Daru

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Pasaron dos meses después del accidente de Horu, este aún no podía caminar pues las heridas de sus piernas se curaban muy lentamente, todo pasaba en un sentido lento y aburrido para Horu, permanecía en una silla de ruedas esperando el momento para poder dar al menos algunos pasos, sin embargo se sentía muy solitario, Ren estaba condenado a vigilarlo muy seguido como castigo, después de que todo el mundo se enterará de lo que los dos traían entre manos.

Mientras en otro rincón alejado del reino un llanto de un bebé recién nacido, comenzaba a escucharse, obvio era algo que normalmente le restaba la importancia a todos, sin embargo este bebé podría tener un final o un destino terrible si se llegaba a saber sus orígenes, la madre dormía con algo de cansancio después de haber dado a luz a su hijo en una pequeña choza perteneciente a la partera que había atendido su parto, Dark levantó la mirada y vio a su hijo en los brazos de la partera, mientras Kuro y Jun permanecían en silencio ante la presencia del recién nacido.

–tomalo, es un niño fuerte y muy sano... –dijo la partera entregando al bebé, Dark lo tomó entre sus brazos y lo miró detenidamente, era muy pequeño, su ojo derecho era rojo mientras su ojo izquierdo era de un color marrón, tenía cola y un par de orejas de color negro con blanco, el color de su cabello era oscuro y tenía un mechón blanco que no era muy notorio aún.

–Es muy pequeño y muy tierno... –dijo Kuro viendo al bebé, Jun también lo observó y vio de cerca que tenía rasgos muy notorios de su padre.

–Ese bebé es muy parecido a... Horu...

–No importa que se parezca, de todas formas no pienso decirle nada a Horu.

–Dark, será mejor que tu se lo digas antes de que alguien lo haga por ti... –aconsejó Kuro.

–Tal vez lo haga... Pero no ahora... –contesto Dark, mientras le entregaba al bebé nuevamente –por favor, sólo llevatelo y escondelo de papá, no dejes que le pase nada, cuando sea el tiempo oportuno volveré por él.

–¿Estas seguro?

–Así es, no quiero que padre enfurezca al saber que nació, además estoy seguro que el padre de Horu no aceptara a un hijo fuera del matrimonio, sólo será por un tiempo... Para que se estabilicen las cosas, trataré de comunicarme con Horu y contarle de nuestro hijo, esperaré su reacción y si funciona entonces iremos por él.

–¿Como se llamará? –pregunto Jun, Dark no lo pensó mucho y dijo.

–El nombre del bebé sera Daru... –tan pronto como lo dijo un sentimiento algo triste le recurrió el cuerpo no quería dejar ir a su hijo, pero debía hacerlo por su bien.

Mientras en el castillo, Horu despertaba de una corta siesta y quería levantarse de esta apestosa cama, trató de ponerse de pie, dolía un poco y no podía soportarlo por mucho, volvió a sentarse y sintió un extraño aroma o una extraña presencia que no había sentido antes, un extraña energía emanaba desde afuera la sentía muy fuerte, se levantó de la cama y se dirigió a dónde sentía esa fuerte presencia sin embargo no podía salir del castillo aún sentía como si lo llamaran a gritos, y pudo oler algo a lo lejos.

Un extraño olor un tanto peculiar, le rodeaba, cuando en eso Ren lo observó.

–Horu... ¿Te pasa algo? –pregunto Ren, al verlo de pie lo cuál le impresionó un poco.

–Si estoy bien... Sólo que siento una fuerte presencia y un olor peculiar... –dijo Horu ignorando todo y regresando a su cama, sin embargo el dolor de su cuerpo regreso y cayó al suelo con sus piernas débiles otra vez.

Tan pronto como Kuro se fue con el bebé en brazos, Dark decidió que debía tal vez informarle a Horu del nacimiento de su hijo, sin embargo no lo pensó demasiado para terminar retractándose.

Umi No Ōji Horu: Akahi Hikari Donde viven las historias. Descúbrelo ahora