como siempre alguien empezó con sus estupideces.

-¿Que haces aquí maldito demonio? -le grito Mioru.

-ay calmate pirata tonto.

-Víctor que haces aquí -preguntó Aima.

-Hay una fuerza, demoníaca lo suficientemente fuerte por este lugar y esa energía emana de ese niño -dijo Jack viendo a Horu y señalándolo.

-Si, no es bueno que tengan a ese niño cerca de ustedes.

Umi No Ōji Horu: Akahi Hikari Where stories live. Discover now